Gualeguaychú: El policía que se peleó con el fantasma tiene una causa por violencia de género y otra por abigeato
Mauro “Ruso” Rinaldi, el policía que cobró fama nacional luego de haber manifestado que se enfrentó a un ente fantasmal en la Jefatura Departamental, tiene una denuncia por violencia de género y otro proceso abierto por ser uno de los posibles partícipes en hechos de abigeato por lo que en los próximos días tendrá que concurrir al Tribunal de Disciplina de la fuerza.
Rinaldi, al momento de los hechos, cumplía funciones de
celador policial en los calabozos de la Jefatura Departamental. Lo hacía sin
uso de su arma reglamentaria ya que se le sigue una demanda por violencia de
género por la cual había tenido una restricción perimetral que ya caducó,
indicaron a esta Agencia fuentes de la fuerza.
Además, está implicado en una causa por robo de ganado en la
zona que está frenada en la Justicia pero que avanza en el ámbito disciplinario
interno de la Policía. Por este legajo investigativo, Rinaldi tendrá que
declarar en los próximos días ante el Tribunal de Disciplina de la Policía de
Entre Ríos.
El uniformado registra además varios hechos de indisciplina
en su legajo interno. Hace un tiempo acusó una lesión en su muñeca por la que
tuvo ir en varias oportunidades ante la Junta Médica debido a inconsistencias
en sus dichos.
Rinaldi alcanzó fama nacional cuando dijo haber sido atacado
por un ente fantasmal en la zona de calabozos. Incluso mostró filmaciones de
las heridas.
El Jefe Departamental, César Primo, se mostró cauto ante
este relato. En declaraciones a Canal 9 Litoral, afirmó que el policía había
sufrido un brote psicótico que obligó a su traslado al Hospital Centenario.
“Comenzó a alterarse y se debió convocar a personal del área
de salud del Hospital Centenario. Arribaron en una ambulancia. El médico lo
revisa y afirma que, en primera instancia, podía tener un brote psicótico y
aconsejaba su traslado”, medida que se implementó de inmediato”, expresó Primo.
Horas después, el policía fue trasladado a su domicilio y
quedó al cuidado y contención de su grupo familiar. La Policía le puso a
disposición un psicólogo, informó Primo, a fin de que “le brinden la ayuda
necesaria”.
Además, el Jefe Departamental comentó: “Presentaba unos
rasguños, unas heridas en su espalda”, pero indicó que no se sabe si se
produjeron durante el momento en que recorría los calabozos o antes. “No
sabemos si los presentaba con anterioridad o los produjo en ese momento”,
señaló.
Las personas que estaban privadas de su libertad y alojadas
en los calabozos “vieron la angustia de este funcionario policial y también sus
compañeros, que estaban haciendo tareas de limpieza en uno de los patios”,
reseñó.
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