Cómo era la Boleta Única que Bordet quiso establecer en 2018


En abril de 2018, el gobernador Gustavo Bordet envió a la Legislatura un proyecto de reforma del Código Electoral provincial que establecía la boleta única de papel (BUP) como instrumento de votación. El mandatario recordó hace unas semanas su opinión favorable a este mecanismo y en el oficialismo reconocen que trabajan para reflotar este esquema

El esquema de reforma política que intentó aplicar Bordet en 2018, un año antes de la finalización de su primer mandato, incluía varias modificaciones al sistema electoral vigente y la BUP era una de ellas. A esa posibilidad hizo referencia.

Con este instrumento debían regirse las elecciones de autoridades provinciales, municipales y comunales tanto en las primarias abiertas como en los comicios generales.

El esquema previsto establecía que habría una boleta para cada categoría de cargo electivo: gobernador y vice; diputados; senadores; intendentes y vice y concejales, cada una con un color específico.

En el caso de las fórmulas ejecutivas y para el Senado la BUP debía contener los nombres de los candidatos titulares, sus respectivas fotos y, en su caso, del suplente. Para la de diputados, concejales y eventualmente convencionales constituyentes, la boleta debía mostrar los tres primeros de la nómina de titulares. Las listas completas de candidatos con sus respectivos suplentes debían ser publicados en afiches o carteles de exhibición obligatoria

Además, los espacios en cada BUP debían distribuirse homogéneamente entre las distintas listas de candidatos oficializadas de acuerdo con las figuras o símbolos que los identifican. Las letras con que se identificarían a los partidos políticos y alianzas tendrían que guardar características idénticas en cuanto a su tamaño y forma;

En orden a esto, del lado derecho del número de orden asignado, se debía ubicar la figura o símbolo partidario y la denominación utilizada en el proceso electoral por el partido político, confederación o fusión de partidos y alianzas transitorias. Y a continuación, ubicarán los nombres de los candidatos y un casillero en blanco para efectuar la opción electoral.

Cada BUP iba a estar adherida a un talón e identificada con serie y número, con un casillero en blanco que la autoridad de mesa debía firmar al entregarla al elector. Cada mesa de votación contaría con un número igual de boletas y de electores más las de las autoridades de comicio.

Al momento de sufragar, el elector debía acceder a un box con las boletas únicas que le suministre el presidente de mesa por cada categoría sujeta a elección. Allí debía encontrar un bolígrafo con tinta indeleble para marcar sus opciones.

El esquema de reforma política de 2018 también contemplaba la posibilidad de incorporar a futuro el voto electrónico.

Esta iniciativa de Bordet, enviada al Senado inicialmente, se truncó debido a las resistencias que hubo dentro del mismo bloque oficialista.

Entre los fundamentos del proyecto, el Poder Ejecutivo destacaba: “La ciudadanía ha manifestado en los últimos tiempos su inconformidad con lo arcaico y vetusto de la legislación entrerriana que rige los comicios, la cual presenta inconsistencias que afectan a la autosuficiencia que debe caracterizar a un sistema de normas que rijan el instituto. Las reiteradas modificaciones parciales de las referidas normas, lejos de contribuir con esclarecer y modernizar el sistema han restado coherencia interna a la normativa electoral. Es por ello que se impone la necesidad de crear un único cuerpo que se ocupe de la integralidad del proceso electoral”.

APF

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