CFK aguanta la respiración y apuesta a una revancha en las urnas


En el FdT dicen que la condena ya está escrita y que la única forma de frenar la embestida es con un triunfo electoral. Acción política y encuentro en Ensenada.

“La única manera de resolver esto es ganar las elecciones”. El cristinismo aprieta los dientes a la espera de lo que sabe con certeza que pasará el martes 6. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 condenará a Cristina Fernández de Kirchner en el juicio por la obra pública y el camino posterior de apelaciones judiciales no ofrece ninguna esperanza. Solo la política y un triunfo en 2023 podrán allanar el futuro de la vicepresidenta, en particular, y del peronismo, en general.

Ni Cristina ni la Casa Rosada esperan otro resultado. Con el país atravesado por la fiebre mundialista y subido a la alegría del triunfo de la Selección, hasta el cierre de esta edición, los principales pilares del Frente de Todos (FdT) habían definido no agitar las convocatorias en defensa de la vicepresidenta, al margen de las medidas que anunciaron, por su cuenta, Daniel Catalano, el líder de la Seccional Capital de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el dirigente social Luis D´Elía. 

“Estamos a la espera de las señales de Cristina. Todavía no hay nada”, confirmó un dirigente que dialoga con la vicepresidenta y que afirma que cualquier reacción popular frente a un fallo condenatorio será silvestre. La Cámpora y el PJ bonaerense, conducidos por Máximo Kirchner, tampoco dieron señales. El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, abrió la posibilidad de convocar a una movilización. "Lo que puede pasar es grave", dijo en diálogo con El Destape. Cristina lo evaluará sobre la hora.

Las iniciativas de Catalano y D´Elía quedaron, hasta ahora, como “expresiones” particulares que no respondieron a ninguna orden del Instituto Patria, que ni siquiera las evalúa como convenientes en este contexto, máxime cuando la vicepresidenta ya hizo su demostración de fuerza con el acto que encabezó en el Estadio Único de La Plata, donde reunió 70 mil personas un día antes de que el país hiciera un paréntesis para entrar en “modo Mundial”.

Aquel acto del 17 de noviembre sirvió para hacer gala del poder de movilización del kirchnerismo y para que Cristina mostrara que, además, tiene al peronismo de la provincia de Buenos Aires ordenado detrás de su conducción política, el punto más importante para los tiempos electorales que se avecinan. “Es la única que está haciendo política”, dicen cerca de la vicepresidenta. 

“Que no haya una marcha o movilización no significa que no vayamos a reaccionar”, advierte una figura de trato cotidiano con Cristina. La reacción tomará diversas formas a lo largo del tiempo, más relacionadas con la organización política interna. Por lo pronto, el miércoles habrá un encuentro reservado en Ensenada entre dirigentes que forman parte del núcleo kirchnerista en la provincia de Buenos Aires.

Se trata de una mesa que comenzó a reunirse a mediados de 2018, cuando Kirchner encabezó un plenario de Unidad Ciudadana en el distrito que comanda Mario Secco. Desde entonces, el diputado, otros integrantes de La Cámpora y figuras del gabinete bonaerense que formaron parte del armado de Unidad Ciudadana en 2017 se juntan de manera periódica para analizar acciones políticas a seguir. Ahora se verán un día después de que se conozca el fallo posiblemente condenatorio contra Cristina.

En la Casa Rosada, en tanto, no esperan sorpresas. “Ya sabemos que el fallo va a ser condenatorio. Y reafirmará lo que pensamos todos, que estamos en manos de una justicia direccionada”, apunta un funcionario de primera línea del Gobierno. El presidente Alberto Fernández saldrá el martes a respaldar a Cristina en el plano judicial “como lo hizo desde 2017, aun cuando estaban distanciados”.

El primer mandatario declaró en la causa como testigo en febrero de este año, cuando concurrió personalmente a los tribunales de Comodoro Py para prestar testimonio. Fernández estuvo durante casi tres horas en el edificio, defendió a Cristina, negó irregularidades en la concesión de la obra pública y hasta tuvo un tenso cruce con el fiscal Diego Luciani, a quien acusó de tener “un problema de comprensión”. “Estimado fiscal, vuelvo a repetirle por enésima vez. Las adjudicaciones, el desarrollo de obra pública no compete al presidente o al jefe de gabinete”, dijo, contundente.

Como en el cristinismo, cerca del jefe de Estado también hay quienes entienden que la sociedad está en estos días “en otra cosa”, en referencia al clima mundialista, y en los conflictos habituales de fin de año - sumados a la preocupación por la inflación –. Entienden que el camino judicial no ofrece ninguna esperanza para la vicepresidenta y saben que la salida está en la política. “Acá la única posibilidad es ganar las elecciones. Mejorar la gestión y ganar las la elecciones. Cuantos más votos tenés, menos te condenan”, le dijo a Letra P un hombre de confianza del Presidente.

Con el micrófono prendido, lo mismo dijo este sábado la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti. “No hay otra resolución posible que la política. El Poder Judicial tiene una historia con el peronismo, persecución. Es un poder diagramado con una visión monárquica. (La Justicia)  tiende a defender intereses que no son los populares y los de las mayorías. Defendemos intereses contrapuestos. La única forma de solucionarlo es ganar ampliamente las elecciones y tomar las decisiones que hay que tomar”, dijo en diálogo con Radio 10. 

JxC se afila los dientes para conocer la sentencia a CFK

Si bien el fallo no tendrá impacto hacia adentro de la coalición y tampoco en la marcha de Gobierno en la inmediato, el FdT sí está en guardia frente al clima que, entiende, buscará instalar la oposición con una vicepresidenta condenada. “Lo van a usar como bandera, van a hacer una utilización desmedida e incluso violenta de la situación”, advierte un funcionario de primera línea del Gabinete.

En ese marco se leyó en el oficialismo lo que sucedió el jueves en la Cámara de Diputados, cuando Juntos por el Cambio (JxC) se negó a votar a Cecilia Moreau como presidenta del cuerpo. La sesión terminó en un escándalo mayúsculo y enterró cualquier tipo de diálogo entre el FdT y la oposición. Moreau había sido electa y avalada por todos los bloques el 2 de agosto, cuando Sergio Massa renunció a ese lugar para asumir como ministro de Economía. Los incidentes de Diputados generaron preocupación en el oficialismo, que cree que JxC quiere generar desestabilización institucional.

“La economía está respondiendo bien, el plan de Sergio está funcionando. Por eso están desesperados. Lo que quieren es voltear el Gobierno”, apuntan en el seno del cristinismo, donde confían en que las promesas de Massa se harán realidad. En el entorno de la vicepresidenta están convencidos de que el 3% de inflación mensual que el ministro proyecta para abril de 2023 no es un imposible. “Ni por casualidad estamos muertos. Ese es el problema que tienen”, dice la misma fuente.

Fueron algunas encuestas que circularon en las últimas semanas las que encendieron la luz de esperanza en el oficialismo, pero también la sensación de que llegó el tiempo del ordenamiento interno. “Cristina ordenó la política, Sergio está haciendo lo suyo con la economía y Alberto se enfocó en mostrar la gestión y no le está pifiando en nada. Eso fue acomodando las cosas”, afirma un funcionario que dialoga con los tres pilares del FdT. "Cuando el peronimo se siente amenazado comienza la dinámica de unidad interna", dice un colaborador estrecho de Fernández.

Ese movimiento fue el que comenzó tras el alegato de Luciani, a fines de agosto, cuando la plana mayor del FdT se dio cita en la sede nacional del Partido Justicialista y anunció un raid por las provincias en defensa de Cristina que aglutinaría a todo el peronismo y funcionaría como excusa para avanzar en la organización electoral. Todo quedó congelado horas más tarde, cuando Fernando Sabag Montiel intentó asesinar a la vicepresidenta de un balazo en la cabeza. Ese episodio provocó nuevos cortocircuitos internos.

Así en el recinto como en la popular: choque y parálisis

La comunicación entre el Presidente y la vice también mejoró a partir de la charla que mantuvieron el 15 de noviembre, cuando Cristina lo llamó luego de que Fernández sufriera una descompensación en plana Cumbre del G20, en Bali. Aquella conversación fue cálida y extensa. En los días siguientes mantuvieron el diálogo vía Telegram. Como reveló Letra P, el primer mandatario también recibió en Indonesia un mensaje de Máximo Kirchner, que le escribió preocupado por su estado de salud.

Ese gesto contribuyó a aliviar tensiones. Pero todavía queda un trecho hasta que el principio de ordenamiento se traduzca en reuniones de unidad y en la construcción de la oferta electoral. Para eso, dicen, faltan resultados económicos. En la intimidad de un despacho del núcleo duro cristinista suena un principio rector de cara a 2023: “Primero le tenés que ordenar la vida a la gente, después se ordena el peronismo”.

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