Interesante análisis demográfico de la provincia, Colon y Federación los que más crecieron
El turismo como generador de oportunidades.
El Éxodo es un extenso
pero riquísimo informe de investigación realizado en especial para Revista
ANÁLISIS por el periodista entrerriano Daniel Tirso Fiorotto.
“Una provincia para
todos”. El eslogan oficial expresa un anhelo compartido pero bien lejos de la
realidad: los datos definitivos del último Censo, que aparecen en estas horas,
demuestran que miles de entrerrianos se van de su territorio cada año por falta
de trabajo.
Los departamentos
Colón y Federación, con fuerte presencia de la avicultura en uno, y de las
pequeñas parcelas con frutales el otro, y ambos también con ofertas turísticas
permanentes (todos logros de visionarios locales), fueron los dos territorios
de mejor performance demográfica en esta década.
Las aves y las frutas
arraigan. Son un antídoto contra la expulsión, esa enfermedad que sufre Entre
Ríos y que ha sido diagnosticada y denunciada una y otra vez durante todo el
siglo XX y lo que va del XXI pero nunca tratada con los remedios adecuados.
Los departamentos que
exhibieron en cambio un fuerte avance de la soja, sea sobre campos muy fértiles
o en suelos arcillosos de menor calidad, expulsaron a su población. El
resultado puede sintetizarse en esta frase: más producción, menos personas.
Los números asombran,
aunque eran de esperar. El departamento Tala disminuyó. A pesar de todas las
advertencias, no hubo políticas de arraigo. Nogoyá no alcanzó al medio por
ciento. Villaguay y La Paz muestran el mismo fenómeno, porque un crecimiento
natural (y bajo) oscilaría en el 10%, y esos distritos apenas arañan el 1% de
aumento en una década.
En la comparación por
edades, entre distintas zonas censadas, no se observan diferencias abismales,
de lo cual se desprende (en un primer análisis) que el éxodo abarca no sólo a
familias con hijos pequeños, o parejas en edad laboral, sino a todos por igual.
Hay que decir aquí que
la aparición de la Universidad Autónoma mejoró las oportunidades educativas
para los adolescentes. Como éste, hay planes para mencionar, pero atenuantes
apenas.
Diamante, Ibicuy,
Victoria, Feliciano, Federal, crecieron un 5% o menos (ver Cuadro aparte). En
esta franja están, entonces, los departamentos ganaderos por excelencia, ahora
con las fronteras corridas por la agricultura, y los agrícolas por excelencia,
con suelos molisoles que compiten con los mejores del mundo, pampa húmeda.
A lo que se añade que
Victoria está luciendo el nuevo enlace vial con Rosario y eso prometía una
explosión demográfica…
Pegado a ellos está el
departamento Paraná, el privilegiado por varias razones naturales y
gubernamentales, con un 6% de crecimiento.
Todos muy por debajo
de la media argentina que alcanzó el 10,63%, con provincias enteras que
superaron el 38% de crecimiento. Y debajo incluso de la media entrerriana del
6,72%.
Flagelo con historia
Los problemas actuales
de expulsión (que exigen a los gobernantes nacionales y provinciales otro tipo
de políticas), parecen calcados de lo que ocurría hace 50 años, mostrado con
nitidez en la geografía de Felquer y Felquer publicada en 1962. “Entre Ríos hasta el primer censo de 1869
tenía más población que Santa Fe; en el siguiente ésta superó a nuestra
provincia y en 1947 y 1960, la duplica… Mendoza según el último censo desplazó
a Entre Ríos del cuarto lugar”.
Pasaron cincuenta
años. Hoy estamos diciendo que pronto Salta nos desplazará al octavo lugar,
entre las provincias hermanas.
En 1947, Entre Ríos
era la quinta región más poblada, hoy es la séptima.
En 1947 Tucumán tenía
194 mil habitantes menos que Entre Ríos, hoy tiene 212.194 más que nuestra
provincia. Mendoza tenía 199 mil habitantes menos en 1947 y hoy tiene 502.935
más.
Hace seis décadas
Entre Ríos tenía 496.500 habitantes más que Salta, y en 2010 esa diferencias se
redujo a 21.000. En un par de años Salta desplazará a nuestra provincia del
séptimo al octavo lugar.
Entre los últimos dos
censos, Salta creció el 12,6%, Entre Ríos el 6,7%. La tendencia es, pues,
clara.
Dentro de 10 años, de
seguir al ritmo de esta década, Salta tendrá 1.368.000 habitantes, y Entre Ríos
1.320.000.
Los datos no hablan de
un crecimiento desmesurado de esas regiones, sino de un estancamiento de
nuestra provincia charrúa.
Dice Felquer en 1960:
"comparando el censo de 1947 con el de 1960, comprobamos que Entre Ríos es
de las provincias que menos población aumentó en dicho lapso... El país, en
1960, en relación a 1947, acusa un aumento de 25,9%, mientras que Entre Ríos
solamente representa el 0,8%; Misiones, 34,9%; Buenos Aires, 34,4%; Formosa,
34, y Chubut, 32,6%".
Estos antecedentes
exigen a las autoridades políticas a adoptar medidas extremas, porque el
diagnóstico ha sido reiterado una y otra vez.
¿Qué otras provincias
chicas se acercan con paso firme, en el orden demográfico? Misiones, Chaco,
Corrientes y Santiago del Estero. ¿Santiago del Estero? En efecto. En dos
décadas creció un 33,40% contra poco más del 21 de Entre Ríos.
Esa disminución de la
presencia de entrerrianos puede notarse en el orden nacional. De 1947 a 2010 la
Argentina pasó de 15,89 millones de habitantes a 40,11. Creció un 152%. Entre
Ríos, en ese lapso, de 787.362 a los 1.235.994 de hoy: creció un 56,9%.
De ahí se deduce que
en estas seis décadas y pico, alrededor de 750.000 entrerrianos fueron
expulsados de su territorio. Unas ocho familias por día, en promedio. Y la
sangría continúa. Pasan los gobiernos, pasan los mismos gobernantes y el
eslogan “una provincia para todos” sigue siendo una expresión de deseo. Y muy
apropiada.
Tantos como Irazusta
Irazusta, en el
departamento Gualeguaychú, se ha
convertido en un símbolo de los pueblos en vías de desaparición.
Su decadencia
poblacional no deja de sorprender. En 1935 contaba con 2.100 habitantes. Hoy
son menos de 300.
A un ritmo de
crecimiento vegetativo natural sería una ciudad de mas de 6.000 habitantes, es
decir: ha perdido casi seis mil personas.
Y eso no es nada,
porque en sus alrededores, zonas rurales muy pobladas como Talitas, Las Flores,
Alarcón, Almada, Pastor Britos, Colonia Italiana, se fueron esfumando del mapa.
Todo muy cerca de
ciudades superpobladas como Buenos Aires o Rosario.
Ya en 1947 la
población de Irazusta había disminuido a 1.600.
En 1980 descendió a 469 habitantes. En 1991 menos todavía: 442. En 2001
no se recuperó: 414. Y en 2010 tocó el piso de 293 habitantes en 35 manzanas.
Dos familias por manzana…
Pueblitos con idéntico
proceso de desgranamiento se cuentan en los departamentos Colón, Concordia,
Diamante, Gualeguay, Gualeguaychú, Ibicuy, Nogoyá, Paraná, Uruguay, Victoria,
Tala o Feliciano. Y en todos, sin excepción, sobresale el éxodo propiamente
rural, es decir, de familias campesinas.
La invasión del
capital financiero (pooles) desplazando a la familia rural es una marca de las
últimas dos décadas.
El peor de todos
Los nuevos datos del
Indec producen más preocupación aún de la que ya generaba el informe provisorio,
en relación con el departamento Tala. En 1960 contaba con 26.636 habitantes y
en 2010 sumó 25.665. A un ritmo razonable tendría 50 mil... En medio siglo
disminuyó, como Nogoyá. Y con un agravante: Tala también mermó en esta década.
Pasó de 25.892 personas en 2001 a 25.665
en 2010. Casi un 1% menos.
¿Qué departamentos
tuvieron crecimiento nulo o casi nulo en esta década? Tala (-0,9%), Nogoyá
(0,5%), Villaguay (1,1%), La Paz (1,1%).
Para comparar con
otras regiones del país, entre 2010 y 2001, Santa Cruz contó por cada 100
habitantes, 139. Tala, en cambio, por cada 100 contó 99. Villaguay, por cada
100 contó 101. Y eso tiene un nombre: expulsión.
A Feliciano no le fue
mejor con el 3,4%, y tampoco a Federal con el 3,2% de crecimiento en esta
década.
Los esfuerzos que
puedan notarse en las capitales departamentales no bastan para neutralizar la
expulsión en casi todo el territorio.
Nogoyá, otra
preocupación: en 1960 contaba con 41.289 habitantes, y 50 años después registró
39.026. (Menos incluso de lo que insinuaron los datos provisorios). En medio
siglo, Nogoyá pudo haber duplicar su población y contar hoy con 80 mil
habitantes, pero en vez de eso, mermó. Registra 2.263 habitantes menos. Es
correcto decir, en un cálculo sencillo, que ese departamento expulsó en medio
siglo a tantas personas como las que cuenta hoy. En 1960 el departamento Nogoyá
representaba un cuarto del departamento Paraná, hoy representa menos de una
octava parte.
En el polo opuesto,
Federación y Colón son testimonios de que en el mismo territorio pueden darse
políticas de arraigo. La actividad en el campo (citrus y pollos principalmente,
chacras mixtas y cooperativas); y los emprendimientos industriales vinculados,
ofrecen todo un panorama distinto. Sumada la actividad del turismo. Nogoyá lo
intentó con la leche, pero en Entre Ríos cada vez se produce más leche con
menos tamberos. La producción a escala, un latiguillo de los tiempos
menemistas, sigue haciendo estragos.
Hace medio siglo,
federación estaba en el puesto 11 entre los departamentos, de mayor a menor.
Hoy está en el 5to. Lugar. ¿Cuánto hay para aprender de Federación y Chajarí?
Paraná absorbe
El flagelo de la
macrocefalia argentina sigue viento en popa. Entre la Capital federal (CABA) y
la provincia de Buenos Aires suman el 46% del total de la población argentina.
Pero hay algo más ridículo e inaceptable aún: Buenos Aires y el gran Buenos
Aires suman 12,8 millones de habitantes, o sea, casi el 32% de los argentinos.
Dicho de otro modo: el 32% de los argentinos viven en el 0,1% del territorio.
Es decir: si dividimos
el territorio argentino en mil pedazos, se observará que uno solo de esos mil
pedazos contiene un tercio de la población total. Bastaría, así, el 0,3% del
territorio para albergar a todos los argentinos, si extendiéramos la densidad de
Buenos Aires y su entorno.
Aún sabiendo este
desequilibrio total, la población del gran Buenos Aires sigue creciendo a una
tasa que duplica la tasa de crecimiento de Entre Ríos.
En 1947 el 4,95% de la
población de la Argentina estaba en Entre Ríos, hoy está aquí el 3,08%.
En las antípodas, la
provincia de Buenos Aires tenía en 1947 más de 4,27 millones de habitantes, es
decir, el 26,8% del país. Hoy su población concentra casi el 39% de los
habitantes de la Argentina. La provincia de Buenos Aires incrementó su
población en un 264,8% en seis décadas, a diferencia del 57% que registró Entre
Ríos.
Si Entre Ríos hubiera
crecido al mismo ritmo que su hermana de al lado hoy rozaría los 3 millones de
habitantes.
Pero hay que insistir
en esto: el 99% del territorio de la provincia de Buenos Aires tiene menos de
19 habitantes por km2. Es decir, no es muy distinto del mapa entrerriano. Todo
se distorsiona en verdad en el conurbano bonaerense, que cuenta con casi 2.700
habitantes por km2.
Ahora, si Entre Ríos es
expulsora, ¿qué ocurre hacia adentro de este país charrúa? Algo parecido (un
tanto atenuado) al conjunto del país. El entorno de la capital de los
panzaverdes crece sobre el resto. En 1960 la población del departamento Paraná
ocupaba el 21,6% del total de la provincia. Hoy, el 27,5%.
En las próximas horas,
cuando el Indec ofrezca nuevos datos del Censo realizado hace ya 14 meses y
cumpla con los plazos de información que ha incumplido, podrá verificarse,
ciudad podrá ciudad, principalmente en los poblados pequeños y los caseríos,
cómo se expresa el éxodo entrerriano en pleno tercer milenio.
Resultados definitivos
del censo 2010
DPTO. Aumento*
Tala -0,9%
Nogoyá 0,5%
La Paz 1,1%
Villaguay 1,1%
Federal 3,2%
Feliciano 3,4%
Victoria 4,9%
I. del Ibicuy 5%
Diamante 5,1%
Paraná 6,4%
Uruguay 7,1%
S Salvador 7,7%
Gualeguay 7,8%
Gchú. 8%
Concordia 8,1%
Federación 14,2%
Colón 17,9%
TOTAL Provincia 6,7%
*Crecimiento
poblacional según una comparación de los censos 2001 y 2010. Los seis
departamentos de peor rendimiento pertenecen al corazón del centro norte
entrerriano. En el caso de Victoria sorprende la escasa incidencia de la
habilitación del enlace con Rosario. Los datos varían respecto de una
publicación anterior porque aquellos eran provisorios y estos son definitivos.
Argentina 2010:
40.117.096 habitantes
Densidad 14,4 hab x
km2
Entre Ríos 2010: 1.235.994
habitantes
Densidad 15,68 hab x
km2
Entrerrianos en el
conurbano
Para quien suponga que
es difícil cargar más habitantes en este territorio, sirve comparar los números
con otros países: la superficie de Cuba es casi una Entre Ríos y media. Si
tuviera una densidad demográfica como la nuestra no llegaría a 2 millones de
habitantes. Y tiene más de 11 millones.
Así podrían
mencionarse numerosos países con alta población en territorios similares al de
Entre Ríos y en general con clima y suelo menos aventajados.
Israel, por caso,
tiene casi 350 habitantes por kilómetro cuadrado en vez de los 15,7 de Entre
Ríos.
Pero sin ir más lejos:
la provincia de Buenos Aires, con una historia, un clima, un suelo parecidos a
los de Entre Ríos, tiene 50,8 habitantes por km2, y más específicamente el
conurbano bonaerense cuenta con 2.694
habitantes por km2.
He ahí el centro de la
cuestión. ¿Dónde están los entrerrianos expulsados? La mayoría en el conurbano.
Y en esta década, mientras Entre Ríos aumentó su población en el 6,7 %, el gran
Buenos Aires el 14,18%. Más del doble.
Especial de Daniel
Tirso Fiorotto para Revista ANÁLISIS. Reproducido este 17 de enero 2023 por
7Paginas.
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