Citrus: la sequía llevará a una caída del 50% la producción
Por la sequía las expectativas en el sector del citrus son malas de cara a la próxima producción. La cosecha iniciará con retraso.
El impacto de la
sequía en la producción del citrus entrerriano ya se viene observando en las
últimas semanas, e impactará aún más fuerte durante el próximo ciclo de
cosecha.
Por un lado, la falta
de stock de frutas hizo que desde principios de año el precio al consumidor
pegara un fuerte salto: de venderse a 100 o 150 pesos por kilogramos, se pasó a
250 o hasta 350 pesos, como continúa hoy.
En tanto que la
próxima cosecha, que debería iniciarse en marzo, se retrasará hasta abril, pero
tendrá una fuerte incidencia en el volumen total y en el tamaño de la fruta
obtenida.
“Lo que afecta
gravemente la sequía es en el calibre (tamaño) de la fruta. Con estos niveles
que venimos teniendo de falta de lluvia estamos en un daño del 50% o más. Aún
no llegamos a extremos de pérdidas de plantas”, indicó a UNO el presidente de
la Asociación de Citricultores de Chajarí, Guillermo Borgo.
Acerca de esa
situación, explicó que la situación del “calibre” de la fruta “va a ser grave,
porque serán frutos muy chicos debido a la falta de agua”, e insistió que
“afectará gravemente la comercialización”.
“Para que sea
comprensible, el tamaño óptimo o ideal es que en un cajón entren 80 o 90 frutas
en promedio. Los calibres que van a abundar en la próxima temporada van a ser
de 110, 120 o hasta 140 frutas por cajón. Son tamaños que tienen destino de
industria, en un gran porcentaje, porque comercilizarlo es por debajo del
costo”, explicó.
Es por eso que
coincidente con esa situación del tamaño caerá fuertemente el volumen de
producción de citrus, medido en toneladas. “Los grandes soles que hay, las
altas temperaturas, afectan a las cáscaras porque las quema, y es una fruta que
no sirve ni siquiera para industria”, agregó.
Pero además, el
dirigente citrícola indicó a UNO que la sequía ocasiona también que se retrasan
los períodos de cosecha en tiempo y forma.
“Ya estamos con un mes
de retraso con la sequía que hay, porque las primeras mandarinas, que
habitualmente pueden iniciar a cosecharse a mediados de marzo, con este
panorama estamos lejos”, dijo, y estimó durante abril las primeras tareas de
recolección en los campos.
Si bien hay un período
de cosecha, el citrus se ha extendido gran parte del año. De hecho, durante el
verano se mantienen algunas variedades tardías en plantas, que van manteniendo
el stock permanente.
Ello ha permitido que
haya naranjas durante todo el año. Sin embargo, en las primeras semanas del año
el precio al consumidor final registró un abrupto salto.
“Se dio algo que hace
mucho no se daba y que es que hay muy poco stock. En la citricultura el precio
en el mercado siempre opera producto de la oferta y demanda; entonces al bajar
la cantidad disponible, se produce este incremento. Es debido a la sequía de
2021-2022, quedó poca fruta en los árboles e incluso la que se pudo sostener
hasta la fecha está gravemente afectada por la nueva sequía”, señaló.
Días atrás, la
Federación del Citrus de Entre Ríos planteó que las expectativas de rendimiento
para la próxima zafra de citrus dulces “son malas”, ya que hay solo un 30% de
producción con riego, por lo que el 70% restante de las plantas sufren estrés
por falta de agua.
En el sector sostienen
que la actual sequía es la tercera que experimentaron los productores
citrícolas de la Mesopotamia en los últimos cinco años.
No hay comentarios.