La unión europea prohibió el uso de municiones de plomo para la caza por ser altamente tóxicas y probablemente cancerígenas
En Argentina, solo Córdoba y Santa Fe lo prohíben pero ante la falta de control se sigue utilizando. Actualmente, se liberan cada año entre 4.000 toneladas y 5.000 toneladas de plomo con el disparo de perdigones en los humedales de la Unión Europea.
El uso de munición con perdigones de plomo ha quedado
prohibido desde el pasado 15 de febrero en todos los humedales del territorio
de la Unión Europea, siguiendo el procedimiento de restricción propuesto por la
Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA). De ese modo, a partir
de ahora queda terminantemente prohibido disparar y transportar perdigones de
plomo a menos de 100 metros de los humedales.
El plomo es una sustancia altamente tóxica que, cuando se
libera en el ambiente, contamina tanto el suelo como el agua, los animales, las
plantas y hasta los cultivos, y puede tardar hasta 300 años en desintegrarse
por completo.
ENVENENAMIENTO POR PLOMO DE MUNICIONES EN AVES
Cada año, los cazadores vierten en los espacios naturales
europeos entre 4.000 y 5.000 toneladas plomo, material altamente tóxico para la
salud de las personas y del ambiente. Se calcula que más de un millón de aves
acuáticas (como cisnes, patos, flamencos y garzas) mueren al ingerir municiones
que confunden con gastrolitos (piedras que ayudan a la digestión) o las aves
rapaces (como buitres y águilas) al comer carne de animales abatidos por
cazadores con perdigones incrustados en sus cuerpos.
UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
La intoxicación por el plomo contenido en la munición de
caza puede tener graves consecuencias para la salud de las personas. Según la
Agencia Española de Seguridad Alimentaria, su presencia en el organismo puede
afectar al sistema nervioso central, "particularmente al cerebro en
desarrollo" y señala que existen claras evidencias de sus "efectos
neurotóxicos en el feto y en niños de corta edad". Por otra parte, los
compuestos inorgánicos de plomo han sido clasificados por la Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) como probablemente carcinogénicos
para los humanos.
ARGENTINA: POCAS LEYES QUE NO SE CUMPLEN
En nuestro país, varios artículos científicos señalan la
gravedad de la contaminación por plomo en ambientes naturales, cultivos, fauna,
flora y en las comunidades humanas que consumen
carne proveniente de cotos de caza. En un estudio realizado en 2014
sobre patos provenientes de establecimientos de “turismo” cinegético de las
Provincias de Corrientes (Esquina) y Buenos Aires (General Pintos), el 100 % de
los ejemplares analizados presentaban concentraciones de plomo en huesos, con
intoxicación aguda y crónica. Sin embargo, solo dos provincias prohíben el uso
de municiones de plomo en sus leyes: Santa Fe y Córdoba. No obstante, estas
leyes en la práctica no se cumplen debido a la falta de control por parte del
estado.
Fuente: Ceydas
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