En una provincia cada vez más infectada por la droga, vecinos de Puerto Yeruá aseguran estar abandonados
Exigen acompañamiento del gobierno provincial.
En estas tierras, como plantea el Concejal
Sebastián Telayna, el narcomenudeo va de la mano de la corrupción que todavía
se esconde detrás de los políticos que hoy en día manejan el municipio.
Vivimos rodeados de una enfermedad.
Podemos hablar de que estamos en una pandemia, pero no piensen que es una similar
a la del COVID-19, créanme que es muy diferente. Porque frente a esta afección
los políticos hacen oídos sordos, y brindan soluciones sin efecto ni sentido
que terminan causando un rebrote por todos lados, afectando a los niños,
jóvenes, y adultos de cada porción de territorio argentino.
Esta es la pandemia del
narcomenudeo, la peste que nos golpea cada vez más y se reproduce a niveles
exorbitantes, con un estado que solo brinda vanas respuestas y esperanzas
vacías que dejan desamparadas a miles de familias que necesitan una solución
factible.
El narcotráfico, como todos
sabemos, va estrechamente de la mano junto a la delincuencia, y en estos
últimos meses hemos visto como los dos han sido las principales problemáticas
que atentaron contra la seguridad e integridad de nuestro país.
Desde las ciudades más grandes hasta los pueblos más pequeños, como aquel del que hablaremos hoy: Puerto Yeruá, la localidad donde era muy lejana la realidad de que penetre el mundo del narcotráfico. Un lugar de tranquilidad, muy turístico y atractivo para quienes quieren conectarse con la naturaleza, de tan solo 1700 habitantes aproximadamente, pero que no pudo escapar de la ola de la delincuencia y la inseguridad.
Los vecinos del pueblo hace años vienen
observando la propagación del narcomenudeo por el pueblo, además de los hechos
de inseguridad tan frecuentes que se empezaron a dar en los últimos tiempos,
como casas vacacionales desvalijadas, hurto de artefactos, herramientas,
muebles y electrodomésticos que van a la compra de droga, etc. Una de las
principales preocupaciones es la gran cantidad de puntos de venta de drogas que
hay, lo que genera un mayor consumo y el aumento de los hechos delictivos.
Pero el hecho más contundente y que
provocó la conmoción de los vecinos fue el asesinato de Oscar Hermosa, un
hombre joven de 36 años que fue atacado por una persona vinculada al comercio y
el consumo de estupefacientes, algo que alarmó al pueblo y les hizo notar que
la droga era un problema puntual y muy serio en el pueblo.
Tiempo atrás ya se habían realizado
varias reuniones con distintos funcionarios y miembros de la policía de Entre
Ríos para tratar este tema, pero las soluciones han sido nulas, por lo que se
llegó a tomar la medida desesperada de realizar un acta dirigida al
intendente. Los funcionarios plantearon
como una opción implementar el uso de cámaras de seguridad pero, según lo
informado por vecinos de la localidad, la administración anterior realizó un
gasto muy importante (de aproximadamente $300.000) en compra de cámaras que
nunca se las vieron funcionar y no dieron ningún resultado, asimismo, algunas
terminaron desapareciendo y otras quedaron obsoletas. También, el senador
Armando Gay de la mano de la ministra Rosario Romero hace unos años presentaron
un acta de aportes para la compra de cámaras y centro de monitoreo, pero no se
sabe dónde están dichas cámaras ni quien las controla, solo se informó que el
centro de monitoreo se encontraba en la central de policía de Puerto Yeruá,
pero que los uniformados no estaban capacitados para entender el sistema de
cámaras, por lo que estaban en desuso.
“Yo no puedo decir que no se hace nada desde la intendencia, pero puedo decir (que creo que esa es la falencia que tenemos) que las gestiones que puede hacer el intendente caen en saco roto”, planteó el concejal Sebastián Telayna, quien gentilmente brindó su perspectiva de la situación de esta comunidad y manifestó su preocupación por el futuro que tiene hoy en día Puerto Yeruá de la mano de funcionarios que siguen tan aliados a la corrupción.
Para el edil de la oposición este
problema radica en que no hay autoridad desde la gobernación sobre las fuerzas
policiales, conjuntamente con la falencia de que no hay equipamiento de la
policía adecuada para atender estas problemáticas, y además, sus sueldos son
realmente bajos. Un ejemplo del deplorable estado en el que se encuentra el
departamento de policía de la localidad es que no tienen patrulleros
disponibles para atender las urgencias que tienen los ciudadanos, y el gobierno
de la provincia no hace nada ante esta grave situación.
“La corrupción es la que está
permitiendo que la droga entre al país, a cada provincia, y a cada localidad”,
manifestó Telayna, quien no duda en abordar nuevamente en los temas de
corrupción ocurridos tiempo atrás en Puerto Yeruá, haciendo énfasis en cómo el
intendente y quienes forman parte del manejo del municipio se llenan la boca
diciendo que la corrupción terminó en el pueblo pero siguen estando en la
municipalidad funcionarios que se encontraban inmersos en las causas de los
terrenos, además de que ciertos terrenos siguen sin ser clarificados. “No es
mezclar las cosas, es ver el problema grande de fondo que hay en el estado
municipal provincial y nacional. Si no vemos el fondo y la verdad que hay
detrás de todo esto no pretendamos atacar problemas chiquitos como lo que
ocurrió ahora, porque no son temas alejados, es un tema que está en una bola
grande que es la corrupción del país”.
Por otra parte, aclaró que su
intervención en estos temas de preocupación colectiva y su fuerte postura sobre
la deficiencia del gobierno actual no es impulsada por un interés político,
sino que a él lo mueve el entusiasmo de poder hacer que la localidad sea un
lugar tranquilo para vivir, siempre con transparencia, y desde la perspectiva
de ciudadano común. “Me acusan los que cuando se tuvo que poner la presencia
cuando se destapo la causa de los terrenos no asistieron ninguno de los que hoy
están en el manejo del municipio, ni los que ahora se quieren postular para
candidatos. Tenían miedo, esa es la verdad”, afirmó.
Hoy en día los ciudadanos del
pueblo se movilizan en manifestaciones para poder alzar sus voces y hacer
llegar al gobierno la angustia que padecen frente a la dura realidad que
transita Puerto Yeruá. Por eso, es momento de que todos como sociedad
reflexionemos sobre esta “enfermedad” que se propaga por cada rincón del país,
contaminando a los jóvenes y cobrándose vidas de muchachos que se encuentran
ahogados en este infierno.
Entonces, ¿qué remedio usaremos
ahora ante esta imparable pandemia?
Por Manuela Quintana, especial para
(7Paginas)
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