Entre Rios: Nadie sabe si Milei llevará gobernador en su boleta


Sus propios seguidores no lo pueden confirmar y no está claro con qué sello lo haría. Pero la simultaneidad de las elecciones abre expectativas de que en Entre Ríos Milei pueda estar pegado a la boleta del gobernador. El interés está en el peronismo y JxC, por el impacto de ese pegado. Dicen que la incógnita se resolverá  a principios de junio, con una visita de Milei a Paraná. 

Los dirigentes entrerrianos que se referencian con la postulación presidencial de Javier Milei están muy lejos de constituir un grupo orgánico y cohesionado. Cada uno lidera su espacio y entre ellos el diálogo es discontinuo y desconfiado. Y es escasa la llegada que tienen a Milei y su pequeño círculo. Por eso es que, a poco más de un mes del cierre de listas no tienen ninguna certeza sobre cómo jugará el libertario en la provincia, tomando en cuenta que Entre Ríos votará en simultáneo con las elecciones nacionales.

Unos aseguran que Milei ya ha dicho que no va a dar su aval a ningún candidato local que mida menos de 10 puntos. Y que no modifica ese criterio el hecho de que aquí se vote el mismo día intendentes, gobernador y presidente.

Otros ponen el acento en que persiste el problema de la falta de un partido que le permita jugar en Entre Ríos, por lo que podría participar sólo con boleta de presidente y diputados, aunque, aclaran, “no hay ningún tipo de confirmación, absolutamente de nada”. El detalle del sostén jurídico, en la siguiente nota:

¿Cuál será el sello que llevará a Milei en Entre Ríos?

Todos, naturalmente, desean que Milei pegue su boleta para aumentar sus propias chances por efecto arrastre. Pero hay un tercer sector que es más optimista y se aferra a un rumor que, de concretarse, estaría dando pie al anhelado pegado: el candidato a presidente de La Libertad Avanza visitaría Paraná a principios de junio.

La variante de que Milei compita en Entre Ríos con boleta completa o lo haga sólo con boleta corta (cargos nacionales) excede al micromundo libertario. Está en el centro de las especulaciones de las dos coaliciones mayoritarias.

El interés oficialista

Las elecciones provinciales desdobladas que hasta ahora se desarrollaron en el país confirmaron que, sin Milei en la boleta, la irrupción libertaria es incapaz de provocar en las provincias un escenario de tercios como el que miden todos los sondeos para las presidenciales.

En Entre Ríos, en cambio, las elecciones simultáneas le permitirían a Milei encabezar la boleta sábana completa: presidente y vice, diputados nacionales, legisladores del Parlasur, gobernador y vice, diputados provinciales, senador, intendentes, concejales.

Pero entre los propios seguidores del líder libertario no hay confirmación de que eso vaya a pasar. Con el rostro de Milei en el cuarto oscuro se potenciarían sus chances, por efecto arrastre, de ocupar bancas en la legislatura y en los concejos deliberantes. Algunos sondeos le proyectan una intención de voto en Entre Ríos que cuadruplica a la de sus desconocidos referentes locales.

Pero tanto o más interesados que los libertarios en el pegado de boleta de Milei están los peronistas. El oficialismo provincial sabe que sólo con Milei en la boleta se podría trasladar a la provincia el escenario nacional de tercios en el que el peronismo entrerriano se volvería competitivo, aún con su piso electoral del 31,6%, que tocó en las legislativas de 2021.

Ese piso de 2021 hubiera sido sinónimo de derrota en escenarios polarizados como el de 2019, cuando el Frente de Todos y Juntos por el Cambio concentraron más del 90% de los votos. Pero ahora, la torta de votos estaría dividida en tres, en una provincia sin balotaje, donde se gana por un voto. A diferencia de 2021, el peronismo disputa ahora territorio. Cada intendente, cada senador, cada concejal se juega lo suyo.

Por el mismo motivo, Milei es una preocupación para la oposición. Especialmente para el PRO, que lleva como candidato a gobernador a Rogelio Frigerio. El libertario le roba votos a todos, pero mayoritariamente a JxC y por derecha.

En el PRO no creen que los seguidores de Milei en Entre Ríos tengan la suficiente organización y desarrollo como para armar y sostener una propuesta provincial. Aunque aceptan que no tendrían problemas para fiscalizar, porque los peronistas, por propio interés, les cuidarían la boleta.

Unas semanas atrás, los seguidores de Frigerio (del PRO y también de la UCR) celebraron la decisión de Milei de no jugar en las provincias que adelantaban sus elecciones (porque sus referentes locales, de escaso desarrollo, obtenían magros resultados que afectarían su posicionamiento para las presidenciales de agosto y octubre).  Ahora muchos de ellos esperan que mantenga ese criterio en Entre Ríos, a pesar de que la unificación electoral anula la lógica del posicionamiento para la presidencial que será ese mismo día, en simultáneo.

Algunos dirigentes de JxC siguen aferrados a aquel supuesto acuerdo con Frigerio para no llevar gobernador en Entre Ríos, del que se hablaba antes de que el gobernador Gustavo Bordet decidiera, a fines de abril, unificar las elecciones. Pero no terminan de explicar qué ganaría Milei con ese acuerdo en el nuevo escenario.

Contra la corriente

Entre Ríos es uno de los cinco distritos del país que este año elegirá autoridades provinciales junto con las nacionales. Provincia de Buenos Aires, Catamarca y Entre Ríos votarán gobernador el mismo día que presidente, con elecciones conjuntas el 13 de agosto (PASO) y el 22 de octubre (generales). También en la Ciudad de Buenos Aires y en Santa Cruz se votarán ambas categorías de cargo en la misma fecha, pero en los dos casos habrá comicios desdoblados: por un lado los cargos nacionales, por el otro los locales.

Es decir que Entre Ríos está, junto a provincia de Buenos Aires y Catamarca, entre los tres distritos del país en los que el 13 de agosto y el 22 de octubre se votará con boletas sábanas que pegarán cargos nacionales con provinciales y locales. Eso, siempre que la provincia de Buenos Aires no desdoble.

Esta particularidad de Entre Ríos, derivada de la decisión de Bordet de no desdoblar las elecciones, la pone en una situación distinta a la de la mayoría de las provincias argentinas que decidieron separar sus comicios de la nación. Los primeros resultados de esas elecciones provinciales que abrieron el año electoral argentino exhibieron una notable debilidad en el armado territorial de Milei.

Los candidatos a gobernador en Río Negro (9,1 %) y Neuquén (8,2 %) quedaron en cuarto lugar, por debajo de los diez dígitos. Eso llevó a Milei a anunciar que retiraba su apoyo en las provincias que adelantaban sus elecciones para separarlas de las nacionales. La drástica medida tenía por objeto un doble propósito: evitar que los magros resultados en las provincias lo fueran mal posicionando para las nacionales y, de paso, ahorrar gasto de campaña en el interior.

Los resultados de las siguientes rondas de elecciones provinciales le dieron la razón. La performance libertaria más importante fue en La Rioja, donde un candidato de apellido ilustre como Martín Menem, que se suponía que desplazaría de su lugar a JxC, quedó tercero con apenas el 15,5 %.

Los postulantes provinciales referenciados con Milei obtuvieron, en Tierra del Fuego el 7,4 %; en Jujuy el 3,2 %; en Misiones el 0,4 %; en Salta (en la capital provincial) el 2,3 %; y en La Pampa (sólo presentó candidatos a legisladores) el 1,28 %.

 

Fuente: Página Política

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