Una iniciativa que enorgullece a la localidad de La Criolla
El anuncio de arribo a la localidad, rodeado de una vegetación que desborda y un recorrido por LA FINCA FENIX.
La Criolla, una población que no se ha detenido
Hacemos en primer lugar una breve referencia sobre La
Criolla. Se encuentra esta localidad hacia el norte de la ciudad cabecera del
departamento Concordia, en la provincia de Entre Ríos, República Argentina, de
la que dista unos 21 km aproximadamente. El acceso se halla en la intersección
de las rutas nacionales 14 y 015.
Una obra artística, artesanal, característica en el ingreso de varias ciudades entrerrianas.
El joven periodista Ariel Mazetto, oriundo de La Criolla,
nos brinda información sobre la localidad. Si bien no tiene una fecha exacta de
fundación, se toma el año 1946, cuando se creó la estación del ferrocarril.
Aunque antes ya se habían instalado personas en el lugar.
Antiguo edificio donde durante tantos años funcionó la estación del Ferrocarril General Urquiza.
Hasta el año 1987, el pueblo se llamaba “Villa Juan Bautista
Alberdi”; y la estación, “La Criolla”. El 22 de julio de 1987 se creó el
municipio, con este último nombre, en homenaje a Flora Urquiza de Soler, hija
del General Justo José de Urquiza y de Dolores Costa, a quien apodaban “la
criolla”, por su estilo campero, rural. Fue ella, junto a su esposo, Gregorio
Soler, quien abrió las puertas a los primeros inmigrantes y les concedió la
posibilidad de iniciar la producción de citrus.
Una tradición de la empresa ferroviaria, la presentación del lugar con este clásico letrero en blanco y negro, que el tiempo no ha podido derrumbar.
Sus principales actividades productivas hoy son, además de la citricultura, la forestación, el cultivo de arándanos, el cultivo de nueces pecán y el cultivo de viñedos. Fue esta última tarea la que nos llevó a trasladarnos a la localidad.
Envero, uno de los ciclos de la vid, en verano, cuando la uva va cambiando de color hasta llegar a su tonalidad definitiva.
Como el Ave Fenix…
Visitamos la Finca Fénix, propiedad de la familia Rigoni,
cuyas actividades centrales son la plantación de viñedos y la elaboración de
vinos. Gentilmente nos recibe Flavia Rigoni, una joven profesional, miembro de
la familia nombrada, quien accede a explicarnos el proyecto que llevan ellos
adelante, el resurgimiento de la producción de la vid en la región. De ahí el
nombre de la entidad que, al igual que el Ave Fénix del mitológico relato,
renace siempre de sus cenizas.
Los primeros brotes del año, que en el mes de agosto ya asoman.
Los inicios
Para conocer un poco más la historia, nos cuenta Flavia que
las primeras plantaciones se concretaron en el año 2013. Previamente, enólogos
e ingenieros agrónomos habían efectuado un análisis del suelo y, en función de
los resultados, se determinaron las cepas a sembrar. En la actualidad, son tres
hectáreas plantadas; y se calcula que se cosechan entre 5000 y 8000 kilos de
uvas por hectárea, según las condiciones climáticas y el manejo del viñedo.
Pie, o portainjerto, donde la cepa ha sido injertada.
El método de conducción
Respecto del sistema de conducción, se optó por el método de
lira, basado en una estructura de espaldera doble en forma de V, con postes
inclinados; se aprovechan así al máximo las horas de sol –nos decía la joven-.
Se corresponde su nombre con la forma del instrumento musical de cuerda llamado
“lira”, muy utilizado en la antigüedad.
Conducción por sistema lira, como si fuesen dos brazos
abiertos de forma ascendente.
El método de conducción en espaldera, que mencionamos
anteriormente, presenta un sistema de postes e hilos de alambre tendidos y, por
medio de ellos, se guía el crecimiento de la vid. Y la tercera modalidad es el
parral, en el que a través de alambres se lleva la planta hacia la parte
superior de ellos, quedando de ese modo los racimos cubiertos por un techo
vegetal. Pero, reiteramos, en este caso se optó por el sistema de lira, ya que
expone en mayor medida la fruta al sol y al aire.
Uvas de excelencia y eximia tarea en bodega
Un vino exitoso –nos refiere Flavia- depende de la buena
calidad de la uva, por un lado; y del buen proceso en bodega, por otro. Y una
uva buena debe reunir las condiciones sanitarias adecuadas, y una pertinente
graduación de Brix, que mide la relación entre azúcar y agua que hay en la
fruta. Según la cantidad de azúcar, será la cantidad de alcohol, puesto que en
el proceso de elaboración, esta se transformará en alcohol. La medición se
efectúa con un refractómetro, directamente en la finca; se exprime el jugo de
la uva y a través de un visor se aprecia la concentración de azúcar en grados
Brix.
Flavia Rigoni, joven profesional en Ciencias Económicas, junto a la siembra de vid,
expone una de las producciones vitivinícolas de la empresa.
Varietales
En cuanto a la elaboración de vinos, la joven nos dice que
se seleccionan cuidadosamente las uvas, y su
cosecha es manual. Es este viñedo uno de los primeros en producir el
varietal Marselan en la provincia de Entre Ríos; es un vino tinto, de color
rojo profundo y muy aromático. Se fabrican, además, los varietales Merlot y
Tannat, en tinto. Y en cuanto a vino blanco, Moscatel de Alejandría, con una
uva muy madura.
En el año 2020, el Marselan fue premiado con una medalla de
oro en Perú; y el Merlot, con una de plata. Merecido reconocimiento
internacional por el compromiso, el esfuerzo y la dedicación de la Familia
Rigoni ante este grandioso emprendimiento que enaltece a la población
criollense, y a toda la región.
Vino 329, varietal Tannat, cosecha 2021.
Una cuestión de identidad
Muy cerca del acceso a la finca descubrimos el tradicional
cartel, letras blancas y fondo negro, del ferrocarril con la inscripción
“Kilómetro 329”. Por una conexión con ese sobrio lugar, donde los lugareños
subían y bajaban del tren, por vivir en zonas distantes de la estación, estos
vinos se denominan 329. Identidad, significatividad e historia se aúnan y
asignan un gran reconocimiento a la biografía ferroviaria de la provincia.
Renovado cartel que indica la presencia del apeadero en la zona de acceso a la finca.
No podemos dejar de señalar que aún permanece en el interior
de la garita, precaria hoy por el transcurrir del tiempo, un banco para que
agobiados viajeros, otrora, pudiesen descansar un instante y acomodar sus
pertenencias, antes de subir al tren o de arribar al poblado.
El viejo banco aún presente en el interior de la garita en la que miles de historias se habrán escrito en épicos tiempos del paso del tren.
La etiqueta del envase luce con orgullo el N° 329; y una máquina del ferrocarril, como la que innumerables veces, transitaba las vías de la zona.
Vendimia de Entre Ríos
Estamos
frente a un proyecto enoturístico, que es único en la provincia, que se lleva a
cabo desde el año 2017, y que combina lo educativo con lo lúdico. Se efectúa
–nos manifiesta Flavia Rigoni- una vez al año, en el mes de febrero, cuando la
uva está a punto para la cosecha, y se realiza el corte de los primeros
racimos.
En su punto justo, cuando manos laboriosas se disponen para la cosecha.
Consta este diseño de cuatro etapas:
-Una visita guiada, en la que se cuenta la historia de la
finca y todas sus actividades productivas desde sus inicios, hace casi ochenta
años.
-Corte de los primeros racimos: esto
es la vendimia propiamente dicha.
-Pisada de
uvas, como experiencia lúdica.
-Degustación y picada.
La experiencia del corte de los primeros racimos, durante el
mes de febrero. Queda así oficialmente inaugurada la temporada de la vendimia.
En cuanto a las visitas guiadas, con degustación, desde el
presente 2023, se organizan una vez por mes; generalmente concurren entre 20 y
30 personas. La comunicación se realiza a través de medios periodísticos y de
redes sociales.
Cabe mencionar que la Finca Fénix posee una página web:
www.fincafenix.online. Se puede observar en ella, además de la historia y de
una descripción de la tarea productiva, la tienda online con toda la
información para quienes estén interesados en adquirir sus producciones.
Definitivamente…
Ha sido esta una jornada enriquecedora, en la que Flavia
Rigoni, con entusiasmo y amabilidad, comparte con nosotros todo lo inherente a
esta fecunda actividad, ardua pero fructífera, con obstáculos en el camino pero
con la convicción de una búsqueda permanente de herramientas que permitan
superarlos. Y el mensaje, renombrado pero siempre bien recepcionado, que emana
de la resiliencia, esa capacidad humana que nos hace fuertes y nos brinda la
oportunidad de concretar nuevos emprendimientos, o de intentar el renacimiento
de tantos otros. Como el Ave Fénix, nombre, lema y consigna de este preciado
proyecto: Finca “Fénix”, con la convicción del regreso de la plantación de
uvas, y el nuevo desafío de la elaboración de vinos.
Producción, redacción, armado y fotografías: Prof. Nélida
Claudina Delfín
Fuente: revistaalmas.com
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