Revelaciones de nepotismo y corrupción en el PJ entrerriano desatan indignación


Una nueva entrega de la saga "La Casta" en Entre Ríos ha sacudido las redes sociales este fin de semana, exponiendo la situación alarmante del Partido Justicialista (PJ) en la provincia. El mensaje viral, difundido a través de WhatsApp, señala la presunta corrupción arraigada en el poder, comparándola con un sistema feudal heredado, donde una élite familiar se beneficia del control del poder.

El foco de las acusaciones recae en la familia Bahl, específicamente en Joaquín Emanuel Bahl, quien ha sido señalado por desempeñarse en un cargo en la Cámara de Diputados mientras practica y juega al handball en River Plate, vive en Palermo y estudia en la Universidad de Palermo, todo esto, según el mensaje, mientras afirma trabajar en Paraná. La denuncia sostiene que Bahl fue incluido en la planta permanente de Diputados a pesar de no haberse registrado su actividad laboral.

El sucesor de Ángel Giano en la presidencia de la Cámara de Diputados, Gustavo Hein, ha cuestionado públicamente la situación, afirmando que Bahl nunca fue a trabajar y dejándolo fuera de la beca otorgada por ser "hijo de". Las acusaciones se extienden a otros miembros de la familia Bahl, incluyendo a Claudia Silva, esposa del derrotado candidato a gobernador, quien fue designada candidata a Senadora de la Provincia sin méritos aparentes.

Franco Tomás Bahl, otro hijo de la familia, también fue nombrado en planta permanente del Senado con un salario que se aproxima al millón de pesos, según las denuncias, y su nombramiento fue regularizado por Laura Stratta. Incluso se ha reportado que los abuelos maternos y una prima hermana de la familia Bahl celebraron contratos onerosos con el Senado.

El mensaje expone un entramado de nepotismo y corrupción que se extiende a otros políticos, como Bordet y Giano, según anticipa el texto. Además, se revela una supuesta estrategia de "lista de consenso" en el PJ provincial para mantenerse en el poder.

Estas revelaciones han generado indignación entre dirigentes y militantes, como lo evidenció una asamblea partidaria en Gualeguaychú. En su declaración final, expresaron su rechazo a la prisa por convocar a elecciones partidarias, alegando que busca perpetuar a las autoridades actuales o a sus allegados en el poder.

Este nuevo episodio de denuncias y revelaciones deja al descubierto una realidad política que algunos comparan con los acontecimientos de 2001, cuando el pueblo argentino clamó "Que se vayan todos", y la incertidumbre sobre cómo evolucionará la situación en los próximos meses. La furia acumulada podría desencadenar cambios significativos en la escena política de Entre Ríos.

Diario Junio 

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