Pese a que luce inquieto por la ausencia de respuestas de
Javier Milei a los reclamos por las deudas que mantiene la Nación con las
provincias, Rogelio Frigerio evita romper puentes con la Casa Rosada. El
gobernador de Entre Ríos prefiere ser prudente y diplomático a la hora de
plantear sus demandas al Presidente o marcar errores de la gestión libertaria.
Ratifica su respaldo a la idea de Milei de blindar el equilibrio fiscal e
insiste en que el rumbo económico es el correcto, pero advierte que “las
provincias sufren la mayor caída de recursos de la historia”. Por eso, pide
“diálogo” para saldar las discrepancias con el Ejecutivo durante la negociación
por el Presupuesto 2025.
Atento al clima social y, sobre todo, a las incógnitas que
estimula la incipiente reconfiguración del sistema político, Frigerio se
escabulle para no cuestionar a Milei. Por caso, a diferencia de Mauricio Macri,
jefe de PRO, quien reclama a sus socios libertarios que fortalezcan la
institucionalidad, el mandatario evita repudiar las “formas” del Presidente.
Tampoco objeta la apuesta por el controvertido juez Ariel Lijo para ocupar una
vacante en la Corte Suprema. En el plano electoral, sugiere que el PRO y los
libertarios deberían confluir en las próximas legislativas para confrontar con
el kirchnerismo. “Aquellos que no queremos volver atrás debemos estar juntos en
2025”, dice, en una entrevista publicada hoy en el diario La Nación.
-Usted asistió hace unos días a un almuerzo en la Casa
Rosada, ¿qué resultados obtiene de las charlas con Milei?
-Esa fue una reunión a la que nos invitó el Presidente; no
fue solicitada por nosotros. En consecuencia, no había una agenda de trabajo.
Sin embargo, planteamos algunas cuestiones sobre las que venimos hablando desde
hace rato, vinculadas con el cumplimiento de normas, leyes y la Constitución.
Más allá de que fue una reunión positiva, con buena predisposición, no podría
decir que tenemos una respuesta concreta a estos pedidos.
- ¿Los dialoguistas sienten que no los compensan por el
apoyo que le dan a Milei en el Congreso?
-Los respaldos que he dado en leyes o iniciativas, como el
Pacto de Mayo, no han sido para negociar otra cosa. Eso tuvo que ver con mis
creencias o mis coincidencias con el Gobierno en algunos puntos importantes. No
hay un “toma y daca” en ese apoyo. Muchas de las cosas que plantea el Gobierno
había que hacerlas. Por otro lado, insisto en que mis planteos tienen que ver
con el cumplimiento de leyes y pactos preexistentes. Espero también que el
Gobierno finalmente adopte la misma postura que tuvimos nosotros: apoyar lo que
hay que apoyar.
- ¿Va a seguir cooperando en caso de que no haya una
respuesta a las demandas por las deudas con las cajas previsionales u obras?
Por ejemplo, ¿va a apoyar la sanción del Presupuesto o exigirá modificaciones?
-Yo creo que los gobiernos deben tener un presupuesto. Y ese
debe ser, esencialmente, el que presenta el Poder Ejecutivo. Por supuesto, uno
tiene que escuchar propuestas y mejoras de todo el arco político. En los
márgenes tiene que haber espacio para el diálogo y la búsqueda de consensos
sobre cuestiones importantes para todas las partes. Espero que el Congreso no
sea una escribanía, sino un lugar de debate y que el Gobierno pueda llevarse su
presupuesto con los aportes de quienes queremos que a Milei le vaya bien.
-Hay opositores que sospechan que el Gobierno dilata el
debate porque prefiere prorrogar el presupuesto actual. ¿Tiene la misma
intuición?
-No creo que sea así. Todos los que gobernamos necesitamos
un presupuesto. Y, además, sería una muy mala señal para los mercados no contar
con la herramienta fundamental de gestión para cualquier gobierno que es el
presupuesto.
-Si Milei no paga las deudas de las cajas previsionales,
¿usted podría sufrir una crisis financiera en su distrito en 2025? Se avecina
un año electoral.
-No lo veo en función del año electoral. Nosotros hemos
pasado un año muy difícil en todas las provincias. Algunas lo han sufrido menos
porque tenían finanzas más robustas. En el caso de Entre Ríos, nos encontramos
sin un peso y con deudas en dólares que tuvimos que afrontar ni bien arrancamos
la gestión. También sufrimos, por lo menos hasta septiembre, una caída en la
recaudación de casi 20 puntos respecto al año pasado. Hoy, las provincias están
sufriendo la mayor caída de recursos de la historia por distintos motivos. El
principal responsable de esta caída es la modificación del impuesto a los
ingresos personales del año pasado. En segundo lugar, la baja del consumo y de
la actividad que impacta en impuestos coparticipables muy importantes, como el
IVA. Y, en tercer lugar, el hecho de que el gobierno nacional haya llevado
prácticamente a cero las transferencias discrecionales. Esto generó un combo
muy difícil para los gobiernos provinciales que están gestionando con menos
recursos y con más responsabilidades como nunca antes hemos visto.
-Dice que el Gobierno delega competencias en las provincias
sin girar los recursos.
-Bueno, no solo por el corrimiento del gobierno nacional de
algunas de algunas funciones que antes asumía, sino porque hay creciente
demanda en los comedores comunitarios, en las escuelas públicas y los
hospitales públicos. Así que estamos con una situación muy difícil. Y, por
supuesto, voy a pelear por los recursos que por derecho le corresponden a Entre
Ríos y que no están llegando.
- ¿Le resulta difícil o incómodo plantarse frente al
Gobierno por el apoyo del electorado de PRO a Milei? ¿No tiene margen para
presionar por los recursos?
-Siempre creo que el camino es el diálogo político. Y
arrancamos promoviendo ese diálogo. Después hicimos los reclamos por vía
administrativa y en algunos casos llegamos a la Corte Suprema de Justicia. Pero
yo no estoy discutiendo por recursos, sino por derechos, el cumplimiento de la
ley y de las normas.
- ¿La economía se estabilizó y ya hay señales de
reactivación, como sostiene Milei?
-Es indudable que hay indicios incipientes de recuperación
en algunos sectores de la economía. Y, evidentemente, la inflación está
empezando a ceder. Yo no tengo la bola de cristal para saber si esto va a
seguir así en el futuro, pero apuesto a eso, porque la Argentina necesita
crecer y consolidar esta baja de la inflación. Y vamos a hacer lo que esté a
nuestro alcance para ayudar a que estos objetivos se logren.
- ¿El Gobierno comete un error al demorar el levantamiento
del cepo?
-Yo creo que los políticos y los economistas necesitamos un
baño de humildad. Hemos llevado a la Argentina a un lugar trágico, con un 50%
de argentinos por debajo de la línea de pobreza. Yo voy a ser muy prudente a la
hora de señalar errores, porque creo que gobernar la Argentina es muy difícil.
Con lo cual considero que a este gobierno hay que darle tiempo. Y espero que
encuentren la salida a esta situación. Pero me parece un acto de pedantería
decir que debemos salir del cepo más temprano que tarde o que hay que adoptar
determinadas políticas específicas.
- ¿El PRO y LLA deben compartir listas en 2025? Por lo que
dice, va a seguir apoyando al Gobierno y concuerda con el rumbo que trazó
Milei.
-Tengo muchos acuerdos, pero también algunas diferencias
respecto de la gestión del Gobierno. Desde el punto de vista electoral
considero que debemos confluir aquellos que pensamos más o menos parecido y que
no queremos volver atrás. Hablo de los que creemos en la democracia, en el
desarrollo del sector privado, en el equilibrio de las cuentas públicas o en
vincular a la Argentina con otras democracias occidentales. Sería una picardía
que no confluyamos en una misma estrategia electoral los que más o menos
pensamos parecido.
- ¿Y cuáles son sus diferencias con Milei?
-Una diferencia clara es que el Gobierno está dilatando
mucho el cumplimiento de compromisos vinculados con las provincias. Estoy de
acuerdo en ordenar el desastre con el que convivimos los argentinos durante muchas
décadas respecto a las responsabilidades de cada nivel de gobierno. Incluso ese
un problema que afecta a la calidad de la democracia, porque la gente no sabe a
quién demandar o exigir cuando los servicios o los bienes públicos llegan mal o
en baja cantidad. Ese ordenamiento se debe hacer. Pero, por supuesto, una vez
que se precisen los roles y las responsabilidades, hay que definir también el
financiamiento de esas competencias. Y eso no está ocurriendo.
- ¿Es sostenible la suspensión de la obra pública que
dispuso Milei desde que asumió?
-Estamos de acuerdo en incorporar el financiamiento privado
en las obras de infraestructura. Pero hay lugares donde no hay incentivo para
el sector privado, y allí es indispensable la inversión en obra pública. Por
eso, considero que en un país tan desigual y heterogéneo como la Argentina, la
obra pública es estratégica y fundamental.
- ¿Concuerda con Macri en que Milei debe fortalecer la
institucionalidad?
-Prefiero opinar sobre cuestiones concretas y no tan vagas.
Yo creo que cumplir con todo lo que dictamina la Constitución o las leyes es
indispensable. Pero no sé concretamente a qué se refiere.
-Por ejemplo, los ataques de Milei al Congreso, la
hostilidad hacia la prensa o la apuesta por Ariel Lijo para cubrir una vacante
en la Corte.
-Si es un tema de formas, no son las mías. Ahora tampoco
creo que eso determine un gobierno. En los últimos 40 años de democracia, hemos
tenido presidentes con buenas formas y con malas formas. En general, nos ha ido
muy mal con unos y otros. Con lo cual ahí no radica el problema, sino en
resolver los problemas de la gente. Dicho esto, yo prefiero un estilo
diferente, pero no soy psicólogo ni analista político como para ponerme a
debatir sobre eso.
"Gobernar este país es muy difícil; hay que darle
tiempo a Milei"
- ¿Usted se siente de PRO o piensa en construir una
alternativa que integre a los libertarios, radicales y peronistas en su
distrito?
-Yo apuesto a que aquellos que pensamos más o menos parecido
acerca del norte al cual hay que llevar el país y, en particular, nuestra
provincia, compartamos un espacio. Después de esta última elección ha habido un
cambio drástico de la composición política-partidaria de la Argentina. Y,
obviamente, eso va a generar nuevas configuraciones en las fuerzas políticas.
Insisto en que aquellos que no queremos volver atrás, que queremos un cambio
para la Argentina, vinculado con la estabilidad macroeconómica como condición
necesaria, pero con políticas de desarrollo económico y social como condición
suficiente, debemos confluir. Básicamente, aquellos que promovemos el sentido
común a la hora de tomar decisiones en la política tenemos que estar todos
juntos. Yo trabajo para eso.
- ¿Usted se siente del PRO o no?
-Sí, claro, pero yo soy más de Juntos por Entre Ríos, que es
el espacio que hemos construido y que ha permitido un cambio después de muchas
décadas en mi provincia, precisamente vinculado con estos valores y este norte
para la gente.
- ¿Cómo evalúa la conducción de Macri en PRO? ¿Cree que
prioriza salvaguardar a la Capital? Reclamó por la coparticipación, pero no
hubo un pedido público por la deuda con las cajas previsionales.
-Quizás no se ve públicamente, pero me consta que plantea
ante los funcionarios nacionales estos problemas que nosotros transmitimos en
el seno de la mesa ejecutiva de PRO. No me siento discriminado.
- ¿Hay una estrategia nítida de Macri para sortear la crisis
de representación que atraviesa el PRO?
-Es muy difícil exigir claridad después de dos derrotas
consecutivas en 2019 y 2023. Eso genera en cualquier espacio político una
situación de mucha incertidumbre. Pero se está haciendo el esfuerzo para
conseguir un orden y poder ubicar al PRO en el lugar que debe tener, que es el
de la defensa de esos valores que alguna vez determinaron la génesis de este
partido y también de lo que fue Cambiemos.
-Habla de los “valores” del PRO. ¿Recibió consultas del
Gobierno por los pliegos de los 150 jueces, defensores y fiscales que enviará
al Senado?
-No hubo ningún diálogo.
- ¿Usted está dispuesto a apoyar la candidatura de Lijo, que
fue cuestionado por su accionar en causas de corrupción? Macri ya objetó el
pliego.
-No es un tema que hemos discutido y debatido hacia el
interior de nuestro espacio político en Entre Ríos. Tampoco he tenido
oportunidad de conversarlo con el gobierno nacional.
-Un sector de la oposición, encabezado por Hacemos Federal,
donde usted tiene un diputado, impulsa un proyecto para reformar la ley que
regula el tratamiento de los DNU. ¿Apoya esa iniciativa o la considera un
intento de desestabilizar a Milei?
-Honestamente, no estudié el tema. No sé en qué sentido se
pretende modificar la ley de DNU. Es cierto que es una ley que han usado todos
los últimos gobiernos. No puede haber una restricción para el debate de ningún
asunto, sobre todo, en cuestiones institucionales, pero la verdad es que no
conozco el detalle de la propuesta.
- ¿Milei quiere gobernar por decreto y no respeta las
mayorías del Congreso? Ya vetó dos leyes, como la reforma jubilatoria o la ley
de financiamiento universitario, sancionadas por la oposición.
-No creo que nadie quiera gobernar por decreto. Es mucho
mejor gobernar con el apoyo de la mayoría. El problema es que estamos frente a
un gobierno con una debilidad muy marcada en términos de senadores y diputados
en el Congreso. Por consiguiente, necesariamente va a usar el veto más que
otros. Me gustaría que haya más amplitud o más vocación para aceptar algunas
cuestiones que, en muchos casos, son marginales en los proyectos. Eso
favorecería la búsqueda de acuerdos que limitarían la necesidad de usar estos
vetos como la herramienta de gestión.
- ¿Qué significa el regreso de Cristina Kirchner como
conductora del PJ?
-Lo primero es sorpresa, porque entiendo que la exvicepresidenta
nunca tuvo demasiado apego por la vida partidaria del PJ. Pero también habla a
las claras de la dificultad que tiene el peronismo de generar nuevos liderazgos
y poder presentarse ante la sociedad con una mirada distinta a lo que han
planteado sus últimos gobiernos, que claramente han fracasado y nos han llevado
a este lugar de tanta miseria y atraso.
- ¿Cristina Kirchner puede convertirse en una amenaza o una
construcción que desafíe a Milei?
-Yo no la veo como una amenaza, forma parte del pasado de la
Argentina. Es un pasado, además, que la gran mayoría de los argentinos quiere
dejar atrás. Y para dejarlo atrás hay que hacer las cosas bien y darle
respuestas concretas a la ciudadanía que la está pasando muy mal. Todos debemos
ayudar para que eso ocurra.
- ¿Hay similitudes entre el estilo de gobernar de Milei y
del kirchnerismo?
- ¿Estamos hablando de las formas? No sé… En un país con un
50% de pobres y con jóvenes que sienten que no tienen futuro, las formas [de
Milei] no son una prioridad; nadie lo pone como una prioridad. La gente está
poniendo el foco y la atención en otra cosa, habida cuenta de lo dramático de
la situación.
"No veo una política deliberada de Milei para ahogar a
las provincias"
- ¿A Milei le falta una mirada federal? Durante la
presentación del Presupuesto, les pidió más ajuste a los gobernadores.
-No creo que haya una política deliberada para ahogar a las
provincias. Lo que más impacta hoy en las cuentas públicas, por lo menos hasta
septiembre, fue una medida del año pasado. Falta una instancia de diálogo para
poner arriba de la mesa el cumplimiento de la ley respecto a recursos
provinciales. Insisto en que no es una cuestión de pedir plata, sino de
sentarnos en una mesa y ver cómo hacemos para cumplir con la Constitución, con
las normas, con los pactos, de una manera que no ponga en riesgo un activo para
todos los argentinos, que es el equilibrio de las cuentas públicas. Hay una
diagonal entre sostener y defender el equilibrio fiscal de la Nación, pero
también hacerlo en las distintas provincias. Eso es muy importante para la
estabilidad macroeconómica. Falta sentarnos en una mesa y definir cómo lo
logramos.
- ¿Qué efecto imagina que podría tener el triunfo de Trump
en Milei y en la economía de la Argentina?
-Tendríamos que aprovechar el vínculo evidente que hay de
amistad personal entre Milei y el presidente de Estados Unidos y esperar que, a
través de esa relación, podamos defender el interés nacional.
- ¿Le preocupa que Milei apueste a radicalizar la política
exterior? Milei anunció una “auditoría” en Cancillería tras desplazar a Diana
Mondino.
-La política exterior de los países no tiene que estar
siempre a merced de los cambios en las elecciones. Los países desarrollados
tienen una política exterior consistente en el tiempo. Todavía la Argentina
está un paso atrás, pero espero que en el futuro pueda lograrlo.
- ¿El PRO debe tener un candidato a presidente en 2027?
-Me cuesta muchísimo siquiera ponerme a pensar algo para el
2027 con las enormes responsabilidades que tengo hoy como gobernador de Entre
Ríos. Yo estoy abocado a eso
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