Urribarri y Aguilera ya están en prisión, mientras que Báez cumple arresto domiciliario por razones de salud
Más de dos años después de haber sido condenado a 8 años de prisión, el exgobernador de Entre Ríos, Sergio Daniel Urribarri, finalmente ingresó a la Unidad Penal de Paraná. La medida se concretó este martes tras la decisión de la Sala I de la Cámara de Casación Penal, que también dispuso la detención de su cuñado, Juan Pablo Aguilera, quien recibió una pena de 6 años y medio de cárcel. Ambos fueron sentenciados en el marco del "megajuicio" por delitos de corrupción que involucraron el desvío de fondos públicos.
El largo proceso judicial
El 18 de abril, los fiscales Ignacio Aramberry, Patricia
Yedro, Gonzalo Badano y Juan Francisco Ramírez Montrull solicitaron la
"inmediata detención" del exministro de Cultura y Comunicación, Pedro
Ángel Báez, junto con la prisión preventiva para Urribarri y Aguilera. Mientras
que la sentencia de Báez, de 6 años y 6 meses, también fue confirmada, su
situación judicial se vio modificada debido a un pedido especial.
El tribunal que resolvió la petición de Fiscalía fue
integrado por María Carolina Castagano, Julián Carlos Vergara y Elvio Osir
Garzón. En ese periodo, la defensa de Urribarri planteó recursos de reposición,
argumentando que la conformación del tribunal debía realizarse a través de la Oficina
de Gestión de Audiencias (OGA) y no mediante el tribunal que intervino.
Mientras tanto, Báez solicitó arresto domiciliario debido a sus problemas de
salud.
El caso de Pedro Báez y la prisión domiciliaria
El exministro Báez, condenado por participar en el esquema
de corrupción durante la gestión de Urribarri, pidió cumplir su condena en
arresto domiciliario debido a un cuadro de diabetes que, según su defensa, se
agrava por las condiciones carcelarias. "Nuestro pupilo es una persona de
riesgo", argumentó su abogado defensor, Ignacio Díaz, al presentar el
pedido de domiciliaria ante la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia
(STJ). El abogado destacó la necesidad de una dieta específica, ejercicio
regular y tratamiento médico adecuado, condiciones que consideró imposibles de
garantizar en la Unidad Penal.
La decisión judicial y el riesgo de fuga
La petición de Fiscalía apuntó a la "inmediata
detención" de los tres acusados. Respecto de Báez, la Sala Penal del STJ
rechazó su queja y señaló que su condena había quedado firme, dado que la
defensa no presentó recursos contra la decisión de la Cámara de Casación que
ratificó la sentencia. En cuanto a Urribarri y Aguilera, la negativa a su
recurso de queja implicó que la condena podría ejecutarse en breve, según los
fiscales, lo que activó el pedido de prisión preventiva para ambos,
argumentando "riesgo de fuga" y la necesidad de medidas que aseguren
el cumplimiento de la condena.
Conclusiones finales
Con la ejecución de las detenciones, el Ministerio Público
Fiscal destacó la importancia de aplicar la ley para evitar que la sentencia
sea meramente simbólica. En el caso de Urribarri y Aguilera, la orden de
prisión preventiva fue considerada clave para garantizar el cumplimiento de la
condena, mientras que Báez, por razones de salud, continuará bajo arresto
domiciliario.
Entreriosahora-redaccion de 7Paginas
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