Desalojo en La Pampa Soler: "Bordet nos autorizó a ocupar esas tierras y los dueños fueron cómplices", denunció un vecino
La situación de más de 200 familias que habitan en La Pampa Soler, en la zona norte de Concordia, se encuentra en un momento crítico. La justicia ha dictaminado el desalojo para el próximo 16 de diciembre, mientras el municipio intenta llegar a un acuerdo con los propietarios para evitarlo.
Carlos López, uno de los vecinos afectados, relató al
programa Zona de Opinión cómo llegaron a esta situación. Según López, hace 14
años el entonces intendente, Gustavo Bordet, prometió una expropiación que
permitiría a las familias pagar una cuota por los terrenos. Sin embargo, el
proceso nunca se concretó y, años después, se encontraron con un juicio de
desalojo en su contra.
Propuesta de las familias
López detalló que actualmente los vecinos están dispuestos a
pagar por los terrenos y aseguró que entre el 80% y 90% de las familias tienen
la capacidad económica para hacerlo. "Los vecinos me dicen que podrían
pagar entre 40 y 50 mil pesos por mes. Calculamos que con 600 familias
podríamos juntar unos 30 millones de pesos al mes", afirmó.
Las negociaciones entre el municipio y los abogados de los
propietarios continúan, y este viernes se espera una respuesta definitiva sobre
el futuro de estas familias.
Complicidad y denuncias
López también lanzó graves acusaciones contra los
propietarios y el exintendente Bordet. Según su versión, los dueños habrían
permitido la ocupación de los terrenos, que eran inicialmente zonas bajas e
inhabitables, con la intención de urbanizarlos a través del trabajo de las
familias y luego iniciar acciones legales para obtener mayores beneficios.
"Esto era un bañado. Nosotros rellenamos y pusimos todo en condiciones",
aseguró.
Asimismo, denunció que los propietarios han colocado precios
excesivos cada vez que se les ha propuesto la compra de los terrenos, lo que
considera un intento deliberado por no llegar a acuerdos.
Condiciones precarias y temor al desalojo
Las familias enfrentan condiciones difíciles: no tienen red
de cloacas, el suministro eléctrico es comunitario y muchas viviendas están
conectadas de manera precaria. Además, viven bajo la amenaza constante del
desalojo, lo que genera angustia y tensión en los vecinos.
"Es difícil vivir con una intimación de desalojo y que
el pueblo te vea como usurpador, cuando en realidad fue el municipio el que nos
permitió estar aquí", expresó López. También denunció que personas
vinculadas a la oposición política están agitando a los vecinos para generar
caos social y entorpecer las negociaciones.
A pesar de las tensiones, López llamó a evitar las
manifestaciones que podrían dificultar los avances en las conversaciones.
"Hacer cortes de ruta o manifestaciones en la municipalidad no ayuda.
Aunque es difícil sostener la calma cuando el miedo al desalojo está
presente", concluyó.
El desenlace de esta situación se definirá en los próximos
días, mientras más de 200 familias esperan con incertidumbre una solución que
les permita conservar sus hogares.
Redacción de 7Paginas
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