Convocan a una caravana náutica por el río Gualeguaychú en defensa de los humedales
Este domingo 2 de febrero se celebra el día internacional de
los Humedales, uno de los ecosistemas más necesarios para la vida. Asambleas y
organizaciones ambientales agrupadas por los humedales de Entre Ríos invitan a
una caravana que partirá a las 17 30 desde el puerto de Gualeguaychú.
“Traé tu embarcación y tu salvavidas”, reza la invitación
que asambleas, organizaciones y colectivos ambientales de distintos puntos de
Entre Ríos confluirán en Gualeguaychú este domingo. La premisa es defender los
humedales entrerrianos y Gualeguaychú es el faro en toda la provincia por su
histórica lucha ambiental y su oposición al barrio náutico Amarras.
“Es urgente exigir que se realice el inventario de humedales
en nuestra provincia y el trazado actualizado de la línea de ribera para
proteger los humedales y el acceso a la costa. Es preciso detener el volcado de
contaminantes a los ríos y frenar de manera urgente la extracción masiva de
arenas de nuestros ríos para el fracking. Dejar de comprar en barrios náuticos
e impedir que nuevos emprendimientos privaticen el acceso a la costa. Reducir
el consumo y denunciar el volcado de residuos y efluentes a los ríos y arroyos.
Conocer nuestras costas, habitarlas, fotografiarlas, navegarlas, llevar a
nuestros gurises y gurisas a disfrutar de nuestros ríos y arroyos”, se expresa
entre los objetivos de los reclamos que se oirán el próximo domingo.
Los humedales son ecosistemas que regulan y purifican el
agua que luego llega a nuestras casas, almacenan agua dulce, recargan
acuíferos, fijan carbono y mitigan la crisis climática, son fuente de alimentos
para animales y seres humanos, abastecen de leña y madera, son el hábitat por
excelencia de la fauna silvestre, es el lugar preferido por peces y aves para
su reproducción, permiten la supervivencia de la biodiversidad, entre muchos
beneficios ambientales.
Los humedales almacenan agua de lluvia, frenan las crecidas
abruptas de los ríos y amortiguan inundaciones y sequías. Retienen las lluvias
y actúan como una esponja, que libera el agua lentamente. Por eso es tan
importante dejar de construir sobre el valle de inundación.
Pero hay actividades que destruyen los humedales, como ser
la contaminación por agrotóxicos, efluentes industriales y cloacales, la
invasión inmobiliaria de consumo suntuario (clubes privados y barrios cerrados)
y la extracción de arenas para fracking que además de destruir un ecosistema
único, sin reparación posible, no deja un peso en la provincia.
Es habitual que los grandes emprendimientos inmobiliarios
ofrezcan empleo durante la etapa de construcción de su estructura, pero luego
se mantienen con el trabajo de la menor cantidad de personas posibles. Sin
embargo, nada se dice de las personas afectadas por las inundaciones aceleradas
por la construcción sobre humedales que tapa el valle de inundación, no se
absorbe la crecida del río y los barrios más bajos quedan bajo el agua. Se
destruyen fuentes laborales genuinas como las que brinda el ecoturismo que se
sostiene con la contemplación de la naturaleza, no de enormes barrios privados,
publicó El Día.
Hace 8 años que las asambleas ambientales, organizaciones de
afectados por las inundaciones junto a universidades, grupos de investigación,
científicos y distintas fuerzas políticas intentan lograr una ley de protección
de humedales que fracasa frente al poder económico de las cámaras
inmobiliarias, sectores dominantes de la agroindustria, empresas forestales y
arroceras, entre los sectores que se pronunciaron contra una ley que permita
controlar el uso de estos ecosistemas.
“La empresa Altos de Unzué engañó a quienes compraron
terrenos en "Amarras del Gualeguaychú" ya que no contaba con los
permisos correspondientes y no detuvo la construcción pese a que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación le ordenó que frene las obras. La empresa no
había presentado ni un proyecto sanitario, ni un plan de manejo de residuos, ni
de tratamiento de desechos cloacales propios pero pretendía comercializar 445
lotes, 200 departamentos y un hotel de 150 habitaciones fuera de la ley en el
Municipio de Pueblo General Belgrano, justo enfrente a la Ciudad de
Gualeguaychú. Además desvió el arroyo El Zapallo para uso privado. Si cada
propietario decidía comprar una lancha, hubiese colapsado de tránsito el Río
Gualeguaychú, tal como sucede en el Tigre donde ocurren frecuentes accidentes”,
se indicó en un comunicado
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