Gustavo Bordet, “Hay dirigentes del gobierno anterior que buscan generar una división en la sociedad”
El mandatario apuntó contra los dirigentes de Juntos por el
Cambio que “marcan de manera sistemática e irresponsable que hay que salir de
la cuarentena”. “Alentar movidas públicas como lo de las cacerolas, no conduce
a la resolución de los problemas”, aseguró
Habla pausado. Con tranquilidad y con conceptos claros. El
gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, es la expresión del ala moderada que
tiene el peronismo y, en particular, la coalición del Frente de Todos. Fue,
junto a otros mandatarios provinciales, uno de los sostenes de la candidatura
de Alberto Fernández, el nombre que Cristina Kirchner eligió para lograr que el
peronismo del interior se una detrás de un dirigente que represente el
consenso.
El gobernador entrerriano detalló la apertura que lleva
adelante en su provincia donde más del 90% de la industria ya está habilitada y
en donde intenta flexibilizar la cuarentena con pie firme, con el fin de no
tener que retroceder en el corto plazo.
Durante la entrevista tomó distancia de la propuesta de
Fernanda Vallejos para que el Estado se quede con parte de las empresas que
ayuda, respaldó el impuesto a la riqueza, destacó el liderazgo del Presidente
en el gobierno y en la coalición, y cuestionó al sector de la oposición que “de
forma sistemática” pide la salida de la cuarentena, lo que consideró una
actitud “irresponsable”.
-Van dos meses de cuarentena. ¿Cómo es al día de hoy la
situación de Entre Ríos con esta nueva extensión de la cuarentena que es muy
cerrada en el AMBA y CABA, pero que parece que empieza a abrirse en forma
sostenida en el resto el país?
-La situación es bien diferente aquí con respecto a la que
puede presentar el AMBA o algunas otras provincias donde hay circulación
comunitaria con casos autóctonos del virus. En Entre Ríos, al día de hoy,
registramos 30 casos, de los cuales 23 fueron dados de alta y de los 7 que
restan, todos están fuera de peligro. Ninguno tiene asistencia respiratoria. No
estamos ocupando ninguna cama de terapia intensiva. Hace tres semanas que no
tenemos registros de casos nuevos y fuimos habilitando actividades.
-¿Qué porcentaje de actividades habilitaron?
-Más del 90% de la industria está habilitado y el sector de
comercios y servicios está en un 75%. En esta etapa de segmentación que propone
el Presidente, de acuerdo a la realidad de cada provincia, analizaremos que
actividades se pueden abrir. Incluso qué actividades recreativas se pueden liberar
para avanzar en un proceso de salida de la cuarentena. Esto es si mantenemos el
bajo nivel de contagios y que el virus no circule.
-¿Qué actividades le quedan por abrir?
-Nos queda el sector de turismo que Entre Ríos tiene una
importancia determinante. En especial, los centros termales. Está todo cerrado.
También nos queda habilitar el transporte de media distancia y los gimnasios,
que es un pedido que tenemos de manera recurrente. Pudimos aplicar el sistema
take away en restaurantes y bares. Nos estamos apoyando en los intendentes, que
son los que determinan los horarios y los protocolos, y que además tienen el
poder de policía. Ese mecanismo nos dio un buen resultado porque se contemplan
las características propias de cada ciudad.
-¿Cuál es el vínculo que hay con los dueños de los comercios
que todavía no se pudieron abrir? ¿Está marcado por la tensión, la desesperanza
o la voluntad de colaborar?
-La relación es muy buena en el sentido de que hay canales
de comunicación abiertos. Estamos dialogando permanentemente. Hay rubros en los
que estamos preparando protocolos para cuando llegue la posibilidad de
habilitarlos. Hay angustia en muchos dueños de negocios, sobre todo en turismo,
que es el más golpeado. Ven con mucha preocupación el hecho de no poder
trabajar, independientemente de los paliativos que ha dispuesto el gobierno
nacional. Estamos resolviendo de que manera podemos generar acciones que
permitan retomar la actividad sin que se nos desborden los contagios.
Los impuestos
progresivos siempre son los más equitativos y justos. Estoy de acuerdo en que
se les cobre a los que más tienen. Es equitativo en una sociedad donde mucha
gente perdió el trabajo
-¿Hay un punto límite para la ayuda del Estado?
-Hay una ayuda que ha sido muy importante del Gobierno con
créditos que han cubierto nominas salariales y créditos a tasa 0 para el sector
turístico. Nosotros nos enfocamos en otras acciones como la exención de
impuestos para los sectores que no han trabajado y el congelamiento de tarifas
eléctricas. También asistimos al sector del turismo con créditos muy blandos
del Consejo Federal de Inversiones.
-La ayuda es un paliativo. Es complejo mantenerlo en el
tiempo
-Llegamos con distintas medidas que no resultan suficiente
dada la magnitud de la crisis. Y también está la perspectiva de futuro, que por
más que se habilite la actividad es muy difícil que pueda tener el volumen que
era esperable. Es un panorama difícil que requiere de la ayuda del Estado, que
se viene dando, y que va a tener que sostenerse para poder garantizar que no se
caigan algunas actividades.
-¿Luego del parate económico de estos últimos dos meses,
tiene un número del déficit que ha sufrido la provincia por la falta de
actividad?
-Hoy no lo tenemos cuantificado porque todavía estamos
atravesando la pandemia. Tenemos los datos de los organismos oficiales como la
caída de la industria, que fue del 11,6%. Va a ser bastante mayor para el mes
de abril. No tenemos hoy mediciones que nos den un indicador de cómo ha
impactado la cuarentena porque todavía es muy corto el período de tiempo para
evaluarlo. En lo que son las finanzas, para atender los gastos del Estado
provincial, han tenido una caída muy importante. Que nos genera muchas
complicaciones para cumplir con los pagos de los salarios. Los salarios de más
de 155 mil pesos los terminamos de pagar el día 22. Esto tiene efectos sobre
otros rubros también.
-¿Cuáles?
-Las obras públicas, donde hay un relentización. Hemos
volcado los recursos al sistema de salud. Habilitamos un hospital en Paraná que
estuvo cerrado durante los últimos 4 años. Faltaba un 10% para terminar. Esto
nos permitió tener 21 camas más de terapia intensiva con respiradores y 60
camas de internación intermedia. Ahora vamos a habilitar otras 60 camas más.
Todo eso representa un esfuerzo económico y financiero muy grande. Desde las
finanzas públicas la situación es muy delicada. La recaudación de la provincia
cayó en un 50%.
-¿Salvando la situación institucional, hay algún punto de
contacto entre este momento y la última gran crisis que tuvo la Argentina que
fue la del 2001?
-No. Son cosas completamente diferentes. Esta crisis
presenta características que la hacen inédita. Porque no es una crisis que se
da solo en Argentina, se da en el mundo. No sabemos cuáles van a ser las
consecuencias porque la pandemia todavía está en fase de desarrollo. Se
complica también porque ya venía la economía argentina muy golpeada. Porque
hubo un endeudamiento brutal que ocurrió en los últimos 4 años y que nos dejó
sin capacidad de financiamiento externo. Y con una estructura de deuda que, si
no se revisa, va a ser imposible pagarla. Si uno suma todos estos componentes a
la pandemia, la situación es muy compleja.
-Argentina tenía el diario del lunes con la situación de la
pandemia en el mundo. Pudo ver lo que estaba pasando en España e Italia. ¿Luego
de este tiempo de aislamiento obligatorio que han cumplido los argentinos,
considera que había otra forma de llevar adelante este proceso que no sea con
la cuarentena estricta que se aplicó?
-No había otra manera. Lo demuestran los números. Si se hace
un paralelismo con los países que tomaron medidas tardías de aislamiento, la
letalidad del virus fue muchísimo mayor. Esto posibilitó que el grado de
contagio sea mucho más lento y que, por lo tanto, la letalidad también sea
mucho más lenta. Por otro lado, se preparó mejor el sistema de salud. Si no se
hubiesen tomado estas medidas los efectos de la pandemia hubiesen sido
devastadores. Y los efectos económicos también se hubiesen sentido. Porque el
temor que se genera en la población cuando hay un virus circulando iba a ser
que la gente no consuma o que muchos negocios, por propia precaución, cierren.
-¿Quiere decir que no hay dicotomía entre salud y economía?
-Ha habido algunas voces que piensan que hay que priorizar
la economía. Es una falsa dicotomía lo de economía o salud. Las dos cosas van
ligadas. La medida que se tomó fue acertada. Y hay que empezar a salir
progresivamente en la medida en que se vaya manteniendo un nivel bajo de
contagios, que es lo que estamos teniendo en muchas provincias, salvo en los
casos específicos de AMBA o algunos distritos puntuales.
Es un proyecto de la
diputada, no del Gobierno. Se pueden proponer muchos proyectos, pero lo
importante es cuando el Gobierno los propone y los envía al Congreso (sobre el
proyecto de Fernanda Vallejos)
-¿Cuál es la respuesta para aquellos que dicen que hay que
abrir la economía como sea porque sino muchos morirán de hambre en vez de por
coronavirus?
-Hay que hacer las cosas de manera progresiva. De hecho, se
están habilitando actividades en muchas provincias. Es falso plantear que la
gente se va a morir de otra cosa. También la gente deja de morir por accidentes
de tránsito o por gripe común. Porque va a haber muchos menos casos este año.
Hay muchas cosas que van a cambiar. No hay que ser taxativo con esta grieta que
se genera de cuarentena o anticuarentena. Hay que bregar por la salud de la
población. Esto es básico. Y después generar, en forma paralela, la
reactivación del sistema económico. Hay que hacerlo progresivamente porque sino
todo el esfuerzo de dos meses de medidas de aislamiento no van a servir para
nada. Y se va a desperdiciar.
-Se trabajó bien entre el gobierno y la oposición en las
primeras semanas de la cuarentena. ¿Que pasó en el medio de ese proceso para
que la discusión sobre la cuarentena caiga en la grieta?
-Los que tenemos responsabilidades institucional hemos
trabajado con un mismo criterio. Tanto gobernadores de la oposición como del
oficialismo. Lo mismo me pasa en la provincia. Los intendentes,
independientemente del partido que sean, tratan de resguardar la salud de la
población. Las diferencias surgen siempre de algunos sectores que están afuera
de la gestión y ven la posibilidad de generar acciones políticas que hoy no
encuentran una canalización de aceptación social.
-¿A qué se refiere?
-Se plantean estas posiciones para buscar generar
diferencias políticas. Pasa siempre. Pero no es lo que debería ocurrir en este
momento que hay una situación de salud pública que está en juego. Hay una
población que está expectante de que se resuelvan los problemas y no de que se
discuta. De todos modos, creo que es interesante el hecho de poder debatir los
temas y que no haya una posición única. Pero el hecho de plantearlo como algo
fundamental y alentar movidas públicas como lo de las cacerolas, no conduce a la
resolución de los problemas.
-Diferenciaba los que tienen responsabilidad de gestión de
los que no la tienen. El último fin de semana, después de la conferencia de
prensa en la que se comunicó la extensión de la cuarentena, intendentes, y
legisladores de Juntos por el Cambio le respondieron a Axel Kicillof, que
volvió a referirse a la gestión de María Eugenia Vidal. No son solo los que
están afuera de la gestión.
-Es normal. No es bueno que haya un pensamiento único.
Lógicamente podemos tener diferencias, que siempre van a existir porque
pensamos diferente y por eso estamos en espacios políticos distintos. Más allá
de estos hechos puntuales, en el contexto global de la pandemia se está de
acuerdo. Si vamos a evaluar, la decisión del Presidente de prorrogar la cuarentena
para el día 7 de junio ha tenido un apoyo unánime de todos los gobernadores y
del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. En lo macro estamos todos de
acuerdo.
Hay dirigentes que
han tenido una participación activa en el gobierno anterior y marcan de manera
sistemática, que hay que salir de cualquier forma de la cuarentena. Eso es muy
irresponsable
-Esta bien. Pero lo que le decía es que durante las primeras
semanas esas diferencias no surgieron. Hubo cierta armonía. Ahora aparecieron
rispideces entre el oficialismo y la oposición.
-Sí, pero una cosa son las rispideces que se dan en el marco
de un acuerdo y otra son las diferencias cuando se los plantea desde otro lugar
y con otra finalidad, que es la de generar una división en la sociedad. Eso no
está bueno y es lo que me preocupa. Hay dirigentes que han tenido una
participación activa en el gobierno anterior y dicen lo que se debería hacer.
Marcan, de manera sistemática, que hay que salir de cualquier forma de la
cuarentena. Es muy irresponsable. Me refería a esa dirigencia. No a la que
compartimos responsabilidades de gestión, más allá de las diferencias que
podamos tener.
-El gobernado de San Juan, Sergio Uñac, dijo en una
entrevista con Infobae que la pandemia creará una “nueva normalidad” en la
política argentina, en la que el oficialismo y la oposición confronten menos
que hasta ahora. ¿Comparte esa mirada?
Si. Yo entiendo que, independientemente de que se ha
generado un escenario nuevo, nosotros tenemos que trabajar mucho para lograr
que eso ocurra. Porque no se va a dar por generación espontánea. Sino que va a
ser fruto del trabajo y la voluntad que le pongamos quienes entendemos que hay
que superar las antinomias que no nos llevan a ninguna parte. No es avanzar
hacia un pensamiento único, es avanzar hacia la construcción de espacios
políticos donde se pueda convivir, con una oposición constructiva, con una
oficialismo que escuche, que atienda, que dialogue. Este es el futuro que
queremos la gran mayoría de los argentinos. Es una oportunidad la que tenemos
por delante.
-La mayoría de los gobernadores estuvieron en una posición
diferente a la del kirchnerismo en los últimos años. En las elecciones, el
peronismo se alineó. Los gobernadores fueron la base de la candidatura de
Alberto Fernández. ¿Existe hoy el albertismo?
-No. Lo que existe es un gran frente político que se
construyó para ponerle fin a un modelo que fracasó rotundamente en el país en
estos cuatro años. El Frente es heterogéneo, cada uno participó activamente en
el contexto electoral y en el de la gestión. Hay, independientemente de los
matices que podamos tener quienes integramos este frente, una conducción del
Presidente que ha sido muy marcada, sobre todo en la pandemia. Ha tomado
decisiones rápidas y oportunas. Esto genera un fortalecimiento del frente en el
que estamos. Más allá de los “ismos” que puedan existir dentro de la coalición,
la conducción del Presidente es clara.
¿La pandemia y la gestión del Presidente sobre la crisis
sanitaria sirvió para correr la idea de que quién era el líder del Gobierno, si
Alberto Fernández o Cristina Kirchner?
-Para nosotros siempre estuvo claro que fue un frente
integrado, con una fórmula donde cada uno cumplió y cumple un rol. Después cada
uno puede opinar y hacer las interpretaciones que considere. El Presidente ha
tenido un rol determinante en el manejo de la pandemia y también en el marco de
la reestructuración de la deuda, que es el otro gran punto que tenemos hoy para
resolver en Argentina. Evitar el default y poder tener en el futuro la
posibilidad de cumplir los compromisos, pero con el tiempo necesario para que
el país pueda producir y generar empleo, y no sobre la base de más ajuste
fiscal.
-Uno de los temas más polémicos de los últimos días fue la
propuesta de la diputada kirchnerista Fernanda Vallejos para que el Estado
participe de las acciones de las empresas a las que ayuda a enfrentar la
crisis. ¿Qué posición tiene al respecto?
-No conozco el proyecto. Es un proyecto de la diputada, no
es el proyecto del Gobierno. Aquí hay que ver las diferencias. Porque se pueden
proponer muchos proyectos, pero lo importante es cuando el Gobierno los propone
y envía al Congreso. Y esto, claramente, no ha sido propuesto por el Gobierno.
Entiendo que no está en agenda.
Hay angustia en muchos
dueños de negocios, sobre todo en turismo, que es el sector más golpeado
-El que si es un proyecto que está en la agenda del Gobierno
es el impuesto a la riqueza. ¿Comparte esa idea?
-Los impuestos progresivos siempre son los más equitativos y
los más justos. Y en el marco de una crisis que se provoca por un fenómeno
global como el que estamos viviendo, y donde hay que buscar recursos, los
impuestos que se apliquen tienen que tener esta progresividad. Estoy de acuerdo
en que se lleve adelante de manera progresiva el cobro de impuestos a quienes
más tienen. Esto me parece que es lo más equitativo en una sociedad donde
muchas personas han perdido su trabajo o la mitad de su salario. El esfuerzo
deben hacerlo los que más tienen.
-¿Cómo es la situación de los sector agrícola y ganadero,
fundamentales en la economía de la provincia?
-Los dos sectores han trabajado a pleno. Nunca han parado
sus actividades. La principal economía regional que hay en la provincia es el
sector avícola. Nuestros pollos se exportan a más de 60 países. En la provincia
se faenan un millón y medio de pollos por día. Se ha mantenido. Lo que es el
rubro frigorífico de carne vacuna también. Lo que es cerdo, que esta menos
desarrollado, viene creciendo. Todas las cadenas han funcionado. Lo que es
agricultura también. Las cosechas han finalizado. La soja no tuvo el mismo
rendimiento que el año pasado, que fue excepcional, pero estuvo muy bien. El
sector productivo ha podido llevar adelante sus actividades.
-¿Está preocupado por la circulación entre el AMBA y Entre
Ríos?
-Si. Me preocupa mucho, pero tampoco soy partidario de
bloquear la provincia. Hay que trabajarlo con mucha responsabilidad. Porque no
solo son las personas que ingresan desde AMBA, sino también son muchas personas
de Entre Ríos que van a AMBA a trabajar y vuelven. Estamos reforzando los
controles. En tres semanas tuvimos un solo caso. Es una persona que fue al
conurbano por una actividad comercial y volvió. Y cuando volvió contagió a dos
personas más. Ahí hicimos un bloqueo donde hubo más de 35 personas que
estuvieron aisladas y logramos mantenerlo.
Por Joaquín Mugica Díaz, Infobae
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