Piana: “Los entrerrianos no estamos dispuestos a rendirnos y que vengan a atropellarnos”
El ex senador provincial de Cambiemos y conocido dirigente del sector agropecuario de Chajarí, Miguel Piana, se refirió al conflicto por la propiedad de un campo de la familia Etchevehere y relató cómo fue el episodio en el cual junto a un grupo de productores intentó mediar con el grupo Artigas para desalojar el predio “Casa Nueva”.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda
(Radio De la Plaza), Piana planteó que “todo el mundo y todo el periodismo está
concentrado en la toma de un campo y nadie habla de lo que está pasando con un
dólar que en pocos días se fue de 140 a 203, Con un Banco Central sin reservas
y tantas cosas que pasaron en pocos días que la gente no se dio cuenta porque
todos estaban concentrados en lo que pasaba en el campo de Etchevehere”.
“Colapsó el sistema de salud en muchos lugares, y en el
medio de todo eso aparece (Juan) Grabois, Victoria Donda y otra funcionaria de
derechos humanos y hacen ese simulacro,
ese circo, en la provincia de Entre Ríos sin saber qué tierra estaban pisando,
patoteando nuestra soberanía”, cuestionó.
“De la familia Etchevehere, de Luis Miguel, Juan Diego y
demás, a lo mejor estoy más lejos que los que están ahí adentro de la
estancia”, planteó.
Sobre la movilización del sector productivo en este
contexto, sostuvo: “Venimos a defender la propiedad privada, no importa de
quien sea; porque acá arrancaron con Vicentin y buscaron dos firmas
emblemáticas que despiertan en la sociedad amor y odio al extremo, y mientras
tanto en todo el país se fue sembrando esa idea de que se puede usurpar y hoy
tenemos 14 provincias donde están usurpando desde pequeños terrenos”.
Como ejemplo, mencionó que “en el Conurbano bonaerense el
otro día un pibe de 17 años creyó que podía apoderarse de un terreno de un
vecino que se defendió a los tiros y lo mató” y lamentó: “Pobres pibes, cuando
hacen uso de los pobres para seguir manteniéndose en el poder y ser cada día
más ricos, me rebela”.
“No los veo a Victoria Donda ni a Grabois ni a los
funcionarios de derechos humanos defendiendo a los pobres formoseños que
estando a 400 metros de su casa no pueden cruzar el río hace siete meses y están
esperando entrar a su provincia, y recién el 18 de diciembre los van a dejar
pasar, y mientras están durmiendo debajo de un acoplado, de lonas; y allá no se
hace usurpación de tierras porque son del rey”, se quejó Piana.
“La sociedad tiene que empezar a despertar porque si no
vemos esas cosas nos estamos rindiendo de a poco. Yo no estoy dispuesto a
rendirme, como tampoco estamos dispuestos a rendirnos los entrerrianos para que
vengan a atropellarnos y quitarnos el terreno, la casa o lo que sea. Porque
esos pobres que hoy necesitan, son los pobres los han fabricado para seguir
manteniéndose en el poder”, reflexionó.
Agregó que en el conflicto Etchevehere “mezclaron todo con
todo, cuánto daño le hace a la provincia de Entre Ríos, a la Justicia y al gobernador
a quien le tengo mucho respeto, pero quedó como pintado”. “Se ríen hasta de la
policía, por cómo les pasaban la mercadería, y todas estas cosas a los
entrerrianos nos indigna”, acotó.
Sobre el episodio en el cual un grupo de productores –entre
ellos Piana- intentó mediar con el grupo Artigas y Dolores Etchevehere, contó:
“A las dos de la tarde la gente de afuera estaba impaciente y quería entrar (al
campo), mientras algunos les pedíamos que no avancen, hasta que llegó la
noticia de que el juez se había de su despacho y los dos fiscales no habían
podido ingresar porque el despacho estaba con llave; y ahí algunos agarraron
tractores, tenazas, camiones y querían atropellar por cualquier lado hasta que
se los pudo sujetar. Al rato avisaron que el juez había vuelto y que iba a
resolver para la tarde, pero cuando bajó el sol y no había definición a la
gente ya no se la podía parar más y eso se iba a convertir en una carnicería y
en una guerra de pobres contra pobres, y por eso surgió la idea de que un grupo
vaya a hablar con quienes estaban adentro para pedirles si se querían ir”.
Relató que “en una especie de asamblea abierta se eligió a
tres personas, y uno de esos fui yo. Llegamos con una camioneta a unos 100
metros de un portón y caminamos en plena oscuridad, que creo que fueron los 100
metros más largos de mi vida, porque no sabíamos con qué nos íbamos a
encontrar. Al llegar al portón nos acompañaron unas siete u ocho personas de la
Infantería, cuidándonos un poco, y allí se prendieron tres reflectores que eran
de tres cámaras que estaban filmando todo. Creo que era el señor Taboada y
conté 38 personas, nos atienden muy bien, preguntaron qué queríamos y le dijimos que afuera había un clima muy
tenso, que la gente quería entrar y que queríamos evitar a cualquier precio que
entren. Que si ellos tenían idea de salir, les garantizábamos que nadie los iba
a tocar, ni a agredir ni a insultar”.
“Ahí la llamaron a Dolores Etchevehere, que no sabíamos que
estaba adentro del campo, y cuando ella se acercó iba a apareciendo más gente y
nos encontramos con que había muchísima gente. El diálogo fue muy corto, nos
preguntó quién nos mandaba, qué queríamos y nos dijo que nadie le podía decir
que se fuera de su casa y que iba a catar lo que dijera la justicia. Fue un momento
muy tenso, a lo largo de las luchas agrarias y sociales he tenido momentos
difíciles, pero este fue quizás uno de los más difíciles porque estábamos en
plena oscuridad, no sabíamos cuántos eran y de donde podía venir nada. Se
cortaba el aire”, concluyó.
Analisis
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