Varón trans dará a luz al bebé de su pareja


La pareja expresa su felicidad ante la inminencia del parto.

Con un primer hijo creciendo en su vientre, Franco Di Pietro (28), es una de las personas gestantes de la que habla el proyecto de legalización del aborto que comenzó a debatirse en el Congreso, ya que también los varones trans, las personas intersexuales y de género fluido pueden tanto embarazarse y parir como querer interrumpir ese proceso.

La madre del niño que nacerá a fines de abril es otra persona trans, Hannah Palacios (44), con quien Franco está en pareja hace un año y tres meses.

«Nuestro hijo fue gestado de forma natural, como lo hace cualquier otra pareja cisgénero que está buscando tener un hijo sin necesidad de recurrir a la fertilización asistida», contó Franco en la charla que mantuvo con Télam en el patio de la Casa Trans donde Hannah trabaja como promotora de salud.

«Fue cuestión de hacer todos los pasos, mantener el estrés bajo y buscar la fecha de mayor fertilidad», agregó detrás de un barbijo del que sobresalía su barba.

La única diferencia respecto a una pareja heterosexual convencional, fue que Franco tuvo que «suspender el tratamiento hormonal» que venía haciendo hace unos cinco años «y esperar unos cuantos meses hasta volver a producir óvulos y menstruar», según explicó. «Recién ahí mi cuerpo estuvo preparado, porque si no hubiese sido imposible», dijo mientras acariciaba su panza que aún pasa desapercibida. Y si bien individualmente siempre habían tenido el deseo de tener hijos; Franco y Hannah nunca habían imaginado formar una familia con otra persona trans, hasta que se conocieron y enamoraron.

«Tampoco pensé que iba a tener que ser yo el cuerpo gestante, porque si hubiera sido con una mujer cisgénero estaba la posibilidad de la inseminación y que gestara ella. Pero bueno, me enamoré de Hannah, surgió, vimos que era posible y le dimos para adelante», aseguró Franco.

Conscientes de la gran cantidad de prejuicios que siguen activos en la sociedad y de la escasa receptividad del sistema de salud a las corporalidades disidentes, Hannah y Franco también resolvieron que estaban dispuestos a enfrentar todas las miradas y las preguntas incómodas que vinieran. «Yo a veces digo que ‘voy a ser mamá’ y alguna gente me responde ‘no, vas a ser papá’. Incluso dentro del mismo ambiente, cuando digo ‘es mi marido y está embarazado’ me dicen ‘¿pero vos no te hiciste trans porque te gustan los hombres cisgénero?’. Y ahí yo les explico que no pasa por los genitales, pero la gente todavía está muy cerrada», dijo Hannah.

Otro tanto pasa en los centros de salud. «Cuando íbamos juntos al hospital para que él se haga los análisis me preguntaban a mí si estaba embarazada, y yo les decía ‘yo no, él’ y me quedaban mirando. También después de hacerle una de las primeras ecografías, el médico salió y me hablaba solamente a mí y cada tanto decía ‘¿o no, Franco?'», contó Hannah.

Franco cuenta que «en las salas de espera siempre son todas mujeres y yo» y su condición de embarazado se hace más evidente en cuarentena, cuando las consultas son individuales. «Cuando dicen ‘la siguiente’ y voy yo solo, ya sentís las miradas. Algunos se ríen y tiran algún que otro comentario, pero yo trato de ignorarlo y no tomarlo personal. Una sola vez, un hombre y una mujer cisgénero me empezaron a dar charla, me felicitaron y me quedé explicándoles. Pero la mayoría prefiere quedarse en el murmullo, en juzgarte con una sola mirada, sin hablar», contó Franco.

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