“No se puede andar coqueteando con la muerte”, advirtió Chagas
El dirigente del PJ concordiense Juan Carlos Chagas hizo un llamado de atención frente a la conducta de la población en general, pero en particular en Paraná y Concordia, donde no hay respeto por el distanciamiento social y las fiestas clandestinas están a la orden del día
"Pareciera que hay un juego de seducción y desafío a la
muerte y de repetirse estos escenarios, vamos a convertir a nuestras ciudades
en verdaderos cementerios gigantes", sino se respetan las medidas que
dictan las autoridades sanitarias en cada lugar y aplicables en toda la
provincia.
El dirigente con larga trayectoria en el justicialismo
nacional y provincial relató que en su ciudad, Concordia, se ha atentado contra
la policía en diversos operativos para intervenir en fiestas clandestinas
celebradas en las afueras, como en el caso de Villa Zorraquin.
Los patrulleros y personal de inspección municipal fueron
"corridos a las pedradas", en "una muestra de barbarie y
salvajismo", que averguenza "si se tiene en cuenta que esos
servidores públicos concurrieron al lugar para desalentar a los festejantes.
"Cuando uno es joven cree que es inmortal y que nada le
va a ocurrir, pero en esta coyuntura de pandemia todos podemos ser alcanzados
por el contagio. Además, hay que pensar en el otro -dijo Chagas- y saber que no
podemos manejarnos a nuestro antojo. En ningún orden es así. Las comunidades
tienen parámetros de conductas individuales y colectivas para todo, y que hay
que respetar. Si no, somos anárquicos".
Recordó que hay un libro del portugués José Saramago,
"Las intermitencias de la Muerte", cuya trama ficcional plantea que
un día la propia muerte 'no trabaja' y se interrumpen entonces los decesos.
"Esa situacion excepcional y asombrosa se puede
presentar pero al revés. Nos empezamos a morir todos, sin que nadie logre
frenarlo. Esto puede llegar a ocurrir si seguimos manejándonos como hasta
ahora".
En las últimas horas, circuló una foto donde a bordo de una
embarcación en Paraná, aparecen en su cubierta una treintena de chicos
"que se muestran alegres y festivos, pero no se sabe si no están
celebrando el comienzo del fin por los riesgos de contagio que ello
supone", dijo con hondo dramatismo.
Con dureza cuestionó que no se respete el accionar de la
justicia en determinadas situaciones, como en un reciente intento de usurpacion
de tierras en Concordia, o que se les cierre la puerta en la cara a los
inspectores municipales que van a clausurar fiestas y reuniones.
"A las autoridades provinciales, municipales, de la
justicia y de seguridad hay que respetarlas y ayudarlas en su cometido. Están
para cuidarnos. De lo contrario terminaremos todos en el cementerio si seguimos
coqueteando con la muerte", pronosticó.
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