Récord de muertes por coronavirus en San Pablo
Con parques y playas cerrados, el gobernador Joao Doria decretó que las personas que no cumplen labores esenciales se queden en casa para evitar contagios y que los oficinistas trabajen a distancia.
Mientras persiste la tensión política y social en Brasil por
los elevados números de muertes diarias por la pandemia de coronavirus y los
colapsos sanitarios en varias ciudades producto, según la oposición, del
errático manejo de la situación por parte del gobierno de Jair Bolsonaro, San
Pablo inició dos semanas de restricciones severas, con toque de queda nocturno.
San Pablo, el mayor centro económico de América latina,
empezó dos semanas de restricciones severas contra la pandemia, con toque de
queda nocturno, en momentos en que sus cifras marcaron un nuevo récord de
muertes: 679 en las últimas 24 horas en el estado.
La más alta cifra anterior había sido el viernes pasado, de
521 muertes, según la estatal agencia Brasil.El país tuvo 2.841 fallecidos en
las últimas 24 horas, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia, 555 más
que en el récord anterior del miércoles pasado, lo que confirma los más graves
vaticinios.
Con un promedio diario de 1.841 muertes en los últimos siete
días, Brasil es el epicentro de la pandemia, con cuarentenas en todos los
estados y colapsos hospitalarios en varias regiones, sobre todo en la región
sur y en la frontera con la Argentina, y el cambio de ministro de Salud
ejecutado no parece presagiar cambios en las políticas del área.
San Pablo es el estado con más muertos, aunque en términos
relativos está menos afectado que Rio de Janeiro, Amazonas o Brasilia
"La política es del gobierno Bolsonaro, no del ministro
de Salud; el ministro de Salud ejecuta la política del gobierno, vamos a buscar
las soluciones, pero no hay una solución mágica”, advirtió hoy el flamante
ministro, Marcelo Queiroga.
La orden que confina a los residentes paulistas en sus casas
se inscribe dentro de la "fase de emergencia", la más estricta,
decretada el jueves por el gobernador Joao Doria para enfrentar el que definió
como "el momento más crítico" de la pandemia, que ya dejó casi
280.000 muertos en el gigante latinoamericano, una cifra solo superada por
Estados Unidos.
El cierre pareció cumplirse con obediencia, aunque hubo
aglomeraciones en el transporte público, según la agencia de noticias AFP.
"Creo que todo sigue igual, el metro estaba como
siempre", dijo Elisa, de 33 años, quien salió temprano hacia la empresa de
diseño en Pinheiros, en el oeste de la ciudad, donde hace trabajos de limpieza.
La gobernación ordenó que personas como ella, que no cumplen
labores esenciales, se quedaran en casa para evitar contagios en momentos en
que los hospitales se acercan al colapso: en el estado más rico de Brasil,
donde viven 46,2 millones de habitantes, el 89% de las camas de terapia
intensiva está ocupado.
Hasta fin de mes los parques y las playas estarán cerrados,
los oficinistas deben trabajar a distancia y las autoridades pidieron reducir
las clases al mínimo imprescindible, entre otras medidas.
"Yo tengo que venir a trabajar; si no vengo, los
patrones simplemente me dirían: 'andate'; como las cosas están difíciles, sigo
aquí", apuntó Elisa, cuyo nombre fue cambiado para evitar posibles
represalias.
Sin salario, sería desalojada por no poder pagar el alquiler
de su casa, donde vive con su hija adolescente, y si no va a la empresa, la
despiden, contó.
En la zona comercial de Pinheiros, la mayoría de locales
estuvo cerrada. Algunos restaurantes tuvieron las puertas entreabiertas, a la
espera de iniciar los repartos a domicilio, su única fuente de ventas ante la
prohibición de pedir para ir a buscar al local.
Por las vías de Jardim Paulista circulaba un número reducido
de transeúntes. La actividad de esa zona residencial y empresarial estaba en
sus mínimos, contrariamente a otras zonas donde las restricciones no estaban
siendo respetadas.
Entre el viernes y el domingo, cuando regía una fase menos
estricta, las autoridades encontraron casi 200 locales infringiendo las
restricciones.
San Pablo es el estado con más muertos (64.223), aunque en
términos relativos está menos afectado que Rio de Janeiro, Amazonas o Brasilia.
Este lunes, el gobernador Doria dejó planear la posibilidad
de una cuarentena estricta en caso de que no haya resultados en la "fase
de emergencia".
Su otrora aliado Bolsonaro se opone a los cierres por su
impacto económico, al tiempo que minimiza la pandemia y critica las vacunas.
La salida del ministro de Salud
La crisis sanitaria provocó la salida del ministro de Salud,
el general Eduardo Pazuello, quien fue reemplazado por el cardiólogo Queiroga,
el cuarto titular del área desde que se inició la pandemia en Brasil, el 26 de
febrero de 2020.
Queiroga hizo hoy declaraciones en el sentido de que
ejecutará la política que decida el mandatario, lo que supone escasos cambios,
aunque expreso que Bolsonaro “está preocupado” por la situación y “pensando en
todo esto continuamente”.
“El ministro Pazuello ha trabajado arduamente para mejorar
las condiciones sanitarias de Brasil y yo he sido convocado por el presidente
Bolsonaro para dar continuidad a ese trabajo", afirmó el nuevo ministro,
según la agencia DPA.
Instó además a la "unidad nacional" para vencer al virus. "Vine para trabajar por Brasil con el resto de los ministros de Bolsonaro", enfatizó.
El propio Bolsonaro, mientras, pidió a las organizaciones
financieras internacionales más acciones para apoyar "de manera decisiva y
coordinada" los esfuerzos de los países sudamericanos para abordar la
pandemia, durante la VI Reunión Extraordinaria de Presidentes del Foro para el
Progreso de América del Sur (Prosur).
“La acción de los estados soberanos para mitigar los efectos
nocivos de la Covid-19 en la economía y la sociedad ha demostrado ser decisiva.
También hemos contado con el apoyo fundamental de instituciones crediticias
internacionales aliadas a nuestra causa”, destacó Bolsonaro.
Con el record de este martes, Brasil suma 282.127 decesos
por Covid-19, una cifra que exhibe una suba acelerada desde inicios desde
febrero. El Ministerio de Salud también reportó 83.926 contagios en las últimas
24 horas, la segunda cifra más alta desde el inicio de la pandemia, en febrero
del año pasado, para un acumulado de 11.603.535.
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