Un enfermero y su esposa están detenidos por robar vacunas y venderlas en su domicilio
Dante Daniel Díaz (42). El enfermero está detenido y acusado de robar vacunas para venderlas en su domicilio de Santiago del Estero.
El momento del robo fue captado por las cámaras de
seguridad. En el domicilio del sospechoso hallaron 268 dosis de Sputnik V, 14
de Sinopharm y una de Covishield. También había 510 vacunas contra otras
enfermedades.
Un enfermero del área de Inmunización del Ministerio de
Salud de Santiago del Estero fue detenido este domingo, acusado de robar
vacunas contra el coronavirus y otras enfermedades.
Las dosis estaban custodiadas bajo llave por el Ejército
argentino. Según informó Nuevo Diario Web, las autoridades de la provincia
advirtieron el faltante de vacunas, que estaban guardadas en un lugar blindado
al que pocas personas tienen acceso, y las sospechas cayeron sobre el personal
habilitado para ingresar en ese lugar.
La jefa del área responsable, María Florencia Coronel,
realizó la denuncia correspondiente, por lo que intervinieron detectives de la
división Homicidios y Delitos Complejos de Santiago del Estero.
Los investigadores revisaron las cámaras de seguridad y
detectaron que un enfermero, identificado como Dante Daniel Díaz (42),
encargado del control sanitario, sustrajo dos cajas con vacunas.
Ana Cecilia Vittar, jueza de Control y Garantías, emitió una
orden de allanamiento y el sospechoso fue aprehendido este sábado en su
domicilio ubicado en Necochea 663 de la capital provincial.
En el allanamiento, los efectivos secuestraron 268 vacunas
Sputnik V, 14 Sinopharm y una Covishield. También había 510 dosis de vacunas
contra otras enfermedades, un revólver, insumos de enfermería y elementos de
informática.
El enfermero está acusado de hurto agravado y adulteración
de sustancias medicinales (artículo 163 inciso 5 y artículo 200 del Código
Penal) en perjuicio del Estado de Santiago del Estero.
La esposa del enfermero, identificada como María Angélica
Coronel, también está detenida por orden judicial. Coronel es educadora
sanitaria y trabaja en la atención al del 107.
Desde el Ministerio de Salud santiagueño afirman que el
traslado de las vacunas secuestradas se realizó “con las medidas de seguridad
correspondientes, para no interrumpir la cadena de frío”.
La hipótesis que manejan los investigadores es que Díaz y
Coronel montaron un “vacunatorio paralelo” en su domicilio. En ese lugar, los
sospechosos poseen un consultorio, donde hallaron residuos patógenos y una
considerable suma de dinero en efectivo, oculta en una conservadora.
De acuerdo con medios locales, el enfermero y su esposa
cobraban grandes sumas para inocular a las personas contra el Covid-19.
Ahora, la Justicia investiga para determinar quiénes fueron
los que se vacunaron de manera irregular. Los investigadores disponen de
información que revelaría los números telefónicos y turnos asignados a cientos
de personas. Afirman que, de ser identificados, podrían resultar detenidos.
Otras dos personas que habrían colaborado con la pareja de
sospechosos están prófugos.
La Voz
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