Mozo de Federación debe hacer todo tipo de changas para sobrevivir
Juan Pablo Versali cumple 25 años formando parte de la familia de la Gastronomía en la ciudad de Federación.
"Trabajando de mozo la llevo de taquito. Mi trabajo me
llena de felicidad, mi actividad laboral la sé hacer muy bien. Me gusta, me
divierte y me llena de satisfacción porque es como todo, cuesta, pero logré
aprender a convivir con mis compañeros, con los propietarios y entregarnos por
completo al cliente.
“Se extraña todo en pandemia, para nosotros es difícil, pero
para las chicas y muchachos que viven de todo lo que acompaña a la gastronomía
es mucho más complicado".
Juan Pablo cuenta sus comienzos a los 17 años y cómo lo vive
hoy con 42 años, alienta a los jóvenes como también a su hija Maia Versalli que
hoy está arrancando en la actividad con los mismos años de edad de cuando él comenzó:
"cómo era muy vago para estudiar, a los 17 años mi mamá
me inscribe en un curso de mozo y cocina que lo organizaba la municipalidad de
Federación, cuando recién arrancaban las Termas y abrace con mucha pasión el
rubro. Empecé en el comedor Las Azaleas con Juan Carlos González y Mirta
Saldivia, que me abrieron las puertas, en ese momento era un lugar donde se
comía muy rico, todo fresco, natural y casero lo que lo hacía de primera
calidad, ahí aprendí a trabajar de mozo.
"Me siento uno de los pioneros en la gastronomía;
fuimos los que aprendimos atendiendo, arrancamos con los desafíos que nos
proponía el alumbramiento termal, recibíamos a una gran masa de turistas
trabajando muchas veces entre 12 o 14 horas por día, a veces no veíamos el sol
porque salíamos a las 17 horas para bañarnos y luego le metíamos hasta las 2 de
la mañana”.
“Cómo todo comienzo había demoras con la comida o en atender
unas mesas, pero logramos de menor a mayor crecer para posicionarnos en la
actualidad con tiempo ideal, para esto le metimos las horas que eran
necesarias. Actualmente estoy en "Restaurante y Parrilla Antigua
Ciudad", en oferta gastronómica está entre los mejores en excelencia: por
el equipo de trabajo, la cocina, atención y las comodidades del local con
excelentes servicios. Con la muy buena convivencia con los propietarios, que
siempre están presente cuando necesitamos, brindamos una oferta muy difícil de
igualarnos. Hace 18 años que estoy en Antigua Ciudad, siempre agradecidos con
los propietarios porque siempre están presentes" indico.
Por FM NUEVA 98,7 Juan Pablo siguió diciendo:
"El empleado gastronómico la viene pasando muy mal en
Pandemia, el año pasado fue difícil y este viene mucho más difícil todavía. Hay
incertidumbres, la pasamos muy mal.
Yo en particular estoy trabajando de pintor además de ir
agarrando alguna que otra changa que va apareciendo. Los que estamos en blanco
vamos a cobrar lo que corresponde, debemos tener en cuenta que nuestros salarios
están demasiados bajos; trabajando 8 horas por día llegas a $40000 pesos por
mes. Los sueldos están re contra mil bajos, 1 kg de carne está casi $1000
pesos, si no fuera por la propina, que es un sueldo y medio más en el mes, no
es fácil mantenerte exclusivamente viviendo de esto”.
El mozo que ocupa el podio en su rubro en el ámbito local,
señaló:
"El bajo sueldo del gastronómico se va en la luz, el
alquiler, impuesto y ya no tenes más sueldo. Con la propina vivís; comes, uno
se compra ropa y además tiene otros gastos generales. Eso es gracias al lugar
donde trabajo. Pero el gastronómico en general la está pasando muy mal, porque
inclusive viene arrastrando deudas y muchos no tienen posibilidad de insertarse
rápidamente en otro oficio que le dé una ligera salida laboral y así generar
ingresos durante el cierre del sector gastronómico".
En el programa radial "En Boca de Todos", siguió
diciendo:
"Para ser un buen mozo va todo de la mano. Hay que exigir
una buena predisposición desde que el cliente abre la puerta del restaurante,
ahí empieza a jugar hasta la propina. Después juega el carisma y la atención.
Nosotros tenemos la mayoría de los turistas que ingresan de Buenos Aires, ellos
toman un café y dejan propina. Te imaginas cuando almuerzan y están bien
atendidos, son propineros, ellos deben sentirse siempre bien para que también
siempre vuelvan" explico.
El referente de los trabajadores gastronómicos marco la
necesidad de una actitud creativa de parte de los funcionarios: "El estado
debería tirarle un salvavida al empleado gastronómico, pero veo que no hay
reacción. Hay muchos que sostienen la
familia y tienen hijos. Aveces no tienen ni para la leche o comida en la mesa.
No nos merecemos eso, la gastronomía le dió mucho a la ciudad de Federación
hasta trabajando días sin descanso para atender al turista.
Vemos que la plata de las termas no está más, cómo no va a
ver un bono para que puedan ir al supermercado y que después se vea si debería
devolver o no. No digo que nos regalen. Hay de todo, en muchos casos los
patrones se borraron y después vuelven como nada" concluyó.
En la parte final relato:
"La familia gastronómica está ansiosa por volver a
trabajar, deseamos que pronto esto sea parte de la historia y podamos volver a
recibir turistas de todo el país como lo hicimos durante tantos años"
concluyó.
Carlos Detona
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