Archipiélago de Juntos por el Cambio: quién es quién en la disputa interna de la coalición opositora


La pelea nacional que anticipa las presidenciales del 2023, el panorama en la provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Cómo sigue la discusión en el Congreso.

A principios de mes, en una entrevista por TN, Mario Negri, dio una definición gráfica del problema que enfrenta Juntos por el Cambio: “O somos un archipiélago, o una coalición”, advirtió el jefe del bloque radical en la Cámara de Diputados.

Para el 2023 falta una eternidad, coinciden todos, y sin embargo... la carrera comenzó. Juntos por el Cambio tiene una característica que le aporta tanto beneficios como grandes riesgos: la coalición no tiene un único líder.

Esa falta de un único líder dificulta la cohesión, genera ruidosos choques entre las partes y complica la posibilidad de un funcionamiento aceitado, pero al mismo tiempo oxigena el debate y favorece la ampliación del espacio. Así lo demostraron las elecciones del 2021, en las que Juntos por el Cambio tuvo PASO en todo el país con resultados muy positivos, aunque no faltaron heridos.

Hay otro punto en el que coinciden también en todos los sectores de la coalición: durante el próximo año y medio, los miembros de Juntos por el Cambio no serán los únicos actores de la interna de Juntos por el Cambio. El Gobierno apostará muy fuerte y trabajará muy fuerte para la ruptura.

La pelea nacional de Juntos por el Cambio

Existe una fórmula introductoria muy utilizada en las encuestas de opinión: “Si las elecciones fueran hoy...”. Hoy, a principios del 2022, a más de un año y medio de una elección, Juntos por el Cambio camina derecho a una PASO presidencial.

Horacio Rodríguez Larreta va a ser candidato a Presidente.

El último movimiento del jefe de Gobierno porteño en clave interna fue la (casi) incorporación del diputado Emilio Monzó como otro de sus armadores: peronista, dialoguista, Monzó se perfila como una buena herramienta para ampliar la base sobre todo hacia el lado del PJ no kirchnerista.

El jefe de Gobierno porteño tiene justamente como principal vidriera su gestión en la Ciudad de Buenos Aires. Pero también demostró el año pasado pisar fuerte en la Provincia de Buenos Aires. Larreta fue quien definió finalmente la fórmula de candidatos que triunfó en las PASO del 2021 en suelo bonaerense con Diego Santilli a la cabeza.

Larreta se encontró este sábado en Villa La Angostura con Mauricio Macri, que sigue con recelo los últimos movimientos del jefe de Gobierno porteño. Según señalan cerca del exmandatario, Macri descarta hoy una nueva candidatura a Presidente.

Pero cuesta definir el rol del exjefe de Estado: ¿Ordenador? ¿Fuente de consulta? Más allá de la respuesta, en el PRO aseguran una cosa: Macri no está para nada retirado.

La distinción entre “halcones” y “palomas” del PRO es tan arbitraria como pertinente. Ni los halcones son kamikazes sin habilidades de comunicación, ni las palomas son monjes budistas. Pero sí existen sectores más duros y sectores más calculadores a la hora de moverse o salir al cruce.

Y Patricia Bullrich definitivamente se instaló como la dura de Juntos por el Cambio. Si bien, para mantener la paz interna, se bajó el año pasado de la competencia en la Ciudad de Buenos Aires, la campaña le otorgó una importante proyección nacional.

La titular del PRO, que también está apuntada para la pelea por la presidencia en el 2023, considera que fue el discurso de los halcones el que determinó el importante triunfo nacional en las elecciones del 2021.

Como el año pasado, Bullrich comienza esta semana una gira por la Costa Atlántica que algunos consideran el inicio de una larga campaña. Consciente del peligro que podría significar en la competencia del 2023, la titular del PRO también hace guiños al liberalismo, algo que enojó a sus otros socios de Juntos por el Cambio.

Tan lejos del 2023, pronosticar una fórmula resulta imposible, pero lo seguro es que la Unión Cívica Radical no se quedará afuera de la pelea presidencial. Un dirigente en particular levantó el perfil en las últimas semanas: Gerardo Morales.

El gobernador de Jujuy es una mezcla de hombre duro con diálogo. Por su negociación con el Gobierno en torno a la reunión frustrada con Martín Guzmán, durante enero mantuvo cruces durísimos con los halcones del PRO, incluida Patricia Bullrich. No obstante, el radical no le escapa a ninguna confrontación con el oficialismo.

Morales se erigió como presidente de la UCR a nivel nacional (sobre figuras “renovadoras” como Martín Lousteau) e integra el tridente de mandatarios radicales con Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes). El jujeño ya manifestó en reiteradas oportunidades sus intenciones de ser Presidente de la Nación.

Pero Juntos por el Cambio tiene una tercera pata fuerte: si bien la Coalición Cívica no parece hoy anotada para la pelea por el sillón presidencial, sigue siendo un sector relevante para el funcionamiento de la coalición. Casi todos quieren a Elisa Carrió y casi todos le tienen un poquito de miedo.

La pelea de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires

La elección del 2021 dejó dos datos centrales en la provincia de Buenos Aires: por un lado, el radicalismo volvió a pisar fuerte en el principal distrito electoral del país; por el otro, la salida de María Eugenia Vidal abrió un espacio de disputa en el PRO.

Maximiliano Abad es una figura poco conocida para el público en general, pero relevante para la política provincial. En marzo del año pasado ganó una dura elección interna y se convirtió en el presidente de la UCR local.

Abad movilizó luego al radicalismo detrás de la figura de Facundo Manes, que -aunque perdió ante Diego Santilli- hizo una buena elección en las PASO y sobre todo en el interior de la Provincia. Con estos antecedentes, la UCR siente que volvió a la disputa con el PRO.

Por otra parte, el pase de María Eugenia Vidal a la Ciudad de Buenos Aires le quitó al PRO una referencia indiscutible en la Provincia y abrió el juego a una nueva disputa de liderazgos.

Rumbo a la pelea por la gobernación suenan distintos nombres: el vidalista Cristian Ritondo (jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados nacional); el diputado Diego Santilli; y el intendente de Vicente López con pedido de licencia, Jorge Macri, que hoy trabaja con Larreta en la Ciudad.

Los intendentes del PRO serán claves en cualquier ecuación rumbo al 2023. A fines del año pasado, el vidalismo tuvo un duro enfrentamiento con los jefes comunales por el proyecto que finalmente habilitó la re-reelección de intendentes bonaerenses.

La pelea de Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires

Mientras Rodríguez Larreta avanza con su proyecto nacional aparece en el horizonte la pelea por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por historia, el bastión principal de Juntos por el Cambio. El panorama, hoy, está poco definido.

Martín Lousteau -del llamado radicalismo “disidente”- fue durante años la principal amenaza para el PRO porteño, pero el senador funciona ahora bajo la órbita del Horacio Rodríguez Larreta.

Tampoco es seguro que Lousteau -que mantuvo una feroz interna con Gerardo Morales por la presidencia de la UCR- no tenga en la mira un objetivo “más nacional”, advierten en la Ciudad.

Al mismo tiempo, la elección del 2021 marcó el retorno a la Capital Federal de María Eugenia Vidal, vicejefa de Gobierno durante la administración de Mauricio Macri.

El último año, a Juntos por el Cambio se le abrió nuevo frente en el territorio porteño: los “liberales” de Javier Milei, que hizo una muy buena elección y con quien la coalición opositora comparte parte del electorado.

Juntos por el Cambio también sumó a figuras liberales, como Ricardo López Murphy. Enfrentará en el próximo año y medio el desafío de integrar una oferta electoral diversa compuesta por el PRO “halcón”, el PRO “paloma”, la UCR (en sus versiones más tradicionales y “juveniles”), la Coalición Cívica y el liberalismo.

La pelea de Juntos por el Cambio en el Congreso

En la Cámara de Diputados está la gran prueba para el equilibrio interno de Juntos por el Cambio y es donde más se evidenció la fragmentación de la coalición.

La interna de la Unión Cívica Radical a nivel partidario, que finalizó con Morales de presidente y una “tregua” con Lousteau (que integra la conducción), llevó a la fractura del bloque radical en Diputados.

Hoy hay dos bancadas de la UCR en la Cámara Baja: una, mayoritaria, comandada por Mario Negri y otra, minoritaria, por Rodrigo de Loredo (del sector de Lousteau). Tras la tregua a nivel partidario, se abrieron negociaciones para la reunificación. Hoy, esa posibilidad sigue lejos.

En el PRO, que conduce el vidalista Cristian Ritondo, también está muy marcada la diferencia entre los halcones y las palomas, donde hubo fuertes pases de factura por el papelón en la votación de Bienes Personales, por la ausencia de diputados.

Juntos por el Cambio no tiene ahora jefe de interbloque. Como el PRO es el sector con mayor número de diputados, Ritondo es el que tiene más chances de ocupar el puesto. Se definiría antes de marzo.

Al PRO y a la UCR fragmentada y a la CC se suman, además, pequeños bloques minoritarios como el del liberar Ricardo López Murphy, o el integrado por Emilio Monzó y Margarita Stolbizer.

El Congreso también es el escenario de potentes figuras “emergentes” de la última elección: el senador cordobés Luis Juez, la senadora santafecina Carolina Losada, y el diputado entrerriano y exministro nacional Rogelio Frigerio.

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