Un pueblo entrerriano debió esperar 20 años para que le reparen el tanque de agua


Circunstancias que parecen sacadas de una película de ficción.

En la comunidad de Pueblo Belloq, situada a la vera de una tradicional estación ferroviaria denominada “Las Garzas” en Entre Ríos, tuvieron que esperar 2 décadas para que reparen el único tanque de agua que abastece a 100 familias.

Pareciera un relato novelesco, pero no lo es.

 El programa televisivo “Desde el Quincho”, en una de sus tradicionales recorridas por el departamento Paraná Campaña, llegó hasta Pueblo Belloq – ex paraje Las Garzas, a tan solo 90 km de la capital,  para entrevistarse con las autoridades del lugar.

Daniela Godoy es quien preside la Comuna, junto con Patricia Passi (Secretaria) y Sebastián Rinaldi (Asesor en Comunicación), se encuentran en su primer gestión como tal, dado que anteriormente funcionará como Junta d Gobierno.

En la nota emitida por www.microfonodigital.com se describen las características del lugar, su realidad, historia,  costumbres, obras y proyectos, destacándose la humildad, austeridad y claro deseo de progreso.

Pero el dato de color que sorprendió a propios y extraños, fue el de la tan esperada reparación del único depósito de agua, que data desde principios del 1920 .

Tiene la particularidad de que es uno de los 3 tanques con ese formato, que hay en Entre Ríos, dos en la capital provincial (1 en el Hospital Fidanza y otro en el Ejercito) y llamativamente éste en Las Garzas.

Construidos íntegramente de hormigón cementado, bajo la supervisión de ingenieros extranjeros, son contemporáneos al desarrollo ferroviario y las respectivas estaciones terminales que resultan tan importantes en la historia de la región.

El hecho de llevar el mismo nombre que una comuna de Santa Fe, hasta la difícil realidad de no contar con los recursos para resolver un problema estructural de años, incrementaron las dificultades para encontrar los recursos.

Con tantas puertas golpeadas y gestiones iniciadas como promesas incumplidas, la actual titular de Las Garzas mencionó  que se recorrieron kilómetros de rutas provinciales y e inclusive  nacionales, para encontrar la solución, y que en varias ocasiones la carpeta avanzaba hasta llegar al punto de desaparecer, porque en los registros nacionales aparecían datos que no eran. 

Años pasaron, sin comprender, hasta que un día lograron encontrar el error, pero aún así, el auxilio jamás llegó.

En Santa Fé existe una localidad homónima, es decir lleva el mismo nombre y por tal motivo, según archivos  nacionales, las demandas fueron resueltas oportunamente, desconociendo que esta realidad era diferente y distante a la de la pujante ciudad Santafesina que cuenta con 1.800 habitantes, (6 veces más que la cantidad de pobladores  que la vieja estación entrerriana). Por esta y otras tantas razones, el sistema inoperante nacional desconoció en reiteradas ocasiones la demanda del Pueblo Belloq.

LA PERLITA:

Tras años de verter agua por las fisuras, el suelo se tornó fangoso – barro y las bases o cimientos del tanque comenzaron a ceder, poniendo en peligro a la comunidad, además de privarlas del acceso a un recurso vital como el agua potable.

Un ex jefe de Junta, luego de una fuerte tormenta, se encuentra un día con Daniela Godoy y tras saludarla cordialmente, le manifiesta que él veía al tanque más derecho. Cuestión que Godoy refuta y  no comparte, dado que no había motivos para que la situación mejorará por arte de magia. Todo parecía una escena tragicómica, pero el desdén del tanque  seguía sin resolverse.

Pasaron los años, relevamientos, funcionarios, presupuestos, empresas, promesas y nada.

Hasta que un buen día, hartos de pedir socorro, impedidos de conseguir los recursos para afrontar la reparación, que ascendía a  $600.000 (Pesos seiscientos mil), iniciaron un camino sin retorno.

Se tomó la decisión conjunta de estudiar, evaluar, presupuestar y emprender las obras  con los escasos recursos que había.

Con mucha desesperación, pero con la gran responsabilidad de tener que abastecer diariamente a 100 familias de agua, se logró idear un plan estratégico, que además de resolver el problema de las fisuras, sostuvo el servicio permanentemente a la comunidad y por un tercio del valor que se les había presupuestado.

La historia es mucho más extensa y los matices le dan un sinfín de experiencias y aprendizajes que nos invitan a reflexionar, pero preferimos quedarnos con la buena nueva hasta aquí del coraje y la importancia de animarse a emprender, confiando en nuestras capacidades y en Dios.

Y así, mientras otras inquietudes irán surgiendo, como la colecta de pintura para  el exterior de la obra, en Pueblo Belloq - Las Garzas se logró poner un punto a la vieja problemática del viejo Tanque y sus fisuras, un verdadero icono para las casi 500 almas que la frecuentan.

www.microfonodigital.com

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