Lula gana la segunda vuelta y es el próximo presidente de Brasil
El Tribunal Superior Electoral difundió los resultados finales de esta jornada en una elección muy ajustada. Con el 99,29% de los votos escrutados dio a Lula ganador.
Luiz Inácio Lula da Silva ganó la segunda vuelta en Brasil
con el 50,83% de los votos y se
convertirá en el próximo presidente. Bolsonaro alcanzó el 49,16%. Fue una
elección muy ajustada durante todo el escrutinio que llevó poco más de dos
horas desde el cierre de las mesas de votación.
Los datos oficiales fueron difundidos por el Tribunal Superior Electoral (TSE) con el
98.81% de los votos escrutados.
En la primera vuelta de las presidenciales, realizada el 2
de octubre, Lula fue el más votado, con el 48,4% de los sufragios, mientras que
el líder de la ultraderecha brasileña Jair Bolsonaro obtuvo el 43,2% de los
votos, un resultado mejor que el proyectado por las encuestas.
Un total de 156,5 millones de electores fueron llamados hoy
a las urnas para elegir, además del presidente, a 12 de los 27 gobernadores que
fueron a balotaje tras no haber obtenido más del 50% de los votos en la primera
vuelta de las elecciones, celebrada el pasado 2 de octubre.
Minutos antes del final del escrutinio, el expresidente de
Brasil y futuro mandatario por tercera vez publicó una fotografía de la bandera
de su país en su cuenta de Twitter.
En su primer pronunciamiento tras ganar las elecciones, Lula
se comprometió a "restablecer la paz" y gobernar para
"todos" en un Brasil dividido, .
"Estoy aquí para gobernar este país en una situación
muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que
el país vuelva a vivir democráticamente", afirmó el líder del PT desde un
hotel de la ciudad de Sao Paulo.
"A partir de enero de 2023, voy a gobernar" para
213 millones de brasileños; "no existen dos Brasiles, somos un único país,
un único pueblo, una gran nación", señaló el dirigente progresista, en
compañía de sus principales aliados y su esposa, la socióloga Rosângela Silva.
Lula, vestido con una camisa vaquera, manifestó, en un
discurso leído, que "es la hora de reunir las familias y rehacer los lazos
de amistad rotos por la propagación criminal del odio".
"A nadie le interesa vivir en un estado permanente de
guerra. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar
a las armas. Armas matan y nosotros escogemos la vida", manifestó.
En sus primeras palabras, también prometió
"fortalecer" la lucha contra la violencia machista y "enfrentar
sin tregua el racismo y la discriminación" para que "blancos, negros
e indígenas tengan los mismos derechos".
"El desafío es inmenso, es necesario reconstruir este
país en todas sus dimensiones. Necesitamos reconstruir el alma de este país, el
respeto a las diferencias y el amor al prójimo", afirmó en un
pronunciamiento que buscó tender la mano a todos en un país extremadamente
polarizado.
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