Massa anunciará mañana nuevas reglas para importadores, descarta devaluación
Parecía imposible cumplir con este requisito, pues había que acumular más de $5.000 millones a lo largo del mes de septiembre. Pero lo logró gracias al tipo de cambio especial que ofreció para el pago de la soja a 200 pesos, lo que también le permitió aumentar el cobro de retenciones. Si bien es cierto que lo que ha entrado ahora no entrará después, lo más urgente era fortalecer el Banco Central, tras una continua fuga de reservas que se había profundizado en julio y agosto.
La acumulación de dólares es vital para cualquier país
emergente que quiera protegerse de choques externos o hacer frente a la fuga de
capitales. Pero incluso después del volumen de compras en septiembre, Argentina
tiene reservas internacionales por menos del 1% del PIB, mientras que en otros
países de la región como Brasil llegan al 20%. Por eso, el FMI insiste en que
la economía argentina se encuentra en un estado “frágil”.
Armadura
La capacidad de generar dólares en el corto o mediano plazo
es realmente muy rara, por lo que el propio Massa tiene previsto que este lunes
ponga en marcha medidas para cuidar lo ocurrido el mes pasado. Se trata de
establecer una especie de escudo sobre estas monedas que son difíciles de
obtener y que tienen un alto costo en términos de emisión monetaria e impacto
en el balance del Banco Central, ya que fueron comprados a un valor muy por
encima del precio de venta ($200 frente a $145 para el resto de los
importadores).
Algunas decisiones ya se han presentado en la rueda de
prensa del viernes. Habrá un cambio en el régimen de autorización de
importación, ya que la Central le dará a las empresas una fecha específica de
acceso a las divisas, al mismo tiempo que reciben la autorización para ingresar
los productos.
Apunta a dos objetivos simultáneos. Uno de ellos es dar más
previsibilidad a los negocios, brindándoles mayor certeza sobre el acceso a
dólares al tipo de cambio oficial. Así, el objetivo es reducir las
“observaciones preventivas”, aumentos exagerados por el temor de no poder
reponer la materia prima por las dificultades de acceso al mercado cambiario.
El objetivo de Massa para el último trimestre del año es
cuidar las reservas que el Banco Central ha logrado acumular para la soja
dólar. Esta no es una tarea sencilla ya que la liquidación agrícola se reducirá
significativamente. Pero al mismo tiempo, tiene $2 billones en organizaciones
que ingresarían este mes.
Al dar certeza sobre cuándo se entregarán las divisas,
también se pretende derribar las medidas cautelares, las medidas judiciales que
obligan al BCRA a entregar los dólares a las empresas. Este es un aspecto clave
para gestionar las importaciones y así frenar el drenaje de reservas.
Además, se eliminarán las licencias automáticas de productos
de lujo que excepcionalmente tengan vía de entrada libre. Por ejemplo, en Economía
mencionan los casos de los relojes de alta gama o las motos de agua, entre
otros.
Para compensar las nuevas restricciones, se anunciará la
liberación de dólares para que 21.000 pymes puedan pagar a sus proveedores
extranjeros. Muchos habían quedado en un estado de impago comercial virtual,
debido a las dificultades de transferencia de divisas, aunque habían recibido
las mercancías.
Efecto monetario
Según el consultor Invecq, la emisión neta para la compra de
divisas frente a lo que terminó absorbiendo el Banco Central a través de Leliq
y otros instrumentos alcanzó un billón de pesos, o casi el 25% de la base
monetaria en tan solo un mes.
Si bien es cierto que se trató de una expansión monetaria
consecutiva (ya que se acumularon reservas), parece difícil que la demanda de
dinero del mercado aumente en la misma proporción, sobre todo a medida que
llegan meses de menor actividad económica. Por lo tanto, el peligro de la gran
acumulación de divisas que se ha logrado sobre la base de un tipo de cambio
preferencial para las empresas de granos es que genere más inflación en los
próximos meses.
Actualmente, ninguna de las medidas adoptadas por el
Ministerio de Economía está dirigida a reducir la inflación, que se proyecta en
un 100% para 2022. La caída del gasto público por el momento no se aprecia en
las cifras y se ha convertido en una variable clave para lograr resultados, ya
pensando en 2023
Massa favoreció, al menos para esta etapa, la estabilidad
del tipo de cambio. No tenía otra opción, después de varios meses de pérdidas
netas de reservas que amenazaron con colapsar el Banco Central. Se evitó así un
desbordamiento del tipo de cambio, cuyas consecuencias hubieran sido
catastróficas.
No hay comentarios.