Organizaciones ambientales denunciaron que apareció más maquinaria pesada en los humedales incendiados
En medio del postergado debate por la Ley de Humedales, organizaciones de la sociedad civil y entidades gubernamentales constataron la presencia de máquinas y terraplenes construidos en áreas desmontadas dentro de los territorios arrasados por fuegos intencionales. A su vez, el documento de la comunidad científica a favor de la aprobación de una legislación trabada en comisiones
Después de los incendios, se hizo realidad uno de los
principales miedos de la sociedad civil que reclama por la protección de los
humedales: se labraron denuncias por construcciones de terraplenes, desmontes e
ingreso de maquinarias en el Delta Islas del Paraná, todas actividades
prohibidas por un amparo de la justicia federal. Al mismo tiempo, se publicó un
documento firmado por 1872 científicos de todo el país apoyando la ley de humedales
que se convocó a tratar en comisión plenaria el jueves próximo 3 de noviembre.
En 2020 la Corte Suprema de Justicia de la Nación había
ordenado constituir un Comité de Emergencia Ambiental para atender los
crecientes incendios en la zona de las islas. En consonancia, el juez federal
Alonso del Juzgado N°2 de Paraná hizo lugar a un amparo ambiental que continúa
vigente y establece “la prohibición absoluta de acciones humanas con capacidad
para alterar el ambiente”, haciendo responsable a la Gendarmería Nacional de
identificar el ingreso de cualquier maquinaria que tenga fines de construir
diques, terraplenes o bien cuente con el potencial de modificar y alterar el
ecosistema. A pesar de estas medidas provisorias, mientras el proyecto de ley
de humedales continúa trabado en comisiones, el año pasado aparecieron nuevas
denuncias de ingreso de distintos equipamientos productivos y en 2022 se
mantiene igual.
Romina Araguas, abogada de la organización no gubernamental
“El Paraná No Se toca” (con una larga trayectoria en defensa de estos
ecosistemas), dialogó con Infobae: “Denuncias de terraplenes venimos haciendo
hace años, hay uno enorme en el kilómetro 44 de la traza vial, ese terraplén es
histórico y está en contravención a la ley”. Sobre las sospechas actuales del
ingreso de maquinaria confirmó: “Se denunciaron maquinarias en el lote 10 del
arroyo Careaga, propiedad de Matievich. Lo mismo en el lote 11, que es tierra
fiscal, donde se están haciendo trabajos de desmonte y se constató el ingreso
de más de ocho mil cabezas de ganado”. También acusó a la inacción judicial:
“Las veces que hemos denunciado han dicho que no hay medios para constatarlo
desde el organismo de aguas de Entre Ríos (CORUFA) y la delegación de islas de
Victoria”.
La propia Secretaría de Comunicación del gobierno de Entre
Ríos confirmó oficialmente que visualizaron, a través de vuelos y patrullajes
realizados sobre las islas Lechiguanas, jurisdicción de Gualeguay, áreas donde
rige el amparo ambiental donde ya ingresaron maquinarias y construyeron
terraplenes, al mismo tiempo que constataron grandes desmontes en los
humedales.
Si bien se labró el acta de constatación y se dio aviso
inmediato al Juzgado Federal de Victoria con intervención de la policía de la
provincia y Prefectura Naval Argentina, las denuncias continúan apareciendo por
nuevas desviaciones del agua ribereña aprovechando la bajante que padece el Río
Paraná hace ya un tiempo, en violación a la medida cautelar impuesta por la
justicia federal como también a decretos provinciales.
La Ley de Humedales
Todo esto sucede en el marco de una ley de humedales que se
espera sea tratada en comisiones este próximo jueves 3 de noviembre, luego de
haber sido suspendida. Semanas atrás, se citó a una sesión plenaria de
comisiones que incluía a la de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente
Humano (presidida por Leonardo Grosso), la de Presupuesto y Hacienda (presidida
por Carlos Heller), y a la de Agricultura y Ganadería (presidida por Ricardo
Buryaile) para tratar el proyecto de ley de humedales, principalmente el
expediente 0075-D-2022. Se buscó lograr un dictamen que pueda sortear la
dilación que implica que cada comisión lo trate por separado. La sesión se
llevó adelante y, a pedido del presidente de la Comisión de Agricultura y
Ganadería, se suspendió por cuarto intermedio. Días después se intentó reanudar
la sesión, mientras al mismo tiempo los gobernadores del norte argentino se
encontraban en una visita por los Estados Unidos, entre ellos: Gildo Insfrán
(Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil
(Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Gustavo Sáenz (Salta), junto con el
Ministro del Interior de la Nación Eduardo “Wado” de Pedro.
Desde allí, emitieron un comunicado oponiéndose al proyecto
de ley de humedales que luego reconocería el propio gobernador de Jujuy: “Desde
Washington paramos el tratamiento de ley de humedales porque venía muy rápido”.
Ante la presión del comunicado, los presidentes de los principales bloques
oficialistas y opositores comunicaron una carta en la que solicitaban que se
frene el avance de la ley y se suspenda el tratamiento en comisiones, a tan
sólo 14 horas de que el mismo comience.
Sin embargo, a pesar de la citación de Leonardo Grosso para
continuar la sesión plenaria el jueves 3 de noviembre, el lunes por la tarde se
filtró un comunicado de Ricardo Buryaile dirigido a Grosso en el que solicita
suspenderla nuevamente exigiendo “una nueva reunión con el objeto de escuchar
las posiciones de los gobiernos provinciales” alegando al mismo tiempo que “se
debe dar por concluida la reunión de las tres comisiones oportunamente
citadas”.
El presidente de la Comisión de Recursos Naturales y
Conservación del Ambiente Humano, Leonardo Grosso, fue consultado sobre sus
sensaciones a partir de la caída de la sesión: “La suspensión pedida por los
presidentes de bloque es el resultado de la presión de los lobbies mineros y
agropecuarios sobre los gobernadores, y desde los gobernadores a los
presidentes de bloque”. Sobre la importancia de la ley de humedales y sus
expectativas de cara a la sesión del jueves, el diputado ratificó su postura:
“Trabajamos todo el tiempo para hacer posible la sanción de la ley de
humedales. Vamos a intentar debatir y persuadir a quien haga falta para lograr
construir los acuerdos y los consensos que nos permitan tener un dictamen de
ley y poder tratarla en el recinto lo antes posible”.
Por último, se refirió a los obstáculos y a lo que él llama
“la principal mentira”: “Toda esta campaña en contra se hizo con la idea de que
el proyecto de ley de humedales prohíbe la actividad económica y genera una
enorme reserva ecológica a lo largo y ancho del país, del 30% o 40% del
territorio, y todo eso es evidente, efectiva y objetivamente mentira”. “A los
que dicen eso, los invito a leer el proyecto y sentarse a debatir”, concluyó.
En esta línea, la propia Sociedad Rural Argentina calculó a
principio de año que, tras los incendios en Corrientes, la destrucción de
300.000 hectáreas de humedales había causado una pérdida de $25.000.000.000,
dejando en claro que la devastación no es solo de naturaleza, biodiversidad y
salud humana, sino también de las economías productivas regionales y locales.
También fue consultado Enrique Viale (fundador de la
Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, autor de diversos libros y
artículos, y asesor del ex senador Fernando “Pino” Solanas) sobre la
importancia de que la ley se apruebe: “Si bien el proyecto de ley de humedales
no va a apagar los incendios de forma automática, lo que va a hacer es darles
un uso racional a los territorios”.
Continuó: “Hacer un ordenamiento ambiental del territorio es
la base fundamental para lograr equilibrios entre producción, conservación y
ambiente. Con una ley de humedales bien aplicada, los incendios disminuirán
notablemente”. Asimismo, hizo referencia a la falta de compromiso con la
sociedad civil: “Estamos acostumbrados a la violación de procesos
participativos. En una correcta sanción de leyes, los diputados y senadores
deberían responder a los intereses generales de la sociedad, y terminan
respondiendo a intereses concentrados, muy, muy concretos, en este caso en
nombre y representación de la minería”.
El debate en el Congreso por el proyecto de ley de humedales
podría retomarse este jueves 3 de noviembre.
El documento de la comunidad científica
A lo largo de las últimas semanas, comenzó a circular un
documento firmado por 1872 científicos y académicos de distintos organismos y
partes del país como el CONICET, el Observatorio Nacional de Energía y
Sustentabilidad, distintas universidades, entre otros. “Manifestamos nuestro
explicito apoyo al proyecto de ley consensuado de presupuestos mínimos de
conservación ambiental para el uso racional y sustentable de los humedales, por
cuanto considera a estos ecosistemas como bienes comunes de la sociedad y no
estar sujetos a coyunturas productivistas que sólo privilegian su
aprovechamiento económico inmediato y en beneficio de unas minorías”, expresa
la misiva en su último párrafo.
Con casi dos mil firmas, el documento da un claro apoyo al
proyecto de ley de humedales 0075-D-2022. Patricia Pintos, además de ser
geógrafa, docente, investigadora y subdirectora del Centro de Investigaciones
Geográficas de la UNLP, es también una de las gestoras del documento. “El marco
de conflictividades emergentes de los últimos años ha sido lo suficientemente
potente como para interpelar al ‘mundo académico’ y de la producción
científica”, sostuvo en declaración con Infobae y agregó que “la afectación de
los ecosistemas de humedales se ha transformado en lo que Oszlak y O´Donnell
refieren como una cuestión socialmente problematizada. Frente a la evidencia de
una crisis socio-ecológica ya de escala planetaria, no es posible asumir una
actitud de indiferencia”.
A su vez, apuntó contra Ricardo Buryaile: “Los argumentos
del presidente de la Comisión de Agricultura acerca de que no era posible darle
un ‘trámite exprés’ (a un proyecto bien conocido y largamente discutido) dejó
en claro que la intención era volver a postergar todo lo posible su
tratamiento, como finalmente sucedió, refrendado días más tarde por el
comunicado emitido desde Washington, por los Gobernadores del Norte Grande”.
También señaló a la dirigencia política: “Sectores mayoritarios de la política
hacen parte importante del problema” y afirmó que “siguen pensando en el modelo
extractivista como soga de salvación de una economía en deterioro. Mezcla de
ceguera epistémica y necesidad de garantizar el ingreso de recursos en el corto
plazo”.
Aún es incierto lo que sucederá este jueves en torno al
dictamen de ley, que solo representaría un primer paso para que el proyecto
pueda debatirse dentro del Congreso de la Nación. La subdirectora del Centro de
Investigaciones Geográficas de la UNLP advirtió sobre los riesgos de una nueva
postergación: ‘No hay margen político, ni de tiempos, para la sanción de la
ley. Pueden dejar daños profundos e irreversibles’. Hoy es todo expectativa, y
mañana se decidirá si finalmente el proyecto puede ingresar a ser discutido en
el recinto nacional en atención a los incendios y a las reiteradas denuncias
sobre avances ilícitos sobre los humedales.
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