La oposición está para no acompañar la fecha de elecciones


La falta de diálogo hizo que en la oposición haya casi nulas posibilidades de aprobar el nuevo esquema electoral que propone Bordet.

Gustavo Bordet va dando certezas en cuenta gotas. La semana pasada avisó que no quiere someter al oficialismo a una elección que quede lejos de la nacional. Siempre en caso que decida desdoblar los escenarios. Serán, entonces, el 30 de julio las PASO y el 24 de septiembre las generales.

Por estas horas ingresó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley que modifica la norma 10.615 y que tuvo el acompañamiento de la oposición. No tiene otro cambio en el plano electoral. La Boleta Única Papel (BUP) sirvió para llenar espacios en portales especializados durante unos días; mientras que la posibilidad de implementar una ley de lemas llenó las mesas de quinchos peronistas entusiastas. Punto.

La oposición se perfila para no acompañar la iniciativa que tiene dos artículos más el de forma. Según recabó Página Política de las principales espadas parlamentarias, el proyecto no es más que una coartada especulativa ante la falta de candidatos por parte del oficialismo y la situación económica, ppor la que se necesita alargar lo más posible el cronograma. El sector que se encolumna con Pedro Galimberti lo tiene definido, no así quienes apoyan la candidatura de Rogelio Frigerio. No obstante, no se espera una votación dividida y en el análisis coinciden.

La ley vigente fue apoyada por la oposición en su momento, pero la diferencia –según explican – es que ahora ni siquiera hubo reuniones para acordar las fechas como sí sucedió la otra vez cuando Bordet convocó para abril y junio.

Se espera que este martes se solicite votar el proyecto sobre tablas, pero lo más ajustado a las posibilidades es que el mismo se apruebe con el voto oficialista en la sesión del miércoles.

La visita de Eduardo Wado De Pedro a Concordia, hace 10 días, no dejó novedades políticas de ningún tipo. El representante del kirchnerismo en el gabinete ratificó el pragmatismo con el que el Frente de Todos se manejará de cara al año electoral. Sin espacios para divisiones o posibles ventajas al adversario, el Gobernador se tomará todo el tiempo que compró para definir quién encabezará la boleta con la que intente, para el peronismo, mantener la Gobernación.

 

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