En cadena nacional, Alberto Fernández acusó de "antidemocrática" a la Corte Suprema y apuntó contra Mauricio Macri
El Presidente habló tras el falló del máximo tribunal que suspendió las elecciones en Tucumán y San Juan. Sostuvo que la decisión de la Justicia "deja a la democracia como rehén de un grupo de jueces".
Alberto Fernández calificó este miércoles de
"antidemocrática" a la Corte Suprema de Justicia en cadena nacional,
tras el fallo de este martes que suspendió las elecciones en Tucumán y San
Juan, y apuntó contra Mauricio Macri.
"La Corte Suprema de Justicia ha demostrado una vez más
que es capaz de adecuar sus decisiones a las necesidades políticas de la
oposición y así, otra vez, ha dejado en evidencia su carácter antidemocrático y
su profunda desatención al régimen federal que nos gobierna", expresó el
mandatario en un mensaje grabado.
Fernández también apuntó contra Mauricio Macri, al
considerar que el fallo "deviene inmediatamente después" de que el ex
presidente "tratara de 'feudos' a las provincias norteñas en las que su
espacio político preveía derrotas".
Fernández también consideró que "la suspensión de las
elecciones en las provincias de San Juan y Tucumán deja a la democracia como
rehén de un grupo de jueces que no observan criterios de justicia y que cada
día, a la luz de lo que se ve en la investigación que lleva adelante la
Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación, están más
implicados en severas irregularidades administrativas y en maniobras que sirven
a la actual oposición".
En su mensaje, el jefe de Estado sostuvo que el fallo del
máximo tribunal "afecta a dos provincias en las que se proyectaba el
triunfo del peronismo que se habrían sumado a otros triunfos del oficialismo
ocurridos el último domingo".
Además, apuntó que "en el marco del respeto por el
federalismo y la autonomía", desde el Gobierno van a "acompañar las
decisiones que tomen los gobiernos provinciales" ante la suspensión de los
comicios.
El discurso completo
En el día de ayer, la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, dispuso a través de una medida cautelar suspender las elecciones
provinciales que el próximo domingo debían desarrollarse en Tucumán y en San
Juan. Esa decisión fue tomada después de tener durante largo tiempo la cuestión
en estudio, arrogándose una competencia de dudosa legitimidad y cuando los
órganos judiciales pertinentes de cada una de esas provincias ya habían avalado
la legitimidad de los comicios.
No puedo soslayar que esa decisión afecta a dos provincias
en las que se proyectaba el triunfo del peronismo que se habrían sumado a otros
triunfos del oficialismo ocurridos el último domingo. Tampoco puedo dejar de
observar que el fallo deviene inmediatamente después de que Mauricio Macri
tratara de “feudos” a las provincias norteñas en las que su espacio político
preveía derrotas.
La Corte Suprema de Justicia ha demostrado una vez más que
es capaz de adecuar sus decisiones a las necesidades políticas de la oposición
y así, otra vez, ha dejado en evidencia su carácter antidemocrático y su
profunda desatención al régimen federal que nos gobierna.
En síntesis, la suspensión de las elecciones en las
provincias de San Juan y Tucumán deja a la democracia como rehén de un grupo de
jueces que no observan criterios de justicia y que cada día, a la luz de lo que
se ve en la investigación que lleva adelante la Comisión de Juicio Político de
la Cámara de Diputados de la Nación, están más implicados en severas
irregularidades administrativas y en maniobras que sirven a la actual
oposición.
Si el máximo tribunal del país no respeta la libertad de
poderes, avasalla compulsivamente al federalismo y la autonomía de las
provincias y va contra uno de los derechos supremos del ciudadano en democracia
que es el voto popular, entonces la justicia de esta república se ha degradado.
El Poder Judicial tiene que entender que no puede manipular
los tiempos electorales bajo el pretexto de preservar principios republicanos.
No puede ser que sigan avasallando a los pueblos del interior de la Patria
preservando los intereses de sus amigos políticos o empresarios. El derecho al
voto ejercido de la manera en que cada provincia ha decidido hacerlo de acuerdo
con su Constitución es uno de los mayores actos que podemos sostener en nuestra
sociedad. Que cada provincia defina de qué manera lo lleva adelante es uno de
los pilares del federalismo.
Evidentemente, los jueces que aceptaron ser designados por
decreto por Mauricio Macri siguen respondiendo a sus órdenes.
Tampoco es casual que hayan dictado la suspensión de los
comicios en el mismo momento en el que se desarrollaba una sesión del juicio
político en el Congreso de la Nación, donde se estaba denunciando a miembros de
la Corte por supuesta corrupción en el manejo de fondos públicos.
La degradación judicial debe concluir. No conocemos el patrimonio
de ningún magistrado de la Corte Suprema. Algunos jueces deben explicar en
virtud de que razón participaron de un encuentro en Lago Escondido promovido y
pagado por empresarios de medios y funcionarios opositores. Por qué tomaron
ilegalmente el Consejo de la Magistratura. Por qué dictaron el beneficio del
2x1 a los genocidas. Por qué decidieron sacar recursos a todas las provincias
para dárselos a Ciudad Autónoma de Buenos Aires inmiscuyéndose sin potestad
alguna en cuestiones propias de la coparticipación.
Se trata del mismo Poder Judicial que persigue de forma
sistemática a la Vicepresidenta de la Nación con argumentos forzados,
desatendiendo su derecho de defensa y dictando sentencias fundadas en relatos
redactados en mesas judiciales. Se han convertido en el brazo operativo de la
oposición y de los grupos concentrados del poder económico y mediático.
Además de desconocer el federalismo, estos jueces desconocen
también la división de poderes. Ayer mismo, unas horas antes de esta decisión,
el presidente de la Corte suprema hizo declaraciones ante empresarios sobre qué
deberíamos hacer con la emisión monetaria.
Quiero decirle dos cosas. En primer término, no tiene
autoridad, ni facultades, ni conocimientos para opinar sobre el rumbo de la
política económica del gobierno. En segundo lugar, si tanto interés tiene por
el rumbo económico del país, debería pedirle a los tribunales inferiores que
agilicen todas las causas que tienen paradas sobre la investigación de la deuda
que tomó Mauricio Macri sin ser tratada por el Congreso de la Nación y que
denunciamos ante el Poder Judicial que sigue sin investigarlo.
La democracia cruje cuando no hay justicia.
La reforma del poder judicial es hoy una de las grandes
deudas de nuestra democracia. Estamos convencidos de que necesitamos una
reforma profunda e integral de la justicia y por eso enviamos al Congreso de la
Nación las leyes para mejorar el funcionamiento de la Justicia Federal, la
reforma del Consejo de la Magistratura, la designación del Procurador General y
la ampliación de la Corte Suprema. Es imperioso que el Congreso apruebe esas
leyes porque es el único camino que tenemos para poner fin a este sistema donde
un puñado de jueces se erigen en seres todopoderosos. Tenemos que conseguir las
mayorías necesarias para poder llevarlo adelante. Necesitamos legisladores
comprometidos a dar esta pelea contra el avasallamiento de la república.
Por eso también impulsamos el juicio político que se está
sustanciando en el Congreso de la Nación y donde cada día surgen nuevas
pruebas, y se abren nuevos caminos de investigación ante denuncias y dichos de
testigos.
Quiero anunciales que vamos a enviar los antecedentes de
estas decisiones tomadas ayer para que se sumen a las causales de juicio
político, para seguir demostrando cómo esta Corte viola la división de poderes
y el federalismo.
He hecho de la defensa del federalismo uno de los pilares de
mi gobierno. Este es un país profundamente federal por su historia y su
constitución pero el poder central, económico, político y judicial sigue
tratando de imponerse sobre los pueblos que en cada provincia quieren definir
su vida y su destino.
Esta decisión de la Corte Suprema vuelve a hacerlo. En el
mismo marco del respeto al federalismo y la autonomía, desde el gobierno nacional
vamos a acompañar las decisiones que tomen los gobiernos provinciales ante
estos hechos.
Un sector de la política y el poder económico apañado por
esta justicia está creando grietas en nuestra democracia, que cumple cuarenta
años.
Como lo hicimos cuando salimos a la calle en los ochenta
para defenderla, vamos a responder con más democracia. Necesitamos más
representantes comprometidos con la democracia, más ciudadanos movilizados por
una democracia plena y participativa para salir de este círculo vicioso.
Quiero ser muy claro. Para nosotros y para todo el pueblo
argentino la justicia es un valor fundamental, es un pilar de la sociedad libre
e igualitaria que deseamos, la justicia es un acto reparador. Creemos en la
justicia.
Quiero decirle a la Corte Suprema que podrán olvidar el
federalismo y hasta suspender una elección, pero jamás podrán suspender la
voluntad popular. La democracia llegó a la Argentina hace 40 años de una vez y
para siempre.
Y quiero decirle a nuestra gente que es el momento de estar
más unidos que nunca, de alzar nuestras voces en todo el país para unirnos en
un grito unívoco en defensa de la democracia.
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