La pelea radical se traslada al Congreso partidario
Es por la paridad de la reciente interna. Los radicales frigeristas llevarían una muy ajustada ventaja para controlar el órgano partidario que debe aprobar la alianza con el PRO. Si los radicales anti Frigerio se imponen, podrían fijar condiciones para integrar JxC. Por ejemplo, reglas para el pegado de boletas de las PASO que, en elecciones simultáneas, podrían resultar efectivas según cómo terminen cerrándose los acuerdos nacionales.
El ajustado resultado de la interna radical del 16 de abril
derivará en el Congreso provincial de la UCR más parejo de las últimas décadas.
El máximo órgano partidario de la UCR debe constituirse con su nueva
composición el sábado 3 de junio. Ese día, cuando se elija la mesa de
conducción del Congreso, se sabrá qué sector reúne la mayoría en el nuevo
tablero que dejaron las internas, de una UCR entrerriana partida al medio.
El nuevo escenario en la UCR trasciende el mundo radical,
porque el Congreso provincial del principal partido de Juntos por Entre Ríos es
siempre clave para los entendimientos dentro de la coalición opositora. Algunas
estimaciones hechas en las filas del sector que propone para la gobernación al
diputado Pedro Galimberti hablan de que quedarían a sólo 10 votos de controlar
el órgano más importante del partido.
Esa estrecha diferencia, en una asamblea de unos 350
congresales de toda la provincia, se achicaría aún más con el cambio en el
resultado de la elección del departamento Gualeguay que determinó un reciente
fallo de la Justicia Federal, al considerar nulos 116 votos por la utilización
de una boleta única que no correspondía. La resolución judicial cambió de manos
la conducción de la departamental Gualeguay, al tiempo que achicó la diferencia
de votos con la que la lista de Fuad Sosa se impuso sobre la de Darío
Schneider. Para la integración del Congreso partidario, ese cambio implicaría
sumar para el sector antifrigerista dos o tres congresales más.
En estas condiciones, el nuevo Congreso radical presentaría
un virtual empate entre los frigeristas y antifrigeristas. La mayoría sería
fluctuante y podría alcanzarse con el cambio de posición de muy pocos congresales.
Pasarían a ser determinante las presencias y los controles de las votaciones
nominales.
Condiciones
El asunto es relevante porque el Congreso radical debe
reunirse el primer sábado de junio para aprobar la alianza que el partido
integrará en estas elecciones y que deberá inscribirse el 14 de ese mes. “Ahora
se van a poner condiciones. Ya no va a ser la alianza de 2015 o 2019, cuando
Frigerio armó la lista desde el (hotel) Mayorazgo”, dice a Página Política un
dirigente que poco quiere al ex ministro de Mauricio Macri. “Los congresales
radicales deben definir en qué condiciones, con qué términos y con quiénes
vamos a integrar Juntos por Entre Ríos”, acota.
En la UCR advierten que, si fuera por Frigerio, sumaría al
mismísimo Javier Milei, con quien ha dicho que mantiene “coincidencias”, algo
inaceptables para el credo radical.
Tampoco hay acuerdo radical para sumar a cualquier fuerza
vecinalista. Depende cada caso. Hay muchas variantes de vecinalismo en Entre
Ríos, entre ellas varios desprendimientos del peronismo.
Remarcan que la alianza tiene que hacerse en base a un
programa. “Si el programa me lo quiere imponer el Choclo Alasino, que trabaja
para Frigerio, vamos a tener problemas. Con (Mario) Moine tal vez podamos
hablar algunas cosas, pero si nos vienen con ideas privatizadoras esto no va a
andar”, advierte un dirigente que supo presidir la UCR. Le faltó decir que no
quieren saber nada con menemistas. Eso ya sería mucho, los dejaría fuera de
JxC, tomando en cuenta los antecedentes políticos de Frigerio.
¿Qué condiciones podría poner el congreso? “Que Juntos por
Entre Ríos lleve una plataforma acorde con la concepción filosófica partidaria
de la UCR”, responde el ex presidente del partido. Lo más probable es que este
“condicionamiento” no genere ningún inconveniente. Después de todo ¿a quién le
importan los principios y las plataformas? Seguramente le dirán que no hay
ningún problema.
Reglas
Hay otras cuestiones más terrenales e interesantes que
podrían surgir del Congreso radical. El máximo órgano partidario debería
instruir a la conducción radical sobre la definición de las reglas de juego que
regirán al frente electoral Juntos por Entre Ríos. Por ejemplo, si el piso para
la integración de minorías seguirá siendo del 25% de los votos de las PASO. O,
muchos más sensible, hasta qué punto se van a permitir los pegados de boleta en
unas primarias que, para más complicaciones, serán simultáneas con las
nacionales.
Limitando el problema sólo al orden provincial, ya se
avizoran tensiones porque Frigerio se viene negando a darles el doble pegado de
boleta a los postulantes a intendente que juegan con Galimberti, pero no están
dispuestos a inmolarse por la bandera roja y blanca y quieren también nutrirse
de la buena posición que en sus pueblos ostenta el ex ministro de Mauricio
Macri. Es lógico: Frigerio quiere beneficiar a los propios.
¿El Congreso radical podría votar que se habilite a los
precandidatos a intendente de la UCR el pegado de boleta con todos los
precandidatos a gobernador? ¿No sería este otro mandato del Congreso de
imposible cumplimiento para un frente electoral, como aquellos que, en
elecciones anteriores, dispusieron que la UCR debía encabezar las listas de
candidatos de Cambiemos?
Algunos creen que la simultaneidad facilitaría las cosas,
según como se terminen dando los acuerdos en el orden nacional. La necesidad de
Horacio Rodríguez Larreta de contar con el apoyo radical podría llevar a
Gerardo Morales a imponer condiciones en los armados provinciales. Si habilitan
el doble pegado para arriba (como presuntamente pedirá Frigerio con Larreta y
Patricia Bullrich) que también lo habiliten para abajo.
Son algunos de los asuntos que por estos días debaten los
radicales. Esto recién empieza.
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