La letra muerta: el desgarrador adiós de la escuela de formación en agroecología y conservación Antonio Brailovsky"
Hace cinco años, un grupo de mujeres y familias en Concordia comenzó un sueño ambicioso y esperanzador: la Escuela de Formación en Agroecología y Conservación Antonio Brailovsky (ESFA). Con un enfoque alternativo y transgresor, la ESFA buscaba proporcionar oportunidades iguales en un entorno de aprendizaje distinto, priorizando la conexión con la naturaleza y la igualdad de oportunidades.
A lo largo de los años, el proyecto luchó contra obstáculos
y desafíos inherentes a su naturaleza transgresora. En el 2020/21, el proyecto
se alineó con la iniciativa nacional "Las Escuelas Comunitarias". Sin
embargo, en el 2022, después de casi cuatro años de espera, las autoridades
informaron a la ESFA que debían reformular su proyecto para ajustarse a las
normativas de escuelas de gestión "privada", una categoría que no
reflejaba la esencia ni los objetivos del proyecto.
A pesar de estos desafíos, la ESFA se consolidó como un
grupo de familias exitoso en la educación ambiental, con el apoyo de
organizaciones como TAGMA y Directv, que construyeron la primera aula de
construcción sustentable para la educación ambiental en Argentina.
En el 2022, la partida de Antonio Brailovsky motivó el
bautizo del proyecto como el "Aula Brailovsky" y la "Escuela de
Formación en Agroecología y Conservación Antonio Brailovsky". A pesar de
los sueños premiados, los reconocimientos nacionales e internacionales, y el
respaldo institucional y comunitario, la ESFA enfrentó un nuevo revés.
En una reunión convocada el 23 de diciembre del 2022, las
altas esferas del Consejo de Educación comunicaron a la ESFA que no podrían
continuar como escuela secundaria en el 2023. La normativa existente y la falta
de comprensión de las nuevas realidades y espacios físicos construidos con
objetivos ambientales dejaron fuera de juego a la ESFA, marcando su inminente
cierre.
A pesar de los esfuerzos y recursos personales invertidos
para adaptarse, la ESFA no encuadraba ni como escuela independiente ni como
anexo, dejando sin opciones la continuidad del proyecto. La falta de servicios
básicos, como agua potable y luz, proporcionados de manera mezquina, contribuyó
a este desenlace.
La sentencia de la "Letra Muerta" llegó con
fuerza. El fin de la ESFA tiene fecha, llevándose consigo no solo un proyecto
educativo, sino también los sueños de los estudiantes, las investigaciones, las
colaboraciones, y la referencia para aquellos que creían en un enfoque
educativo basado en la diversidad y la cooperación.
Las familias, firmantes del comunicado, expresan su
decepción ante la falta de empatía de los funcionarios de escritorio que, con
la "Letra Muerta", cerraron las puertas a un proyecto pensado,
autogestionado y autofinanciado, que solo buscaba la aprobación y el acompañamiento
en su proceso.
La ESFA ya no será, y con ella, la posibilidad de
escolaridad de muchos estudiantes se desvanece. La comunidad se despide de un
proyecto que demostró que todos pueden aprender y tener éxito en un entorno de
igualdad de oportunidades, pero que, desafortunadamente, fue negado por una
realidad que cierra todas las puertas.
Familias firmantes:
Curbelo - Caceres Acosta-Teira Igarzabal-Széliga Ronchi -
Otaegui
Berriex - Chertin Acosta- Dufourt Peralta-
Piñeiro-Cabrera-Tito
Scheifler _Blanc
Mazurier - Mengeon Rhull - Romero Moreno - Pianalto. Fischer - Perez,
Cajigas - Ribot Sanchez - Percara. Chezzi - Malleret, Isla- Kuttel. Challiol -
Monetta. Barboza_ Gonzalez
#noalcierredelaesfa
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