Inflación: advierten que fuerte suba de precios impactó en el consumo masivo
Destacan que el consumo masivo se contrajo 8,4% en la tercera semana de diciembre respecto a la semana previa y 38,4% frente a la misma del año anterior. En este escenario, se observó cierta desaceleración en el ritmo de suba de precios, aunque la inflación del mes rondaría el 30%.
La fuerte aceleración en los precios durante las primeras
semanas de diciembre impactó de manera negativa en el consumo. Un hecho que, a
su vez, les puso un techo a los aumentos en la última parte del mes. Así lo
revelaron distintos informes privados, que de todas formas advirtieron que la
inflación en el último mes del año rondará el 30%.
Dicha retracción en las ventas se dio en un periodo del año
en el que, estacionalmente, el consumo suele ser elevado. Pero una serie de
factores se conjugaron para modificar este escenario durante la última parte de
diciembre: la aceleración inflacionaria y la consecuente erosión del poder
adquisitivo, sumado a un “adelantamiento” en las compras previo a la asunción
del nuevo Gobierno y la devaluación del tipo de cambio oficial, hicieron que en
la segunda parte de diciembre se contrajera la demanda.
Hacia adelante, justamente, un menor consumo podría ser el
“ancla” que contenga la inflación. Un alza de precios que, estiman los
analistas, podría comenzar a desacelerarse luego del primer trimestre de 2024.
Tal como señaló un informe de Focus Market, el consumo
masivo mostró un retroceso del 8,4% en la tercera semana de diciembre (la
anterior a Navidad) frente a la semana previa, y una merma del 38,4% si se lo
compara contra la misma semana del año anterior.
“La cantidad de tickets caen 6,4% frente a la semana
anterior y 22,9% frente al año anterior. Mientras las unidades por ticket se
mantienen estables, pero caen frente a misma semana del año pasado 15,7%”,
señaló el estudio.
Tal como señaló Damián Di Pace, director de Focus Market, el
“consumo comenzó a mostrar un fuerte deterioro en diciembre, que es el mes
estacionalmente de mayores ventas del año”. “Se percibe menos flujo peatonal y
visitas en los puntos de venta con caídas de los volúmenes de compra. El
ingreso pierde poder adquisitivo de forma muy veloz", resumió el analista.
Otro factor que incidió en la caída del consumo frente a las
semanas previas fue que “los argentinos fueron adelantando compras prebalotaje
y preasunción del nuevo presidente”. “A su vez, también se registraron
adelantos de compras en la previa a la devaluación del tipo de cambio oficial
mayorista. Es decir, se adelantó consumo postergando consumo presente y futuro.
El presente por acopio previo y el futuro por pérdida de ingreso frente a la
variación de precios de todos los bienes de consumo masivo", subrayó Di
Pace.
Caída en el consumo, el “ancla” de la inflación
La merma en el consumo en las últimas semanas de diciembre
le puso un freno a la fuerte aceleración en los precios de las semanas previas.
Aunque, de todas formas, continuó en niveles elevados. Por caso, de acuerdo al
relevamiento de Alimentos y Bebidas que realiza la consultora LCG, en la cuarta
semana del mes se registró una inflación de 7,1% semanal, desacelerando 4,4
puntos porcentuales (p.p.) respecto a la semana previa.
“Sin embargo, la inflación promedio mensual continuó
acelerándose, alcanzando el 27,1%. El acumulado de las últimas cuatro semanas
trepó a 36,1% dejando un arrastre importante para las semanas próximas. El
porcentaje de productos con aumentos semanales disminuyó levemente, aunque
continúa elevado: 40%, implicando que toda la canasta relevada sufre casi dos
aumentos al mes”, señalaron desde la firma.
Este nivel de inflación en alimentos, agregaron desde LCG,
impone una contribución al índice general de 8,3 p.p. “Sobre esto hay que sumar
el impacto directo del descongelamiento de Combustibles (+82%) y los efectos de
segunda vuelta, que sumarían otros 6,4 p.p. Con una inercia elevada, nuestra
proyección de inflación para diciembre se ubica en 28%, consistente con una
suba del 218% anual”, concluyeron.
Inflación: qué se espera hacia adelante
En este escenario, distintos analistas consultados estimaron
una inflación por encima del 20% para enero, aunque se ubicaría un escalón
debajo de la de diciembre. “Para enero esperamos ver una cierta desaceleración
en la inflación, aunque igual se mantendría en niveles elevados, en torno al
20%. Esto respondería un poco a la misma dinámica estacional de la inflación,
que hace que diciembre sea generalmente más alto que enero, al ancla cambiaria
y también a la retracción del consumo con salarios que, al menos por ahora, no
terminan de acompañar las subas de precios”, señaló al respecto Rocío Bisang,
analista de Eco Go.
Por su parte, Santiago Manoukian, jefe de Research en
Ecolatina, sostuvo que hacia adelante “la estabilización va a depender
fundamentalmente del anclaje de expectativas que logre el Gobierno, con la
corrección de precios relativos, pero también la solución del desequilibrio
monetario que tiene la economía, de la acumulación de reservas que se logren en
estos meses y finalmente de una unificación cambiaria que debería llegar en
algún momento de 2024”.
“Y otro punto que va a moderar la inflación, o que por lo
menos es un riesgo menor a que haya una espiral de inflación hacia adelante, es
que la recesión económica que esperamos hacia adelante va a disciplinar los
aumentos de precios, sumado a cierta apertura comercial que está buscando el
Gobierno. Así que muchas empresas van a estar prestando atención a su curva de
demanda y hay muchos consumidores que no van a poder convalidar muchos precios.
Por eso creemos que eso hará que el salario sea un ancla y que esto evite que
haya una espiral”, concluyó Manoukian.
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