Las piezas de vehículos eran tomadas de un depósito judicial
en Zárate Brazo Largo. El fiscal de la causa pidió a la Justicia federal las
detenciones de tres agentes de la policía entrerriana, dos mecánicos y un ex
PFA involucrados en la causa. La Institución policial ya está investigando de
manera interna el caso, iniciando sumario administrativo.
Tres policías de Entre Ríos, dos mecánicos y un ex PFA son
investigados por la fiscalía federal de Gualeguaychú, sospechados de formar
parte de una organización que tomaba piezas de autos secuestrados de un
depósito judicial de Zárate Brazo Largo, ubicado a a la altura de Ibicuy, para
venderlas de forma ilegal. Además, se los acusa de otros delitos. El Ministerio
Público pidió detenerlos con urgencia en diciembre, pero el juez original de la
causa se excusó y pasó el expediente a su par de Victoria, que aún no resolvió.
La Fiscalía Federal de primera instancia de Gualeguaychú
estima que la banda, presuntamente liderada por el comisario Cristian Omar
Villanueva, jefe del puesto del control caminero de Ibicuy, habría operado, al
menos, desde junio de 2023, cuando comenzaron a ser investigados.
Lo llamativo es que la causa en su contra surgió casi por
casualidad, cuando las conversaciones telefónicas de los uniformados implicados
comenzaron a ser escuchadas por detectives de Gendarmería debido a que en otro
expediente había surgido el dato que, en ese puesto policial, supuestamente,
brindaban protección a Vicente Pineda, un narco conocido como “El Tigre”.
Los agentes de la fuerza federal hallaron evidencias del
vínculo con el narco, pero se toparon con charlas que daban cuenta de otros
delitos. Villanueva aparecía involucrado en una maniobra para extraer
neumáticos de los autos incautados en causas federales para comercializarlos en
complicidad con otros efectivos.
Esa fue la punta del iceberg. De acuerdo a fuentes del caso,
los efectivos permitían que sigan con su viaje personas que eran detectadas
circulando en infracción a cambio de una coima. Al mismo tiempo, descubrieron
que entregaban información relacionada con los vehículos secuestrados a Juan
Francisco Leloutre, un comisario retirado de la PFA, también a cambio de
dinero.
El ex policía, dedicado a la actividad de aseguradoras, se
encuentra vinculado al recupero de vehículos involucrados en causas de robo automotor,
a los que el seguro les canceló la prenda a los dueños originales, detallaron
fuentes.
También detectaron el recambio de repuestos de los
automóviles que debían resguardar con la ayuda de dos mecánicos bonaerenses:
Franco Oliveri y Eduardo Favaretto, quienes estarían a cargo de extraer las
piezas. Según la investigación, lo hacían bajo las órdenes de Villanueva y su
segundo, el subcomisario Luis Zabala.
Por último, contarían con la colaboración de Joaquín
Migueles, quien prestaba servicios en la comisaría de Ibicuy. La causa también
menciona al por entonces subdirector de Operaciones Viales de la Dirección de
Prevención y Seguridad Vial de Entre Ríos, superior directo de Villanueva,
aunque el fiscal no pidió su arresto.
Se les imputa asociación o banda de tres o más personas,
destinada a cometer delitos cuanto menos contra la propiedad; malversación de
caudales públicos, cohecho, robo agravado, lavado de activos, entre otros,
todos ellos en concurso real y en calidad de coautores.
Las escuchas del caso
En una de las comunicaciones interceptadas, un hombre, que
también sería efectivo policial, se comunica con Villanueva y le pide que
necesita, a nombre del Director, dos computadoras de vehículos para
automóviles, las cuales quieren cambiar por otras defectuosas.
“Claramente, este NN masculino le está solicitando, a nombre
del Jefe de la Dirección de Prevención y Seguridad Vial, repuestos de vehículos
que se encuentran secuestrados, los cuales quiere intercambiar por otros que
presentan problemas técnicos”, indica el pedido de allanamientos y detenciones
al que tuvo acceso este medio.
— Villanueva: Buen día
— NN masculino: Hola Cristian
— Villanueva: Sí
— NN masculino: ¿Cómo te va? Te ando molestando por lo
siguiente. Mirá, el director me pidió que te hablara porque tenemos
inconvenientes con dos vehículos
— Villanueva: Mmmmm.
— NN masculino: El Citroën de Concordia y la Spin de San
Jaime. ¿Qué pasó? Le quemaron el BSI, la computadora vendría a ser
— Villanueva: Fuaa…
— NN masculino: Sí
— Villanueva: ¿A cuál, a la Spin?
— NN masculino: A la Spin y al…
— Villanueva: ¿A los dos?
— NN masculino: A los dos.
— Villanueva: Faaaaa.
— NN masculino: Claro, que me pidió que le consultara a vos
si no hay un C4 y una Spin, como para ir a cambiarle los…
— Villanueva: Sí, te entiendo, mmm… Acá no.
— NN masculino: Bueno.
— Villanueva: Puede ser en Mabragaña o Bella Vista, Oliveri
que trabajan de noche. No tengo que venir con Carli, ahora. Ahora se puede,
porque más de día no se puede hacer nada, porque eso está toda a la vista.
Ahora, es diferente, ya es jurisdicción nuestra
En una charla con su padre, Oliveri, el mecánico, da cuenta
algunas particularidades de su labor en el depósito: trabajaba de noche para
que no lo vean y buscaba objetos que podrían estar ocultos en los autos
secuestrados.
— Franco: Y esto si levanta temperatura, pierde aceite, te
avisa y se para el motor.
— Carlos: Ya sé, pero que tiene cablerío nomás.
— Franco: No lleva bulbo, todo en el motor adelante, a la
mierda, tiene buches por todos lados esta camioneta.
— Carlos: Mirá si encontrás un arma, eh.
— Franco: Y uno nunca sabe. Estoy revisando, tengo que ver
los paneles.
— Carlos: ¿Qué estás sacando, Fran?
— Franco: Estoy con las lamparitas.
— Carlos: ¿Del tablero?
— Franco: No, de las luces. No le volé el tablero chiquitito
a la mierda, la concha de tu madre
— Carlos: ¿Y las computadoras?
— Franco: También, ya está todo eso.
— Carlos: ¿Qué tenés. una mochila?
— Franco: Sí, pero me quedó el alicate en el otro donde dejé
todo guardado, faroles del orto, no quiere salir.
Existe también una escucha que pone en evidencia que, aún
teniendo conocimiento de que un vehículo no posee la documentación correspondiente
y que se dirige a un desarmadero, lo dejan circular libremente.
— NN masculino: Cristian.
— Villanueva: Adrián.
— NN masculino: ¿Cómo va?
— Villanueva: Bien, te consulto.
— NN masculino: Ajá.
— Villanueva: La situación es esta; llega una chata para
desarmar a Villa Mantero en Concepción del Uruguay, está sin novedad, pero la
cédula es trucha, dice que lo conoce a Maslein (NdR: ex jefe de la Policía)
— NN masculino: ¿Es el de la Toyota?
— Villanueva: Ajá.
— NN masculino: Faaa, y pero no tiene nada
— Villanueva: No, la cédula nomás.
— NN masculino: Y, bueno, sería como lo de la… como que no
tuviera también
— Villanueva: Ajá.
— NN masculino: Sí vamos al caso.
— Villanueva: Por eso, consulto
— NN masculino: Sí, mirá si es eso, si no hay otra cosa no
— Villanueva: Sí y, bueno, comen… para colmo es bastante
medio mal arreado el loco por ahí
— Villanueva: Me parece que sí, porque ese la otra vez nos
llamaron para que lo larguemos
— NN masculino: Eehh mmmm…
— Villanueva: ¿Lo bendigo?
— NN masculino: Sí.
Villanueva: Bueno.
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