Fue al hospital a extraerse una muela y vivió un calvario


Entre el 21 y el 28 de diciembre de 2022, LA vivió un verdadero calvario en el Hospital Fermín Salaberry, de Victoria. Todo empezó con una consulta de rutina en el Servicio de Odontología, la posterior extracción de una pieza dental que, por complicaciones en el tratamiento, derivó en su internación el día 28 de diciembre, retirándose de madrugada, sin alta médica, y en medio de un escándalo.

Primero lo atiende el odontólogo Jorge Chiara, el 21 de diciembre; luego, el día 23, lo recibe otro odontólogo, Santiago Rodríguez, que la extrae la pieza dental. En un trámite médico normal, todo hubiera concluido ahí. Pero LA volvió a asistir al Hospital Fermín Salaberry los días 24 y 25 de diciembre de 2022: primero lo atiende la médica Ivana Mansilla, que le sugiere quedar «en observación en sala fría». Quedó en observación pero los médicos dejaron a los enfermeros que se ocuparan del paciente. LA se negó a recibir la medicación sugerida y pidió ser evaluado por un médico.

Quedó en la sala de espera «y teniendo en cuenta que había pacientes que requerían de atención en forma inmediata debió esperar. El señor se manifiesta golpeando violentamente la puerta de la guardia y repitiendo reiteradas veces que no podía respirar (…) permaneció en cama fría del Servicio de Guardia mientras pasaba la medicación, luego de lo cual refirió mejoría, se le retiró la vía periférica y se retiro a su domicilio”, dice el informe del Hospital que refleja el decreto Nº 4.559, del 21 de noviembre último, publicado este viernes 16 en el Boletín Oficial.

A las 19 del 24 de diciembre de 2022 fue evaluado por la médica Lucrecia Villarroel, quien le da el alta hospitalaria, indicándole pautas de alarma las que en caso de suscitarse debería volver al nosocomio. Dice la profesional: “El paciente, luego del tratamiento realizado ese día en guardia, refiere presentar mejoría clínica y no tener dificultad para respirar o deglutir en ese momento, con mejoría del dolor pero consulta por analgesia, por lo cual sugiero, si no tiene alergias a ese medicamento, diclofenac 50 mg cada 8 hs. Ante esa evolución y hablando con el paciente, se acuerda el alta manteniendo tratamiento antibiótico recientemente indicado por su médico, la analgesia discutida acordando, control por consultorio y con las siguientes pautas de alarma para concurrir a Guardia: fiebre, dolor grave, vómitos incoercibles, trismus, cefalea, disnea y disfagia”.

Al día siguiente, 25 de diciembre, LA reingresa al Servicio de Guardia, siendo atendido a las 11 por la médica Dana Passadore. El paciente, relata la profesional, «trae consigo una orden de internación proveniente del efector privado, donde consultó por última vez, dirigida a nuestro Hospital. Procedo al interrogatorio y examen físico del paciente. (…) impresiona dolorido, limitada la expresión verbal por intensa odinofagia, por la que consulta. Refiere disfagia a sólidos y luego a líquidos, de 3 días de evolución, asociada a episodios febriles (…) Al examen físico se observa trismus, con edema lingual y sublingual (…) Ante la sospecha de una extensión de la infección, decidimos junto a mi compañera de guardia, Dra. Josefina Sánchez Villoria, internación en cama fría e inicio de tratamiento antibiótico endovenoso y tratamiento analgésico, solicitando de manera urgente un análisis de laboratorio (…) y solicitamos desde Guardia la realización de una tomografía de Cabeza y Cuello, para descartar la necesidad de un tratamiento más invasivo debido a la sospecha clínica de infección extendida».

Interviene otra profesional, Josefina Sánchez Villoria, que cuenta lo que sigue:  “Tenía poca apertura bucal debido a trismus que presentaba al momento de la consulta, por lo que era casi

imposible realizar una buena exploración de la cavidad bucal. (…) El laboratorio muestra resultados positivos para una infección bacteriana debido al alto recuento de GB (…) Por lo cual, decidimos con mi compañera de guardia presentarle el paciente al médico de (guardia) pasiva (Dr. Garbelino Ignacio) para la correspondiente internación. El Dr. Garbelino nos recomienda la realización por guardia de una TAC (tomografía computada) y rotar el antibiótico (…) Una vez que se realiza la tomografía, mi compañera de guardia se comunica telefónicamente (mediante teléfono del hospital) con el Dr. Ríos para solicitar el informe de la TAC y pedir una ecografía abdominal para otro paciente (…). El Dr. Ríos le dice a la enfermera lo que mi compañera detalla en HC, que el absceso no era para drenar, solo para tratamiento antibiótico (…); se decide pasar al paciente a clínica médica varones”.

El médico Garbelino anota lo que sigue: «El día 25 de diciembre de 2022 siendo aproximadamente las 14 hs., la médica de guardia activa me comunica que tenía en consultorio un paciente con posibilidades de ser ingresado a la sala la clínica luego de realizar estudios. Sugerí realizar TAC previo a dicho ingreso. A las 17 hs. del mismo día concurrí a la sala de Clínica Médica no habiendo ingresado el paciente hasta ese momento. Al día siguiente concurro al Hospital y veo que el paciente había sido ingresado y se encontraba en una de las camas que yo no controlo, (…) que al momento del ingreso del paciente a la sala no fui informado del mismo, esto probablemente se debió a que fue evaluado y tratado por los médicos de la guardia activa (…)”.

Llegó el día 26 y LA ontinuaba internado. Informa la médica Laura Daniela Portillo, jefa del Servicio de Clínica Médica: «Tomo la primera intervención profesional sobre el paciente en fecha 26/12/2022, al inicio de mi Guardia Pasiva por cuanto el Servicio de Clínica Médica se

encontraba de asueto administrativo hasta el 30/12/2022 (…) tal como obra en la Historia Clínica de Referencia, la suscripta indicó (…) Iguales indicaciones, radiografía de tórax, frente de control (…) 10 hs.: interconsulta con Odontología, resumen clínico, paciente con acceso dentario, celulitis (…) En momento de revisar al paciente recibo la llamada del Señor Director solicitando informes verbales del paciente en cuestión ya que había problemas con los familiares (…) ante la iniciativa de la suscripta de solicitar una TAC sobre el paciente la enfermera en turno me informa que ya había sido realizada ante el pedido del Servicio de Guardia Activa el día de su ingreso, pero que hasta el momento solo había un informe verbal y telefónico con diagnóstico de flemón dentario no drenable indicándose tratamiento endovenoso e internación, reclamándose vía enfermería al Servicio de Imágenes a los fines remita el debido informe escrito».

El mismo 26 de diciembre la odontóloga Renata Frías concurre a la interconsulta en sala de

varones para ver al paciente, y escribe: «El paciente no se encontraba bien pero la medicación era la indicada y estaba con trismus y con mal estado general (…) A mi criterio era de atención médica”.

Al día siguiente, día 27, LA  fue evaluado por la doctor Lucrecia Portillo, cuyo descargo que en su descargo describe: «El día martes 27 de diciembre de 2022 evalué por guardia pasiva en el Servicio de Clínica Médica al paciente, el cual ya cursaba más de 48 hs. de internación en el mismo en control y tratamiento por sospecha de cuadro de etiología odontológica (…) Durante el día 27, dos o tres veces pasé y me comuniqué con enfermería del servicio para constatar si presentaba dolor, sus signos vitales y evolución (…)”.

Ese mismo día fue vito por el odontólogo Santiago Rodríguez, que depuso: «Una presunción de celulitis de piso de boca con una fístula en piso de boca del lado izquierdo la cual tenía un

sangrado (…) le sugiero que debido a una mejor evolución del cuadro siga internado con la medicación, también sugiero estudios complementarios (tac) a lo cual me dicen que ya había sido indicada y análisis de sangre por posibles patologías que pudieran estar empeorando el cuadro y que se tenga especial atención a las vías aéreas para permitir una respiración correcta».

El día 28 de diciembre, a las 6,05 AM, continúa el relato del profesional, «concurro al servicio de clínica varones para la evolución y me dicen que el paciente se retiro a las 2 a.m. de ese día”.

La médica Lucrecia Portillo vuelve a intervenir y cuenta: «Siendo la madrugada del día 28 de diciembre del corriente se comunica telefónicamente enfermera del Servicio de Clínica Médica refiriéndome que el paciente presentaba aumento dolor, donde se da la pauta de acelerar el goteo de analgesia paralela y quedo a la espera de respuesta al mismo. Minutos más tarde se me comunica que no mejoraba el dolor, me dirijo a evaluarlo, donde observo carpeta con controles de signos vitales normales, voy a la habitación donde no se encontraba el paciente, luego la enfermera me informa que se encontraban en el patio del nosocomio (…) se encontraba el paciente y dos acompañantes familiares femeninas en una actitud agresiva hacia mi persona (…) por este motivo tuvo que presentarse el oficial policial, durante reiteradas veces les pedí ingresar a la habitación para evaluar al paciente pero los mismos se negaron, referían que querían irse por sus propios medios a otra ciudad a solicitar atención».

Interviene en el caso la Jefa del Departamento de Enfermería del Ministerio de Salud, que el 10 de enero de 2023 realiza informe: “La enfermera que brindo cuidados propios al paciente A. relata que el paciente fue presentando dolor progresivo, lo registra en el reporte, presenta dificultad para tragar y dolor en el pecho. Que llama a la doctora de guardia quien indica telefónicamente que suban el goteo de analgesia y que ella estaba en un traslado y al regreso

la doctora expresa que el paciente estaba con estado general bueno. Que aproximadamente a las 00 horas el paciente está con desasosiego, se dirige al patio y la esposa informa que se retiran de la institución porque el patrón lo llevaría a Rosario para su atención”.

El director General de Odontología de Salud subraya un dato no menor: en el Hospital Fermín Salaberry «no se confeccionan Historias Clínicas correctamente, que la evolución del cuadro infeccioso es muy rápida y que correspondería se establezcan protocolos de atención de manera coordinada entre todo el equipo de salud del hospital», y subraya que el doctor Chiara «no realiza Historia Clínica del paciente, no propone ningún tratamiento para la patología médica ni considera exodoncia o turno para continuar con el tratamiento».

Otro informe de Salud observa «irregularidades» en las guardias pasivas que se cumplen en el Hospital Salaverry. En tanto, la auditoría ordenada por la cartera sanitaria !concluye que se observa una coincidencia de guardias activas y pasivas realizadas de manera simultánea por un mismo profesional, siendo esto responsabilidad de los Jefes de Servicio, en este caso del Jefe del Servicio de Clínica Médica. Asimismo, destaca la falta de uso de la Historia Clínica en el Servicio de Odontología y la omisión de solicitud de intervención y evaluación por el Servicio de Cirugía General del nosocomio ante la detección de situaciones que ameriten un posible tratamiento invasivo».

La investigación concluye que «de acuerdo a los descargos e informe técnico profesional emitido no se advierte una conducta que se corresponda a una falta grave u omisión manifiesta por parte» de los profesionales odontólogos Santiago Rodríguez, y Renata María de los Milagros Frias. Pero respecto de  Jorge Luis Chiara  destaca que «no realiza Historia Clínica del paciente, no propone ningún tratamiento para la patología médica ni considera exodoncia o turno para continuar con el tratamiento- a tenor de lo indicado por el Sr. Director General de Odontología por lo que corresponde se investigue la actuación del mismo en un ámbito de amplia prueba».

Al final, destaca que «de las constancias de autos surge una presunta situación de irregular atención médica del paciente LA, que de los descargos de los profesionales médicos tratantes en guardia y en sala durante la internación «se observan ciertas inconsistencias de los descargos, que ameritan sean evaluados en el marco de una investigación sumarial, concretamente en lo que respecta al Servicio de Guardia, existirían ciertas contradicciones entre el diagnóstico y tratamiento efectuado por la Dra. Ivana Claudia Mansilla (…), quien refiere que al ingresar a guardia el paciente en fecha 24/12 tenía dificultad para respirar (y que se encontraba en estado violento, requiriendo atención por esa dificultad respiratoria) a las 17.30 hrs, y que al ser evaluado por la Dra. Lucrecia Villaroel, a las 19 hrs de ese mismo día, se decide el alta del paciente una hora y media, presuntamente por observar una mejoría en el cuadro y no evidenciándose dificultad para respirar o deglutir, indicándole pautas de alarma y tratamiento medicamentoso».

Luego, desarrolla que «si bien correspondería dirimir la conducta de la Dra. Villarroel por la atención brindada al paciente LA en fecha 24 de diciembre de 2022 en el Servicio de Guardia, en el ámbito de un sumario administrativo, la profesional no cuenta con vínculo laboral alguno con el Estado provincial, por lo que deviene abstracta su inclusión en la investigación. Sin perjuicio de ello, la Dirección General de 2do y 3er Nivel de Atención del Ministerio de Salud, deberá evaluar la exclusión de la contratación de sus servicios en atención a que ha demostrado la falta de pericia en la atención del paciente».

En lo que atañe al Servicio de Clínica Médica, «de los descargos y documentación obrante surgen dos situaciones igual de difusas en cuanto a la atención y seguimiento del paciente L.A., resultando llamativo el descargo de la Jefa del Servicio, Dra. Laura Daniela Portillo, de cuando refiere que `tomo la primera intervención profesional sobre el paciente en fecha 26/12/2022 al inicio de mi Guardia Pasiva por cuanto el Servicio de Clínica Médica se encontraba de asueto administrativo hasta el 30/12/2022 (…) tal como obra en la

Historia Clínica de Referencia, la suscripta indicó (…) Iguales indicaciones, radiografía de tórax, frente de control (…) 10 hs.: interconsulta con Odontología, resumen clínico, paciente con acceso dentario, celulitis (…) En momento de revisar al paciente recibo la llamada del Señor Director solicitando informes verbales del paciente en cuestión ya que había problemas con los familiares (…) ante la iniciativa de la suscripta de solicitar una TAC sobre el paciente la enfermera en turno me informa que ya había sido realizada ante el pedido del Servicio de Guardia Activa el día de su ingreso, pero que hasta el momento solo había un informe verbal y telefónico con diagnóstico de flemón dentario no drenable indicándose tratamiento endovenoso e internación, reclamándose vía enfermería al Servicio de Imágenes a los fines remita el debido informe escrito”.

Al respecto, Salud dispuso la instrucción de un sumario administrativo a los odontólogos Jorge Luis Chiara, Laura Daniela Portillo, y Lucrecia Portillo, «por estar sus conductas presuntamente incursas en lo prescripto por el Artículo 46° Inciso d) Negligencia

manifiesta, omisión reiterada o faltas graves en el desempeño de sus funciones de la ley 9892 -Carrera Profesional Asistencial Sanitaria, en razón de la presunta deficiente atención brindada al paciente L.A., de conformidad a lo expresado en los considerandos del presente Decreto».

Entre Ríos Ahora

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