Nueva Escocia, un manojo de belleza y armonía


Paisaje e historia, irresistibles en este rincón entrerriano.

A orillas del Río Uruguay, a 17 km de la ciudad de Puerto Yeruá, y a 55 km de Concordia, ciudad cabecera del departamento, se erige Nueva Escocia. Podemos ingresar por la ruta que va hacia Puerto Yeruá, y unos pocos km antes de arribar al sector urbano, un desvío nos introduce en esta bonita localidad, que en un principio había sido habitada por miembros de los pueblos originarios.

 


 La presentación, la bienvenida a Nueva Escocia, en sintonía con toda la policromía de la ciudad.

Cuando faltaban aún unos km para arribar a nuestro destino, un viejo puente nos hizo detener, y disfrutar un instante de todo el esplendor que ese espacio irradiaba. A ambos lados reposaba, sosegadamente, el arroyo Yeruá. Cielo azul, tupido verdor y tonalidades terrestres, nos avasallaron, y tuvimos ese sublime contacto con la naturaleza que, en aquella mañana otoñal, nos pareció único e irrepetible.


Arroyo “Yeruá”, como tantos cauces de agua que ennoblecen la provincia: “Profusión de ríos, arroyos, fontanas rumorosas, azulinas de cielo…” (María Luisa Zaffaroni).

 


Puente sobre el arroyo Yeruá. Curso de agua que desemboca en el Uruguay; tres poblaciones llevan su nombre: Puerto Yeruá, Estación Yeruá, Colonia Yeruá.

Los inicios, nuevos pobladores y nuevos proyectos

Como sucedió en varios sitios de nuestra provincia, a la zona arribaron inmigrantes que procedían de Europa, desde el año 1850 en adelante, con el fin de dedicarse a la actividad agropecuaria. Entre los primeros pobladores se encontraban las familias Cettour, Marty, Fernández, entre otras.

TRABÁJAME…

Con la fe de los que creen

trabájame, sin desmayos ni cansancios

porque el nuevo surco que mi tierra clama

fecundará la simiente del progreso

en esta nueva etapa que te llama.

Rubén Fracalossi, “Yo, Entre Ríos”.

Nos conduce la fundación de Nueva Escocia a Guillermo Shand, un escocés que exploraba la zona, y en su recorrido analizaba la concreción de nuevos proyectos. Optó por la creación de una fábrica de cerámicas. Con el correr de los años, fue ampliando sus terrenos, hasta que hacia el año 1880 decidió efectuar la donación de 100 hectáreas para la fundación de un poblado; solicitó como único requisito que llevara siempre el nombre de “Nueva Escocia”.

 


El terreno donde se había instalado la fábrica atesora una parte edilicia que construyó el Sr. Shand. Hoy, junto a la chimenea, forma parte del patrimonio histórico de Nueva Escocia.

Se conserva aún la histórica chimenea en ese predio que hoy es propiedad privada. La Sra. Carina Troncoso, dueña actual del lugar junto a su esposo, Horacio Rubén Ballesteros, amablemente nos recibió y nos permitió que observáramos detenidamente el lugar y tomáramos algunas fotografías.


La vieja chimenea, símbolo del camino emprendido por ese escocés que se quedó para siempre en la memoria de Nueva Escocia, a la que seguramente concibió como una pequeña réplica de su país natal.

Actividades productivas

Esta pintoresca localidad cuenta hoy con un número estimado de setecientos habitantes. La presencia de canteras de canto rodado forma parte de las actividades productivas de la localidad; además de la forestación e industrias madereras, y de trabajos inherentes a la agricultura y a la ganadería.

Buenos son los días del labriego

porque él conoce el secreto de la tierra

y el canto del viento,

porque él se viste de amaneceres

y se arrulla con el trino de los pájaros…

Isabel Castellán, “El trabajo”.



Formaciones rocosas de canto rodado, recurso que ha sido explotado por varias canteras, que han generado importantes fuentes de trabajo a los habitantes de la zona.

El turismo se encuentra también enmarcado dentro de las tareas que contribuyen con el crecimiento de la economía de la población, debido a que Nueva Escocia se ubica a orillas del majestuoso río Uruguayque, además de realzar la belleza natural, brinda la posibilidad de disfrutar de sus playas y de practicar diferentes deportes.

 


 “Al verde litoral gentil retratas en la postal de tu fluir riente…” (Héctor Deut)


Camping de Nueva Escocia.

 


Imagen emblemática del viejo embarcadero, elevada estructura sobre el río Uruguay, donde se amarraban los barcos para cargar la piedra.

Organización administrativa

 


En el predio de la plaza “Pte. Néstor Kirchner”, la Sra. Rita Álvarez, presidente de la Comuna de Nueva Escocia, acompañando a quienes realizan tareas de mantenimiento.

La organización administrativa del poblado estuvo primeramente en manos de una Junta de Gobierno, que se había constituido en el año 1984. Y en el año 2019, fue reemplazada por la actual Comuna, que se compone por el Poder Ejecutivo, presidente, secretaria, tesorera y contador; y el Consejo Comunal, por siete miembros.


Comuna de Nueva Escocia, espacio de organización administrativa, cuando la comunidad no supera los 1500 habitantes. (Fuente: https://portal.entrerios.gov.ar › provincia)

 


Carolina Luna, Secretaria de la Comuna.

 


Leticia Faría, Tesorera de la Comuna.

“Escuela de mi pueblo”

Una senda que la infancia desde siempre complaciente transita, y se vuelve irreemplazable, con un valor infinito, que se guarda toda la vida.

Surge la Escuela N° 28 “Thomas Alva Edison” por la demanda de los recién llegados de una educación sistemática para sus hijos.

“Las escuelas rurales fueron, son y seguirán siendo baluartes luminosos en la formación de la niñez del campo”.

 

(Amalia Celia Troncoso de Scatena)

 

“Y la Bandera airosa se despliega, para inflamar al hombre de coraje…” (Isabel Castellán).

Nos refiere su Directora actual -en el cargo desde el año 2011-, la Docente Patricia Benítez, que en un principio había sido una escuela particular, hasta que el estado accedió a una solicitud de los vecinos del lugar para que formara parte de él; era en ese entonces directora la Sra. Josefa M. de Palavecino. Como sucede en todo comienzo, funcionó en diferentes casas particulares, desde el año 1897. Recién en el año 1970 fue inaugurado el edificio actual, cuya construcción se había iniciado cinco años antes.


 

 “Enseñar siempre: en el patio y en la calle como en la sala de clase. Enseñar con la actitud, el gesto y la palabra”. (Gabriela Mistral)

En 1990, a pedido de la dirección de la escuela, se creó la primera sección de Nivel Inicial. Su primera docente, Teresita Mercedes Acosta, determinó su nombre, “Gotitas de alegría”.

 

“Gotitas de alegría”, alegría, juegos, color, energía, esperanza, lo que percibimos en las salas de 4 y 5 años en el Nivel Inicial, a las que este año concurren 20 niños.

Consta en la historia institucional la importancia de las diferentes Comisiones Cooperadoras, que fueron generando recursos para cubrir distintas necesidades, tanto del edificio escolar como de material didáctico.

Hoy la institución -nos explica su directora- se enmarca dentro de la propuesta educativa NEP (Nueva Escuela Primaria) del Consejo General de Educación de la provincia, que consiste en una jornada extendida, con el fin de fortalecer las trayectorias escolares del alumnado. En su  estructura esta escuela presenta una sección múltiple, que se concreta con el segundo y el tercer grado. Cuenta con un total de 96 alumnos.

Si es cierto que me amas, no trates de narrarme

la historia de otros hombres, si están sobre el papel

despiértame a la vida, tú puedes levantarme,

invítame a la escuela, enséñame a leer.

Anónimo, “Enseñar”.

Percibimos el entusiasmo en las palabras de la Sra. Benítez cuando nos habla de la escuela, y descubrimos el enorme compromiso con que, tanto ella como toda la comunidad, trabaja para que el proceso educativo pueda cumplir sus objetivos en favor de sus únicos destinatarios, los niños de la localidad.

Bajo la advocación de Nuestra Madre de la Merced

En el mes de noviembre del año 1946, se celebró la primera misa, en la escuela. Por unos años se continuó celebrando en diferentes domicilios particulares.


Humilde, sencilla, serena, así divisamos a la Capilla “Nuestra Señora de la Merced”, espacio sagrado, donde las personas creyentes tienen su momento de oración, de meditación, de manifestación de su fe.

En octubre de 1968, el Sr. Oscar Domé donó el terreno para la construcción de la capilla. Se decidió que la Virgen de la Merced fuera la Patrona de Nueva Escocia, cuya festividad se celebra el día 24 de septiembre. Hoy esta capilla depende de la Parroquia “San Isidro Labrador” de la ciudad de Puerto Yeruá, cuyo responsable es el Presbítero Pablo Andrés Méndez.

Interior de la Capilla, con esa magia que sentimos al pisar cada capilla rural que visitamos.

Las calles

Quizás como un homenaje a esa naturaleza que tanto les regala, los vecinos han elegido para denominar las calles de su pueblo seres que en ella habitan, nombres de plantas y de aves, que hacen suponer al visitante su presencia en la región.


Las Moras y Los Cardenales, seres que serán valorados no solo porque embellecen el paisaje, sino también porque con acierto alguien optó por darles protagonismo a través de las calles del pueblo.

El Almacén de Ramos Generales, una leyenda lugareña

Patrimonio histórico, cultural, aromas de antaño, artículos de índole diversa. Tras 126 años, la tercera generación de la familia Cettour sigue firmemente al frente del Almacén de Ramos Generales, que otrora proveía a los lugareños, y a los trabajadores de los montes, de objetos para los animales, como el recado completo para los caballos,  indumentaria para el trabajo de campo, mercadería para consumo familiar y tareas domésticas, artículos de bazar, etc.

Almacén de Ramos Generales, llamado “Pulpería”, testigo de miles de historias, relatos y leyendas, de épocas inmemoriales, cuando se constituía en el punto de encuentro de lugareños y viajeros.

Con amabilidad nos recibió el Sr. Segundo Raúl Marty, dueño actual junto a su esposa, nieta de Don Alejo Cettour, el fundador de este singular negocio. Conversábamos con él sobre los cambios en estos tiempos. Si bien conserva su estructura original, y elementos como la antigua heladera, la balanza, las altas estanterías, sus productos ya no son los mismos, debido a los cambios relacionados con el paso del tiempo y los modos de adquisición del público contemporáneo. Las costumbres también cambiaron; antes al finalizar la jornada de trabajo, la pulpería generaba un espacio de encuentro, donde una copa, un par de naipes, las bochas, eran protagonistas de extensas veladas que solían prolongarse hasta la madrugada. Hoy se manejan otros horarios, entre las 7,00 y las 12,30 hs. por las mañanas, y entre las 15,30 y las 20,00 hs. por las tardes. Sí permanece ese lugarcito para que quien quiera beber una copa, acompañada por una picada, pueda hacerlo con tranquilidad.


Desde 1967, Don Segundo Raúl Marty, junto a su esposa Palmira, se encuentran al frente del actual almacén “Raulito”.

Un destino singular para la agenda del viajero

Miles de argumentos nos permiten sugerir Nueva Escocia, para conocer y disfrutar de una plácida ciudad, con atisbos de pueblo, con un paisaje soberano, que despliega calma y belleza, con el Uruguay de refinada arena y cristalinas aguas; con una rica historia inmigrante que incluye a aquel escocés, que llegó en busca de nuevos desafíos y terminó imprimiendo al lugar el sello de su ciudad natal; con habitantes que tienen la clara convicción de conservar cultura y costumbres, como la vieja pulpería que, imperturbable, continúa en la entrada; con sus centenarias instituciones que nacieron, crecieron y siguen en el camino de servir a pobladores y turistas; y con la responsabilidad de su gente, que marcha día a día, con oportunidades y con adversidades, por su crecimiento y el de su comunidad.

Agradecimientos: a las autoridades de la Comuna de Nueva Escocia, Sras. Rita Álvarez, Carolina Luna y Leticia Faría; a la Docente Patricia Benítez; a la Sra. Carina Troncoso; al Sr. Raúl Marty; al joven Santiago Rebollo Martin, a la Sra Claudina Esther Delfin.

 

Texto y fotografías: Prof. Nélida Claudina Delfin.

Revistaalmas.com

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.