No hay plata y la panza lo sabe: Cada argentino comería este año 7 kilos menos de carnes que en el promedio de la última década


La crisis económica en Argentina se siente en los bolsillos y también en la panza de los argentinos. Las estimaciones indican que el consumo de las principales carnes caerá un 9% en 2024 respecto del año anterior, dejando claro que la situación es alarmante. El consumo total de carnes bovina, aviar y porcina podría ubicarse en torno a los 105,7 kilos por habitante, lo que representaría el consumo más bajo desde 2011.

Menos carne, más realidad

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), elaborado por los analistas Franco Ramseyer y Emilce Terré, cada argentino consumiría este año siete kilos menos de carne en comparación con el promedio de los últimos diez años, que es de 112,8 kilos. El gráfico histórico que acompaña el documento muestra que, aunque el ajuste es fuerte, no es el peor momento. En 2010, el consumo de proteína animal se ubicó por debajo de los 100 kilos anuales, y tras la crisis de 2001, en 2002, llegó a ser de solo 80 kilos por habitante.

Carne vacuna en caída libre

El consumo de carne vacuna, históricamente la preferida de los argentinos, se ha proyectado en solo 45 kilos per cápita para este año, el valor más bajo en al menos 110 años. El promedio histórico desde 1914 se ubica en casi 73 kilos anuales por habitante, lo que implica una caída del 40% en la actualidad. Durante la crisis de 2001, el consumo estaba en alrededor de 60 kilos, muy por encima de la marca actual.

Los analistas de la BCR explican que "el consumo de carne vacuna en Argentina se encuentra en una tendencia decreciente desde la segunda mitad del siglo pasado, en la medida en que ha sido sustituida por otras fuentes de proteínas. Esta tendencia se ve agravada por la actual recesión que atraviesa la economía argentina, llevando a muchos consumidores a inclinarse por el consumo de pollo y cerdo, alternativas más económicas".

Pollo y cerdo: los nuevos protagonistas

El informe señala que en 2024, por primera vez, el pollo competiría palmo a palmo con la carne vacuna, y esta vez la superaría en las preferencias de los argentinos, no por gusto, sino por precio. Se espera que ambas carnes queden igualadas, representando cada una el 42% del consumo. En 2002, esa relación era 72% carne vacuna, 22% carne aviar y solo 6% carne porcina.

"La proporción de carne bovina habría caído 3,5 puntos porcentuales respecto a 2023, alcanzando un mínimo histórico. Al mismo tiempo, el consumo de carne aviar aumentó 2,4 puntos porcentuales de forma interanual. Por primera vez en los registros, el habitante promedio en Argentina consumiría en 2024 la misma cantidad de carne vacuna que de carne aviar, alrededor de 44,5 kilos anuales", indica el trabajo.

Perspectiva internacional

Pese a la caída en el consumo interno, Argentina sigue siendo uno de los países con mayor consumo per cápita de carne vacuna a nivel internacional, igualando prácticamente a Uruguay y superando ampliamente a Estados Unidos (38 kilos), Australia (27 kilos) y Chile (26 kilos).

El informe de la BCR concluye con una reflexión: "Dejar la oportunidad de analizar las cosas en perspectiva: tan mal no estamos, o podemos estar peor, como cada uno decida". En medio de la crisis, esta perspectiva puede ofrecer un pequeño consuelo a los argentinos que luchan por mantener sus tradiciones en la mesa.

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