EE.UU. advierte a Maduro que podría terminar preso en Guantánamo
El asesor de Seguridad Nacional de Trump le sugirió al líder
chavista que acepte una amnistía, "así puede irse a descansar a una playa
bonita"
El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John
Bolton, advirtió al presidente Nicolás Maduro de que si no acepta la transición
democrática en Venezuela y se retira voluntariamente pronto, acabará en el
penal de la base naval de Guantánamo, donde quedan unos 55 detenidos acusados
de terrorismo islamista. No obstante, aseguró que no es "inminente"
una opción militar para favorecer cambios en Venezuela, apenas un día antes de
que chavistas y antichavistas vuelvan a medir fuerzas en las calles. Bolton,
que el jueves escribió en su cuenta de Twitter que le deseaba a Maduro "un
retiro largo y tranquilo en una bonita playa lejos de Venezuela", ayer
insistió con la idea: "A Maduro le deseo un retiro largo y tranquilo en
una bonita playa lejos de Venezuela. Y cuanto antes aproveche esa oportunidad,
más probable será que pueda tener un retiro agradable y tranquilo en una playa
bonita en lugar de estar en otra zona playera como la de Guantánamo".
Aunque Bolton descartó una intervención militar inminente de
Estados Unidos, a través de Brasil o Colombia, renovó la idea de que el
presidente Donald Trump mantiene "todas las opciones sobre la mesa"
para presionar a Maduro ante la crisis en el país caribeño. El funcionario
aconsejó a Maduro y sus principales asesores que "aprovechen la
amnistía" que les ofreció el presidente encargado designado por la
Asamblea Nacional (AN, Parlamento) Juan Guaidó, y declaró que la Casa Blanca
está "abierta a tener conversaciones" sobre "dónde podría
aterrizar" el presidente venezolano si decide abandonar el poder. "No
estoy seguro de si nadie en Venezuela puede garantizar la seguridad de
Maduro" en caso de que se quede en el país después de abandonar el poder,
afirmó Bolton.
Luego, se sumó a la andanada el vicepresidente Mike Pence,
quien tras reunirse con representantes de la comunidad venezolana en el sur de
Florida, afirmó que la lucha en el país sudamericano es "entre la
democracia y la dictadura" y consideró que es el momento de que Venezuela
"recupere la libertad".
Sanciones
Lo de Washington no fue solo discursivo: el Departamento del
Tesoro anunció que las compañías no estadounidenses que le compran petróleo a
Venezuela a través del sistema financiero de Estados Unidos o agentes de este
país tienen hasta el 28 de abril para poner fin a sus compras. La nota es
consecuencia directa de las sanciones impuestas a la petrolera estatal
venezolana, PDVSA, por parte de Washington, que supone un embargo de facto a
las exportaciones petroleras a Estados Unidos.
Mientras, Maduro llamó a los militares a "expandir la
capacidad de inteligencia preventiva contra el terrorismo, contra el
golpismo", en el marco de lo que consideró una batalla histórica contra la
mayor agresión, que asegura enfrentó su país. Otra vez frente a militares, en
ejercicio casi permanente desde hace una semana, Maduro advirtió que "el
imperio norteamericano, las viejas potencias colonialistas de Europa y un
puñado de gobiernos oligárquicos, entreguistas, pretenden ponerle la mano al
poder político y a la riqueza en Venezuela".
El mandatario instó a los militares, además, a rechazar la
amnistía votada por la AN para los efectivos de defiendan la Constitución
porque, dijo, no son delincuentes. De fondo, los asistentes cantaban
"leales siempre, traidores nunca".
Marchas y contramarchas
Para hoy se espera otra jornada compleja, porque chavistas y
antichavistas volverán a ganar las calles, en coincidencia con el aniversario
número 20 de la llegada al poder de Hugo Chávez. El gobernante Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV) moverá toda su estructura para llenar
"de revolucionarios" –al decir del jefe partidario, Diosdado Cabello–
la céntrica avenida Caracas "para conmemorar el cumplimiento de los
primeros 20 años de la Revolución Bolivariana". Del otro lado, el
antichavismo también se movilizará hoy, en cinco puntos de Caracas y en varias
ciudades del país. "Debemos ir todos a las calles de Venezuela y el mundo
con un objetivo claro: acompañar el ultimátum que dieran miembros de la Unión
Europea. Vamos a hacer la marcha más grande en Venezuela y en la historia de
nuestro continente", pronosticó Guaidó.
A 20 años de la llegada de Hugo Chávez al poder
Venezuela conmemora hoy el 20º aniversario de la llegada al
poder de Hugo Chávez con la inédita coexistencia de dos presidentes paralelos,
en un conflicto de poderes que explica la parábola que fue de la anunciada
"revolución bolivariana" a la peor crisis política, económica, social
y humanitaria de su historia. Teniente coronel del Ejército, Chávez surgió a la
vida pública el 4 de febrero de 1992, cuando encabezó un intento fallido de
golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez, por el que fue preso.
Indultado en 1996, fundó un partido, el Movimiento Quinta
República (MVR), con el que capitalizó el desencanto general por el
empobrecimiento y la corrupción crecientes, y ganó las elecciones de 1998. El 2
de febrero de 1999 asumió la presidencia tras jurar por "esta moribunda
Constitución" y dedicó sus primeros esfuerzos a promover una reforma de la
Carta Magna, aprobada a fines de ese año. Desde entonces la República de
Venezuela se llama también Bolivariana y el período presidencial, antes de
cinco años, dura seis. A partir de allí, Chávez anunció su "revolución
bolivariana", de corte socialista, y entre 2000 y 2001 se distanció de las
clases medias, que interpretaron una reforma educativa como un intento de
adoctrinamiento marxista de los alumnos primarios y rechazaron medidas
económicas adoptadas por decreto. No obstante, en diciembre de 2000 ganó
cómodamente las elecciones para iniciar en enero de 2001 un período bajo el
imperio de la nueva Constitución. En abril de 2002, un grupo de civiles y
militares aprovechó protestas multitudinarias contra la decisión de Chávez de
eliminar el sistema meritocrático para la designación de ejecutivos de la
petrolera PDVSA y lo sacó del gobierno por 36 horas.
La intervención en esas protestas de grupos civiles
chavistas armados, que provocó 19 muertos y cientos de heridos, dio lugar a las
primeras denuncias sobre violaciones de derechos humanos y manipulación de la
Justicia, que irían multiplicándose con el tiempo. Tras afrontar un prolongado
paro general entre fines de 2002 y principios de 2003, Chávez dispuso el
control cambiario. Entonces se notaron los primeros síntomas de inflación y
desabastecimiento.
Luego de sortear con éxito un referéndum revocatorio en
2004, Chávez fue reelecto a fines de 2006 e inmediatamente ordenó crear un
"partido único". Así nació el Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV). En 2007 tuvo su primer revés en las urnas, cuando una mayoría rechazó
su nuevo proyecto de reforma constitucional, con la que aspiraba a eliminar
todo límite a su reelección. Obtendría esa franquicia dos años después, en otra
consulta. Paralelamente, Chávez subió el perfil de Venezuela en el terreno
internacional. Cultivó una estrecha relación personal con Fidel Castro, a quien
dio petróleo para Cuba a cambio de legitimidad política y agentes de
inteligencia; se alió a China, Rusia e Irán, y asumió un liderazgo regional que
fue costoso en recursos petroleros. El 30 de junio de 2011, Chávez informó que
padecía cáncer. Volvió a ganar los comicios en octubre de 2012, apareció en
público por última vez en diciembre, y el 5 de marzo de 2013 se anunció su
muerte. El 13 de abril, Nicolás Maduro fue elegido presidente.
Bajo la gestión de Maduro empeoró la situación económica:
Venezuela vive en emergencia humanitaria por el desabastecimiento casi total de
alimentos y medicinas, y desde noviembre de 2017 sufre hiperinflación.
Asimismo, se multiplicaron las protestas y la represión, con decenas de muertos
y heridos, y cientos de opositores presos o inhabilitados para cargos públicos.
Como consecuencia, 5 millones de personas se fueron de Venezuela en estos 20
años, según diversas organizaciones.
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