Dio inicio el juicio oral contra dos policías acusados de vejaciones agravadas
Dos efectivos policiales que prestaban servicio en la
Comisaría de Raíces Oeste, del departamento Villaguay, están siendo sometidos a
juicio oral acusados de delitos de vejaciones agravadas, en perjuicio de dos
jóvenes de 17 y 18 años.
Se trata del sargento ayudante Ricardo Daniel Villaverde de
46 años y el agente José María Aranda de 28 años, ambos funcionarios
representados por el abogado penalista concordiense, doctor Rafael Briseño.
La causa es llevada adelante por el fiscal Juan Manuel
Pereyra, quien es acompañado por su colega (ambos de Villaguay) doctor Mauro
Quirolo, oficiando como querellante en representación de las víctimas, el
doctor Alberto Salvateli.
Los hechos
La causa se inició a raíz de los hechos ocurridos la noche
del 19 de abril del 2015, en oportunidad que el menor JL de 16 años y su amigo
Misael Olote de 18 años, fueran interceptados por personal policial en un
camino vecinal cercano a Aldea Farías de Raíces Oeste, ubicada a la altura del
kilómetro 97,5 de la ruta Nacional 18.
Ambos jóvenes transitaban en un Renault 12 de Olote, cuando
fueron detenidos por los funcionarios Villaverde y Aranda, que en ese momento
prestaban servicio en la Comisaría local, los que hicieron bajar del auto a los
amigos.
Fue allí que los requisaron y comenzaron a preguntarles por
la supuesta tenencia de armas y sobre si sabían algo de un robo a un vecino de
la zona de apellido Valentini.
Según señalara el fiscal, en esos momentos pasaron una
camioneta y un camión, cuyos conductores Alvarado y Pérez, vieron lo que estaba
pasando, siendo interceptado el camión en el que iba Pérez, que luego de hablar
con los funcionarios siguió su camino.
Villaverde y Alvarado continuaron con lo que estaban
haciendo y comenzaron a amenazar a los chicos y a golpearlos, señalándose que
Villaverde separó al menor JL hacia un lado y le puso el arma en la cabeza al
menor, previo montarla para un supuesto disparo, continuando con las amenazas y
tratando de involucrar a los jóvenes con el robo ocurrido días antes.
Con el correr de los minutos, ambos uniformados dejaron ir a
los chicos, pero les advirtieron de que no dijeran nada de lo sucedido y que no
querían volver a verlos juntos. Tras estos hechos, a la mañana siguiente, el
joven Misael Olote fue hallado muerto en un campo, producto de haberse
ahorcado, se presume que atemorizado por os sucesos anteriores, habiendo dejado
mensajes de texto a sus familiares en los que decía que “la cosa se puso fea y
que quería quedar en paz”.
El debate
El juicio se desarrolla ante el Tribunal integrado por los
vocales, Evangelina Bruzzo, Rubén Chaia y Mariano Martínez, que en principio
tomaron juramente a 8 testigos de la Fiscalía, entre ellos el joven JL, menor
al momento de los hechos y el padre de Misael Olote.
Luego de negarse a declarar los acusados, se procedió a los
alegatos de apertura, donde el fiscal detalló lo sucedido y señaló que se podrá
acreditar la responsabilidad de ambos funcionarios de los cargos, agregando que
tras esos hechos, ambos fueron trasladados a otras dependencias, agregando que
se demostrará que estos hechos están relacionados al robo a la familia
Valentini, que reclamó en esa oportunidad a los funcionarios por su inoperancia
que los habría llevado a presionar a los jóvenes.
Por su parte el doctor Salvateli adhirió a los dichos del
fiscal y al igual que este dijo que solicitarán pena de cumplimiento efectivo y
la inhabilitación por el doble de tiempo para ambos en la ocupación de cargos
públicos.
A su turno, el doctor Rafael Briseño, defensor de ambos
acusados, no quiso realizar alegato de apertura, por lo que se dio inicio al
debata y se tomó juramento a los testigos.
El primero en declarar fue Orlando Olote, padre del Misael
quien contó lo que pasó esa noche cuando JL le fue a decir que su hijo había
desaparecido luego de los sucesos vividos en una zona casi deshabitada, hasta
que la mañana siguiente lo encontraron ahorcado, señalando que los dos
funcionarios no querían buscarlo esa noche y debió buscar ayuda en otros
oficiales que conocía y no estaban de turno.
El padre de Misael dijo que Villaverde le reconoció que le
habían pegado a su hijo y aclaró que este era un chico trabajador y que nunca
había estado involucrado en nada raro.
Similares relatos tuvieron los testigos siguientes, entre
los que estuvo el joven JL, que no sumaron mucho más de lo que contara Orlando
Olote, muchos de estos testigos de oídas.
Este miércoles continuarán los testimonios, entre os que
estarán algunos funcionarios policiales, teniéndose previsto que el juicio
continúe hasta el viernes, oportunidad en la que serán presentados loa alegatos
de cierre. 03442
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