Macri y Schiaretti se mostraron abrazados y sonrientes en Casa Rosada en horas decisivas para el PJ no K
Mauricio Macri fue el último en irse de Casa Rosada: a las
18.52 salió por la explanada de la calle Rivadavia acompañado por Dario Nieto,
uno de sus colaboradores más cercanos. Cuatro minutos antes hizo lo propio Juan
Schiaretti, el gobernador cordobés con el que el Presidente se reunió durante
50 minutos, en un encuentro a solas que, en la previa, había acaparado la
atención del Gobierno y del PJ alternativo.
"Terminamos la reunión convocada por el Presidente
@mauriciomacri, en la que ratifiqué mi posición sobre un eventual acuerdo
nacional", escribió Schiaretti en su cuenta de Twitter minutos después de
dejar Casa Rosada, y enumeró una serie de puntos de rigor.
Solo Macri y el gobernador de Córdoba, que arrastran una
relación de vieja data, conocen el contenido de la reunión: no hubo testigos.
Solo el saludo de algunos colaboradores presidenciales, como Fernando de
Andreis, que dejó la Casa Rosada mientras el jefe de Estado y el mandatario
provincial promediaban el encuentro. Lo mismo hizo el jefe de Gabinete, Marcos
Peña, que salió por la explanada quince minutos después de las seis de la
tarde. Un rato más tarde se lo vio a Mario Quintana.
Pero la foto oficial distribuida tras el cónclave por
Presidencia fue más que elocuente: Macri y Schiaretti fundidos en un abrazo, y
sonrientes. No hubo, en los últimos tiempos, una foto del mismo temor entre el
jefe de Estado y un gobernador.
El encuentro se da tras el categórico triunfo del gobernador
de hace dos domingos, después del impactante anuncio de Cristina Kirchner del
último sábado y en vísperas de la convocatoria realizada por el cordobés para
este miércoles con el resto de los cofundadores de Alternativa Federal, el ex
ministro Roberto Lavagna y el socialismo de Miguel Lifschitz, que por la tarde
pasó por el despacho del ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Schiaretti contará esta noche los detalles de su encuentro
con Macri en una cena que mantendrá con Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto y
Juan Manuel Urtubey, horas antes del cónclave ampliado de este miércoles.
El Gobierno sigue con atención los movimientos de
Alternativa Federal. La estrategia oficial de polarizar con el kirchnerismo,
que por ahora se mantiene sin alteraciones, suma la necesidad de que el PJ no K
se revitalice de cara a las elecciones para dividir el voto opositor.
El resumen de Schiaretti en su cuenta de Twitter sobre la
reunión en el despacho presidencial da cuenta de eventuales acuerdos en torno
al equilibrio fiscal, la inserción en "el mundo" o el federalismo, en
línea con el consenso de 10 puntos impulsado en las últimas semanas por el
Gobierno para retomar la iniciativa.
Explicaciones de ocasión: el acuerdo quedó en estas horas en
un segundísimo plano por el impacto del anuncio de la ex Presidenta del fin de
semana, que oficializó la candidatura de Alberto Fernández y que sacudió el
tablero político.
A las pocas horas, el cordobés tuvo que aclarar, de nuevo en
su Twitter, que "Alternativa Federal junto a otras fuerzas plurales
democráticas que quieran superar la grieta debe tener candidatos propios en las
próximas elecciones presidenciales".
Desde este lunes, en los principales despachos de Casa
Rosada solo se habla de los reacomodamientos en el escenario electoral tras el
anuncio de CFK.
El fin de semana, el ministro del Interior había levantado
el teléfono para hablar con un puñado de gobernadores, una ronda que incluyó a
Schiaretti.
La cena de esta noche de los fundadores de Alternativa
Federal y el encuentro de este miércoles serán seguidos por la Casa Rosada con
tanta atención como con la convención radical del próximo lunes. En la previa,
el gobernador de Córdoba ya había manifestado, tras el anuncio de la ex
Presidenta, que su espacio presentaría candidato propio en las elecciones.
Lavagna tuvo, de hecho, que ratificar este lunes su precandidatura presidencial
en diálogo con Infobae.
Las conversaciones de Sergio Massa con el kirchnerismo -el
fin de semana se dedicaron palabras de elogio con Alberto Fernández- es uno de
los temas a tratar en los encuentros del PJ alternativo. Más que Macri, el
avance de esos diálogos son seguidos de cerca por María Eugenia Vidal: en la
provincia de Buenos Aires están convencidos de una alianza entre el ex
intendente de Tigre y Unidad Ciudadana ubicaría las chances de reelección de la
gobernadora en un lugar aún más difícil que el actual.
Ayer, en Casa Rosada había de todos modos dudas en algunos
despachos oficiales por el eventual fortalecimiento del PJ no K. El Gobierno
explica que desde la presentación del libro "Sinceramente", Cristina
Kirchner no volvió a incrementar su popularidad. Que, por el contrario, el
Presidente tuvo una incipiente evolución, justificada por la calma en los
mercados. Y que Macri tiene mucho más océano para pescar indecisos que el
kirchnerismo. La inquietud oficial es cuánto puede atrapar Alternativa Federal
en ese océano.
El Gobierno, mientras tanto, ajusta su estrategia. Este
martes todavía había esfuerzos por sepultar definitivamente el "Plan
V", que volvió a cobrar cierta notoriedad por el anuncio de Cristina
Kirchner.
Macri mira con atención el encuentro de este miércoles del
PJ no K. Y controla la víspera de la convención radical del lunes, que definirá
la continuidad de Cambiemos.
Ese día, el Presidente estará en la inauguración del Paseo
del Bajo, una de las obras que la Ciudad mostrará como uno de los emblemas del
PRO, junto a Horacio Rodríguez Larreta. Cristina Kirchner, por su parte, deberá
volver a sentarse en el banquillo de los acusados, en Comodoro Py, en la
reanudación del juicio de la obra pública.
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