Jaroslavsky no está de acuerdo con el presidente de la UCR sobre Evo Morales
La diputada provincial del radicalismo, Gracia Jaroslavksy,
marcó sus diferencias con el documento que firmó este martes el titular de la
UCR nacional, Alfredo Cornejo, en la que pone en dudas que la Argentina pueda
seguir dando asilo político a Evo Morales
El texto de la UCR nacional, que tuvo fuerte repercusión
política se titula “¿Podemos seguir ‘refugiando’ a Evo Morales?”. Apunta que
sería condición para el expresidente boliviano “no hacer declaraciones
políticas” para permanecer en el país. “Morales hizo todo lo contrario. Visitó
la Quinta de Olivos, concedió todo tipo de reportajes a diferentes medios de
comunicación, participó de actos políticos”, recrimina el documento de Cornejo
que también firma Alejandra Lordén, vicepresidenta del Comité Nacional. La
divulgación de la expresión de Morales, respecto de “organizar milicias del
pueblo” para saldar el conflicto en Bolivia dispararon la reacción radical que
advierte que el gobierno no ha dicho “nada” al respecto.
Para las autoridades radicales “las declaraciones de Morales
atentan contra la paz y la democracia del país vecino, que está en pleno
proceso de normalización de sus instituciones. Las amenazas de su ex mandatario
no ayudan en nada a los bolivianos”.
Libertades
Al ser consultada al respecto por Página Política,
Jaroslavsky apuntó: “En principio dejo en claro que estoy de acuerdo con que se
le haya dado asilo político a Morales. Creo que la primera cuestión es entender
que los conflictos de los países deben resolverse con la menor intervención
externa posible, que se deben resolver en el marco de la libre determinación de
los pueblos”.
“No estoy de acuerdo con las declaraciones de Evo Morales
respecto de las milicias armadas. Suenan como ideas del siglo pasado, del
medioevo, hablan de una acción política que debe dejarse completamente de lado
en las democracias modernas”, puso de manifiesto la diputada que, luego,
subrayó: “Pero a esto lo dice Evo Morales, son dichos de él. No me parece que
haya que hacerlo callar. Es importante que lo diga, que diga lo que piensa y
que la sociedad tome postura de estas cuestiones. Prohibirle a una persona que
hable no ayuda, sino que debilita las instituciones, la comunicación”,
argumentó.
“Tiene que quedar clara la postura de los gobiernos
democráticos respecto de estas cuestiones. Debe quedar expresamente dicho que
este tipo de conductas políticas no contribuyen en nada a la pacificación de
los pueblos”, insistió a la vez que puso de relieve que “no puede echarse a
nadie por lo que piensa. Es un exmandatario, tiene asilo político y no le podés
pedir que no piense, que no hable”.
En este sentido, la pregunta del radicalismo acerca de la posibilidad
de continuar con el refugio al dirigente boliviano es improcedente. “No es una
pregunta que corresponda. Evo Morales dice lo que piensa. No está usando a la
Argentina como campo de entrenamiento de las milicias. Está fijando una
posición. No corresponde que haya que echarlo. En todo caso, el gobierno
debiera decir que esta postura no expresa una práctica democrática”.
Reclamó para quienes hacen política en la Argentina, que
“algunas cuestiones se dejen bien en claro si lo que defendemos es la libertad,
la democracia y la república”. “Defender esto significa defender al otro,
defender la libertad del otro además de la tuya. Y amparado en esa libertad el
otro tiene derecho a decir lo que piensa y vos a decir que no estás de
acuerdo”, definió.
“¿Cómo crece una sociedad, como cambia? Escuchando, viendo
el pensamiento de sus dirigentes, conociendo todas las voces. Eso es una
democracia moderna, una buena democracia. Esto es siempre. No se trata de Evo,
de Chavez, de Fidel, de Cristina, de Trump. Se trata de cómo pensamos la
evolución de la sociedad y su pensamiento. Cómo respetamos al otro para que me
respete”, remarcó.
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