“Allende es un protegido de la corporación política peronista y de la judicial”, aseguraron desde la UCR.


El Comité Provincial de la UCR lanzó fuertes críticas a la Justicia por la decisión de realizar un juicio abreviado al exdiputado y sindicalista José Allende en el que se unifican distintas causas, desde enriquecimiento ilícito hasta amenazas a una funcionaria y a un periodista. “Salvar a Allende implica proteger un modo de hacer política, defender una forma de ejercer el poder, apañar el robo a plena luz del día, avalar la corrupción como dinámica política y la impunidad como mérito”, afirmaron.

“Está claro: José Allende es un protegido de la corporación política peronista y de la corporación judicial de Entre Ríos. No hay otro modo de explicar cuál es la razón por la que en unos días un sindicalista sin escrúpulos, un político de medio pelo y corrupto por naturaleza sea beneficiado con un juicio abreviado en el que canjea un par de mansiones mal habidas por su libertad”, aseveraron desde la UCR entrerriana.

“La existencia -y vigencia- de personajes detestables como Allende responde a una mecánica instaurada en las esferas del poder de la provincia en la que termina ganando quien se queda con dineros del Estado, extorsiona, patotea, y es capaz de negociar impunidad porque tiene algo que dar a cambio”, sostuvieron.

“‘La culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer’, reza un viejo dicho. Y la pregunta es quién le da de comer, por qué, con qué intereses, a cambio de qué”, se preguntaron.

“El hecho de que un personaje nefasto como Allende haya tenido la posibilidad de estar sentado en una banca de la Legislatura por más de 20 años y ejerza la conducción de un sindicato que nuclea a empleados estatales por sexta vez, demuestra que lamentablemente en Entre Ríos el vivo, el pillo y el corrupto siempre termina ganando”, aseveraron luego desde el Comité Provincial de la UCR.

“Termina ganando porque ‘el partido de las mayorías populares’ prefiere dilatar la posibilidad de avanzar en una ley que prohíba la realización de juicios abreviados en los delitos contra la administración pública y, en consecuencia, termina apañando a dirigentes como Allende, adictos a sacar provecho del Estado, a erosionar las cuentas públicas, a hacer negociados desde un lugar de poder y a alimentar una lógica en la que un puñado de impresentables se vuelve millonario a costa del pueblo que dicen defender”.

“El propio Allende reconoció que se enriqueció ilícitamente por sumas exorbitantes durante estos 20 años y también admitió que realizó negociados que no eran compatibles con su función en el Estado provincial. El premio es devolver un vuelto de los millones con los que se benefició a cambio de impunidad”, agregaron.

“Hubo varios gobernadores que decidieron ponerlo en su lista de diputados, hubo decenas de legisladores que avalaron tenerlo en su propia banca, trabajadores que lo votaron para que los represente y una Justicia que, inexplicablemente, le tiende una mano y lo salva de la cárcel. Pero no solo salva a Allende, sino que protege un modo de hacer política, defiende una forma de ejercer el poder, apaña el robo a plena luz del día, avala la corrupción como dinámica política y la impunidad como mérito”, afirmaron.

Finalmente, bregaron para que “en un futuro cercano el poder político, la Justicia e incluso la sociedad tengan la valentía de no aceptar en sus filas, avalar con sus fallos, ni votar en su sindicato a un emblema de la corrupción como es José Allende, que solo juegan la personal porque sabe que pueden hacerlo”.

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