El naranjal de Pereda y otros edificios, lugares y sitios se sumaron a los bienes patrimoniales de la provincia
La Secretaría de Cultura, a través del Área Patrimonio Cultural y Ambiental, actualizó e incorporó nuevos bienes al inventario del Patrimonio Histórico-Arquitectónico entrerriano.
En el periodo de pandemia se sumaron seis bienes para su
valoración, preservación, conservación y protección.
El Área Patrimonio Cultural y Ambiental tiene la misión de
investigar, catalogar y difundir el patrimonio material e inmaterial
provincial. Durante el período en el que se desarrolló la pandemia por Covid
19, esta área dependiente de la cartera de Cultura y autoridad de aplicación,
se abocó a catalogar seis sitios para incorporar al inventario.
El Inventario del Patrimonio Histórico-Arquitectónico, es un
registro de 600 áreas y edificios tanto públicos como privados, registrados a
través del Decreto Nº 6.676/03; estos bienes se preservan integralmente
conservando así la identidad de los mismos. Como también lo indica la norma
legal de su creación, el inventario debe actualizarse mediante el relevamiento
del patrimonio edilicio a través de un Instructivo de Declaratoria.
En pandemia, desde comienzos del 2020, hasta la fecha se han
sumado: el Naranjal de Pereda, de Concordia; el Rancho La Fonda y la Estancia
Don Eusebio, de Maciá; el Predio del Ferrocarril y el Museo de la Ciudad, de
Bovril; y la Vivienda de la Dra. Teresa Ratto, ubicada en Concepción del
Uruguay.
Para ser declarado patrimonio e integrar el registro el Área
Patrimonio Cultural y Ambiental se cerciora de que los bienes reúnan los
atributos para su declaratoria, que son: antigüedad, representatividad (de un
momento, de un autor, de una función específica, etc.), integridad (mantenerse
sin modificaciones en el tiempo, sin agregados ni sustracciones importantes,
etc.), autenticidad (no falsea la realidad del período en que fue realizado) u
otros. También se constata si la propiedad es valorada por su comunidad; si fue
propiedad de o si allí vivió una personalidad reconocida; si fue realizada por
algún artista, arquitecto o constructor relevante; si fue sede de algún evento
de trascendencia local. Con los datos provistos por los solicitantes, el Área
evalúa la pertinencia, determina la necesidad del relevamiento técnico in situ
y, por último, elabora el argumento para integrar el inventario.
Cabe destacar que los relevamientos in situ implican también
relevamientos fotográficos, para catalogar las patologías de los edificios, y
se procura que los mismos mantengan su identidad arquitectónica, la
zonificación, los espacios originales, no solo en la fachada sino también en
los interiores.
Se indicó que, además, se incorporó la vivienda del Dr.
Domingo Liotta a través de la Ley Provincial Nº 10.784. Allí se determina que
el inmueble es patrimonio histórico arquitectónico.
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