Lucía Varisco: La heredera rebelde del radicalismo entrerriano
Hija y nieta de intendentes, la diputada competirá por fuera de Juntos a la caza del descontento boina blanca. El peso de la historia y problemas para Frigerio.
Lucía Varisco se quedó con el premio sorpresa
en las intensas jornadas de cierre de listas. Heredera de una marca en el
radicalismo entrerriano, la diputada provincial de Juntos por Entre Ríos pegó
el portazo y anotó su candidatura al tope de una nómina que competirá por fuera
de la interna con el sello del Partido Fe, del histórico Gerónimo
"Momo" Venégas.
La joven de 30 años acaba de despedir a su
padre Sergio Varisco, quien el pasado 27 de mayo falleció luego de permanecer
más de 15 días internado con un cuadro de neumonía aguda. El exintendente de
Paraná, durante los períodos 1999-2003 y 2015-2019, cumplía una condena de seis
años y medio en su domicilio por narcotráfico. Varisco también fue diputado
nacional entre 2005-2009.
Su hija única es una militante que aparece
como la heredera de una escudería que nadie discutió durante décadas y que se
remonta a su abuelo Humberto, quien también fue intendente en dos oportunidades
(1983-1987 y 1995-1999).
La legisladora, que ahora quiere saltar al
Congreso, apunta al corazón de la UCR y le pega al candidato más taquillero de
Juntos por Entre Ríos: Rogelio Frigerio. Al exministro del Interior le adjudica
haber participado de lo que entiende como un complot en contra de su padre y
que tuvo a Patricia Bullrich como la jefa de una operación judicial y de
persecución.
Cuando falleció Sergio Varisco, la legisladora
recibió el acompañamiento de toda la dirigencia local que luego agradeció en la
Legislatura cuando ella misma se encargó de homenajearlo. Allí volvió a cargar,
sin nombrar, contra el exministro y toda la cúpula del gobierno de Mauricio
Macri.
Mientras su padre agonizaba en la terapia
intensiva, Lucía firmó una denuncia contra los camaristas de Casación, Gustavo
Hornos y Mariano Borinsky, denunciados por esos días por sus visitas a la
Quinta de Olivos y la Casa Rosada en tiempos de Cambiemos. Ambos magistrados
fueron quienes confirmaron la sentencia contra su padre.
La petición ante el Consejo de la Magistratura
de la Nación fue redactada en clave política: “Cuando el Poder Ejecutivo
Nacional decidió apoyar a otro candidato a gobernador por Entre Ríos para las
elecciones de 2019 (Frigerio), comenzó una verdadera e insoportable andanada de
hostigamiento mediático que hoy, a la luz de lo que se conoce como lawfare, no
dudo que tuvo una fuerte y directa injerencia del Ejecutivo, de los servicios
de inteligencia (AFI) y de Marcelo D’Alessio, sin descartar la participación colaborativa
de periodistas y editores de medios”.
El entorno de Varisco, incluso la histórica
organización política que es el Movimiento de Unidad Radical (MUR), está
convencido de que desde Buenos Aires se pergeñó una “persecución judicial”
contra el entonces intendente “para sacarlo de la cancha”. Desde el lado de
Frigerio lo niegan rotundamente y le apuntan a Bullrich, que en 2018 celebró
con un tuit el allanamiento a Varisco.
Apunten y disparen
Lucía Varisco se afilió a los 15 años a la
UCR, edad que fija el partido para hacerlo. Por esos años, la Juventud Radical
no tenía relevancia. La intensidad la vio recién en la Universidad Nacional del
Litoral (UNL), cuando se sumó a Franja Morada. El 14 de febrero del 2020 aprobó
su última materia en abogacía.
Cerca de ella dicen que sigue las formas de su
padre. Reniega del slogan “la nueva política” que se escucha en las filas del
PRO y prefiere seguir el manual de su abuelo y creador de la marca Varisco, que
propone la relación cuerpo a cuerpo. Ni ella ni su padre se plantearon todo
este tiempo, aún en etapas electorales, estrategias de comunicación en redes.
La precandidata a diputada nacional tenía 11
años cuando falleció su abuelo. Tiene un recuerdo fresco y lo atribuye a la
buena relación que tuvieron. También lo adjudica a la vocación política que
demostró siendo una niña al acompañar al padre al municipio. Toda esa historia
familiar, que también tuvo a su abuela Magdalena como una soldada radical en la
gestión y en el comité, le sirve de base para disparar contra Frigerio, a quien
cataloga como verdugo del radicalismo. Los dardos también los recibe el propio
partido.
“Estoy convencida de que cualquier proyecto de
futuro nada tiene que ver con quienes se han dedicado a imponer decisiones, han
buscado socavar al radicalismo en todo este tiempo y pretenden gobernar una
provincia que ni siquiera conocen, encima después de haber cumplido un rol
clave en el peor gobierno de la historia democrática de nuestro país en
términos económicos, sociales e institucionales”, se despachó Lucía Varisco
esta semana en su presentación al pública tras anotar la lista. Y agregó: “Como
ministro, Frigerio se ocupó de consolidar las estructuras medievales de los
peronismos provinciales y tuvo siempre un comportamiento antiradical”.
Despotricó “con quienes hoy toman las
decisiones partidarias en una mesa reducida sin escuchar al afiliado ni a la
sociedad que le pide al radicalismo un proyecto propio y no ser el furgón de
cola del PRO” y se jactó de dar la pelea contra “dos aparatos políticos
enormes” que auspician las candidaturas de Frigerio y la de Enrique Cresto, el
candidato del oficialismo.
Con una organización importante básica y
exclusivamente en la capital provincial, pero sin desarrollo provincial, Lucía
Varisco se propone interpelar al “radicalismo de convicción”, como lo llama, y
erosionar el avance del PRO en la provincia.
FEDERICO MALVASIO
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