Cristina sostiene Urribarri en Israel y Cafiero le pide que abandone la embajada
En un nuevo giro de un escándalo en la representación diplomática ante Israel, el renunciado embajador Sergio Urribarri y el canciller Santiago Cafiero protagonizaron en las últimas horas una discusión por la conflictiva situación del exgobernador entrerriano.
Los hechos ocurrieron por la decisión de Urribarri de
encabezar el acto del 25 de mayo en la residencia oficial en Herzliya Pituach
en las afueras de Tel Aviv pese a haber renunciado el pasado 7 de abril al
conocerse la dura de sentencia con la que fue condenado en primera instancia
por hechos de corrupción que se le imputan por su gestión como gobernador de
Entre Ríos entre 2007 y 2015.
Fuentes consultadas en Israel confirmaron la sorpresa de
algunos asistentes a la fiesta del 25 de mayo al encontrarse con Urribarri
presidiendo el acto dado que suponían que ya había abandonado la sede
diplomática. Especialmente porque la invitación formal al evento estaba
redactada sin la mención del nombre del jefe de misión como es de estilo. Es
decir, la tarjeta impresa invitaba al cóctel patriótico con el embajador
argentino pero no estaba escrito a mano, como se suele hacer, el nombre de
Urribarri.
Indicaron además que la presencia de embajadores acreditados
en Israel estuvo disminuida por la incómoda situación que ahora se presenta más
allá de que Urribarri tejió buenas relaciones allí y que la fiesta contó con la
participación sobre todo de agregados militares. Israel tiene hasta casi cien
mil ciudadanos argentinos viviendo allí.
Entonces se sacaron fotos que llegaron hasta Buenos Aires
con Urribarri al frente de la ceremonia patria y generaron un escándalo de
grandes proporciones por la inédita situación y hasta un pedido de juicio
político de la oposición para Cafiero, publicó Clarín.
Entonces desde México, adonde viajó el miércoles y jueves,
Cafiero reaccionó y le dijo a Urribarri por teléfono que ya estaba renunciado y
desvinculado con trámite en curso. Y le cuestionó que presidiera la ceremonia
del 25 de Mayo.
Urribarri entonces se defendió y recordó que sigue en
funciones hasta que se le notifique la aceptación de su renuncia, algo que es
cierto porque no tiene la confirmación de su renuncia, que depende del
presidente de la Nación, Alberto Fernández, y de la Secretaría legal y técnica
que conduce Vilma Ibarra, y pasa también por la jefatura de Gabinete a cargo de
Juan Manzur.
Urribarri es sostenido por el kirchnerismo de Cristina
Kirchner y por gobernadores del espacio oficialista -varios lo fueron a visitar
a la sede argentina cuando acompañaron al ministro Eduardo de Pedro a la misión
comercial en Tel Aviv- y se niega a volver hasta que no se complete el trámite
de Cancillería. Tiene donde ampararse legalmente.
Según ha expresado en sus redes sociales, Urribarri sostiene
que la causa en su contra es “un mamarracho jurídico” que va a poder revertir
porque va a apelar a todas las instancias de su condena, y considera se atiene
a ley 20957 y al decreto reglamentario 1973/86 por el que seguirá en su puesto
hasta que no se le notifique que ya no está en funciones. Eso incluso le da
hasta 45 días para su vuelta.
Análisis
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