Un chico de Federación, quiere convertirse en luchador profesional para ayudar a su familia
Así como la canción de Rodrigo Bueno decía:
"Crecer y sobrevivir a la humilde expresión
Enfrentar la adversidad
Con afán de ganarse a cada paso la vida"
La vida de Serafín se ve inscripta en el esfuerzo, la
disciplina y las ganas, sobretodo las ganas de vencer al destino mismo y
cambiar la historia. Un cuento con luces bajas en donde a veces falta, y casi
nunca sobra nada. Absolutamente nada. Donde la comida se restringe como si
fuese un viaje a Disney, pero el tesón y la bravura que el niño muestra en el
tatami es como devolverle al mundo un poco los golpes que aguanta desde que
nació.
Bajo la mirada técnica y formativa del entrenador Néstor
Aranda toma lecciones de kickboxing y combate sobre tierra, quien ya ha explicado
a este cronista del talento y del futuro prometedor de Serafín Palauro.
Agregando que: "Una hora de un chico en un gimnasio es una hora menos que
tiene en la calle".
Hoy el pequeño guerrero ya lleva un combate ganado por
puntos a la vida y los años, hoy es promesa que avanza a ser una realidad. Pero
para no desertar el proyecto del cual es parte necesita del acompañamiento en
principio de las direcciones del estado local, luego de todo nosotros.
Por más casos de inclusión en el deporte y la cultura. Por
más chicos integrados a la sociedad. Por más amor. Por Serafín, por todos
nuestros chicos.
Aldo Moretti// Comunicador// Redactor
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