Cayó el delincuente más buscado de Santa Fe, el capo criminal “Morocho" Mansilla
Claudio ‘Morocho’ Mansilla, el último prófugo desde el 27 de junio de 2021 en la Cárcel de Piñero, fue capturado este jueves por la noche por la flamante Unidad de Investigación de Crimen Organizado, bajo la orden de las fiscales Georgina Pairola y Marisol Fabbro. Condenado en ausencia por un doble crimen, era buscado como el cerebro de la fuga y como “el más temible” del grupo de evadidos.
El operativo se desarrolló en la zona de Polledo al 4100, en
la denominada Zona Cero de la ciudad de Rosario. Mansilla era el único recluso
que no había sido recapturado tras la fuga en la que tres personas ingresaron a
los tiros tras cortar con una amoladora varios cercos perimetrales, con el
apoyo de un grupo de internos que apedreó a los guardiacárceles.
Curiosamente fue encontrado en la zona norte rosarina en el
marco de un operativo por la investigación que se desarrollaba desde hace meses
en procura de su recaptura. El gobierno santafesino había ofrecido una
recompensa de un millón de pesos para quien aportara datos que permitan dar con
el paradero Mansilla, considerado el más temido de los prófugos de Piñero.
Mientras permanecía prófugo "Morocho"
Mansilla, fue condenado por el asesinato
de Kevin Nieri, de 16 años, y Leonel Bubacar, de 18 años .
La noche del domingo 23 de septiembre de 2018 Kevin Nieri
estaba en su casa con su mamá y Leonel Bubacar, al que le decían Ozuna, con su
novia. A las 23.15 les golpeó la puerta con insistencia su vecino Brandon para
hablar de algo urgente. Les dijo que Morocho los esperaba en la casa de su
hermana y tenían que ir sí o sí porque él no quería quedar como un entregador
con su familia.
Los adolescentes fueron con él. No terminaron de salir del
pasillo angosto cuando se escucharon unos treinta tiros de distintas armas.
Cayeron sobre un piso lleno de sangre y balas. Con heridas en tórax, abdomen,
piernas y cabeza, Leonel murió por destrucción de cráneo. La descarga alcanzó a
Kevin en el pecho, abdomen y brazos; murió desangrado. Un día antes le había
dicho a su novia que “sentía que lo iban a matar” porque “sabía que con el
Morocho no se jode”, pero aseguraba que “él no había sido”.
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