Federación: la gastronomía y el turismo desde la economía circular y el microdesarrollo
En el Festival Gastronómico "Sabor a Brasas", que se celebró en Federación se ha visto y experimentado diferentes vivencias de un nuevo desarrollo en la economía local: el emprendimiento familiar.
Eso de alguna manera está generando un nuevo dinamismo entre
los actores económicos de la ciudad mediante el intercambio y la cooperación
dentro del ecosistema mercantil. En ello, se destaca la presencia del estado
que acompaña la conformación de un proyecto de ese orden, ayudando a tener un
espacio común, reglamentando, regularizando, y permitiendo que existan factores
como: la libreta sanitaria y una capacitación para la manipulación de
alimentos.
El término adecuado, tomando parte en la dimensión en donde
estamos parados, para observar el fenómeno es el de "economía informal
urbana" sin embargo el discurso predominante actual cataloga a la
actividad como "economía popular". Ahí, poniendo el acento, hay que
decir que un evento como "Sabor a Brasas" reafirma la tradición del
trabajo familiar.
Permitiendo que del "rebusque" para llevarse un
mango extra a la casa cada familia tenga un contexto, en el que pueda
sostenerse con un ingreso regular, estando en el sistema fiscal inscripto,
pagando impuestos por ocupación del espacio, proyectando para lograr pasar del
microdesarrollo al emprendimiento y de allí alcanzar la Pyme con una visión del
marketing, la venta a escala, una marca y un desarrollo comercial importante.
Ahora, de a poco se van instalando algunas ideas como la
sustentabilidad y la sostenibilidad de la economía popular desde lo que se entiende por social o solidario
para la interacción entre socios de un mismo lugar, es decir se genera una
economía circular. Además que al jerarquizar los pequeños desarrollos, esto impacta
en el medio local y democratiza el acceso al bienestar.
A partir del incentivo por participar siendo un actor
fundamental para intervenir en el juego de pinzas que hay entre la oferta que
tiene un atractivo y demanda (por ese atractivo) que posee la masa turística
que elige a Federación como destino. En el medio de esos dos factores tenemos a
nuestros cocineros y a todos aquellos micro desarrolladores de la gastronomía
federaense, que se entusiasman por dar el salto cualitativo para afirmar la
idea de la ciudad como un destino turístico - gastronómico.
Para ello desde los entes se tendrá que trabajar por
encontrar platos autóctonos llevando la idea de alimentos frescos que vayan
desde la huerta/campo a la mesa. Precisando, justamente, la idea de la economía
circular y el intercambio entre esas familias desarrolladoras abocadas a seguir
generando sus ingresos genuinos a través del trabajo y el emprendimiento.
Aldo Moretti// Redactor// Comunicador
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