Allanamientos en Concordia y Federación: rescataron a siete mujeres y cinco hombres que eran explotados por una secta.
Este sábado, Gendarmería nacional informó sobre los operativos que se desarrollaron en Concordia y Federación para desbaratar una secta que explotaba a sus víctimas en un campo.
La fuerza de seguridad señaló que los uniformados rescataron
a 12 personas, siete mujeres y cinco hombres, y que detuvieron a una persona
mientras que otras seis quedaron supeditados a la causa.
Efectivos del Escuadrón 4 «Concordia» junto con personal de
la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales
«Concepción del Uruguay» y otras unidades de la fuerza llevaron adelante los
procedimientos luego de recibir un oficio judicial por parte del Juzgado
Federal de Primera Instancia de Concordia.
Fueron allanados tres domicilios en el marco de una causa por infracción al art 145 bis del Código Penal de la Nación, en la que se investigaba a una secta que captaba a sus víctimas aprovechándose de sus condiciones de vulnerabilidad personal y socioeconómica.
Los gendarmes llevaron a cabo tres allanamientos en la
ciudad de Concordia y en Federación (en un campo y dos domicilios), en donde
detuvieron a un hombre.
Asimismo, se indicó que fueron rescatadas siete mujeres y
cinco hombres que fueron asistidos por personal del Programa Nacional de
Rescate y Acompañamiento de víctimas damnificadas por el delito de trata de
personas del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Como resultado de las inspecciones, los funcionarios secuestraron una carabina, 163 municiones, un cargador, celulares, pendrives, memorias, chips, disco externo, folletos de la supuesta iglesia, medicamentos, cuadernos, documentación y distintas anotaciones de interés para la causa.
«Celebraciones»
Una vez que pasaban el primer filtro, en «celebraciones» que
se realizaban en localidades del conurbano bonaerense, las víctimas eran
convencidas para viajar a internarse en el campo donde finalmente fueron
rescatadas. La organización las trasladaba hasta ese predio, que por su
ubicación tornaba prácticamente imposible regresar por medios propios, y allí
las incomunicaban.
A partir de ese momento, quedaban reducidas a la servidumbre
y realizaban trabajos no remunerados que iban desde la limpieza del predio
hasta labores de tipo rural. También los obligaban a participar de ferias donde
le vendían a gente de la zona la ropa – principalmente de marca – que
primeramente recolectaban pidiendo donaciones.
Las visitas de sus familiares eran esporádicas, solo cuando los «pastores» las autorizaban. Los encuentros se producían bajo total supervisión de los líderes, que impedían en todo momento el diálogo privado. Ni siquiera tenían pruritos en hacerlos trabajar delante de sus familiares.
En Buenos Aires
Coordinadamente, otra brigada de la fuerza federal allanó
cuatro domicilios ubicados en la zona comprendida entre Florencio Varela y
Berazategui. En ellos, detuvieron a otros supuestos «pastores», que eran
quienes se dedicaban a la captación de las víctimas, generalmente jóvenes de
bajos recursos en estado de gran vulnerabilidad socioeconómica y con problemas
personales.
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