Massa cierra 3 meses de gestión con buenas señales: acuerdo con el Club de París, subas bursátiles, menos riesgo país y dólar estable
El acuerdo alcanzado con los acreedores oficiales en menos de 3 meses saldó un tema que Guzmán no había resuelto en 31 meses y expuso también las flaquezas de la negociación que en 2014 había realizado el hoy gobernador bonaerense Axel Kicillof
A punto de cumplir sus primeros tres meses de gestión, el
equipo económico encabezado por Sergio Massa cerró en la semana una de las
tareas que había dejado pendientes, tras casi 31 meses de gestión, el
exministro Martín Guzmán: la renegociación de la deuda con el Club de París. Lo
hizo reduciendo más de 50% la tasa de interés, extendiendo los plazos de pago
hasta 2028 y con un alivio financiero de casi 15%, que permitió rebanar el
monto de la deuda con esa suerte de asociación ad-hoc de acreedores
gubernamentales y agencias estatales de crédito y garantías, que permitirá un
más fluido proceso de inversiones extranjeras en una economía eventualmente
estabilizada.
Además, los bonos globales en dólares cerraron la última
semana con un alza promedio del 5,8 por ciento. En particular, en el cierre del
viernes aumentaron muy fuertemente las cotizaciones de los bonos GD 38 (+
13,3%) y GD 41 (+ 11,6%), mientras los AL35 y AL38 pegaron también estirones
importantes, de 5,5 y 5,8 por ciento.
Los bonos globales en dólares cerraron la última semana con
un alza promedio del 5,8 por ciento
De este modo, el riesgo-país disminuyó levemente y se mantiene
estable alrededor de 2600 puntos básicos, tras haber alcanzado al principio de
la semana el nivel mínimo de los últimos 30 días: 2.494 puntos básicos según el
índice EMBI del banco JP Morgan, mejora que en parte se diluyó con una
evaluación adversa de la calificadora Fitch, que llamativamente hizo referencia
al peso de la deuda en pesos, una de las principales hipotecas que dejó la
gestión Guzmán.
Celebración bursátil
La bolsa celebró estas mejoras: en la última semana el
índice Merval aumentó 6%, liderado por el alza de precios en el sector de
generación y transporte de energía. Además, varias empresas argentinas con
cotización en Wall Street tuvieron fuertes saltos en sus cotizaciones,
destacándose los casos de Bioceres (+16%), Central Puerto (+14.3%) y Pampa
Energía (+11.1%).
Te puede interesar: Soja, maíz y precios al rescate: aún con
sequía y heladas, en 2023 el agro aportará más de USD 41.000 millones en
divisas
Tal fue la mejora bursátil, que desde Abu Dhabi, donde
trabaja como analista en uno de los fondos de riqueza soberana del emirato más
rico del Golfo Pérsico, el economista argentino Camilo Cisera tuiteó:
“lentamente el Merval se fue recuperando desde el fondo de olla 2020; subió 15%
en USD en 2021 y otro 15% en lo que va de 2022 Hay muchos desafíos, pero la
recuperación es nada comparado con crisis anteriores y las elecciones 2023 son
un gran driver”.
El dólar
El principal test de la política económica sigue siendo el
dólar, dada la escasez de reservas del Banco Central, pasado ya un mes de los
extraordinarios resultados logrados en marzo gracias a la vigencia por un mes
del “Programa de Incremento Exportador”, más conocido como “dólar soja”. Ese
mes fue el mejor en años para el balance cambiario del Banco Central: la cuenta
corriente tuvo un saldo favorable de USD 5.748 millones. En menos de 30 días,
el Central tuvo así un ingreso neto de divisas equivalente a todo lo que había
tenido desde el inicio del gobierno. Ese mes, las exportaciones brutas
alcanzaron el récord histórico de USD 12.891 millones.
Cuando asumió Massa, los dólares paralelos coqueteaban con
valores cercanos a 350 pesos. La fiebre disminuyó gradualmente y en la última
semana los dólares también llamados “financieros” se mantuvieron estables en el
rango $ 290-295 para el dólar MEP o “Bolsa” y $304-306 para el “Contado con
Liquidación” (CCL), apenas 1,5 y 0,7% por sobre la semana previa,
respectivamente. Mientras tanto, el dólar oficial aumentó 1,3% y las brechas
del oficial con el MEP y el CCL se mantuvieron en 80 y 88%, respectivamente,
contra más del 140% al amanecer de la actual gestión económica.
Habiendo mejorado el frente fiscal, aumentado las reservas y
reducido la expectativa de devaluación, Massa puede encarar ahora un desafío
central: reducir la tasa de inflación
Los signos de disciplina y fortaleza fiscal (a lo que
también contribuyó el “dólar soja”, que en solo mes dejó $ 330.000 millones en
concepto de retenciones) y la recomposición de reservas le permitieron a Massa
reducir el temor a una escapada del dólar y encarar un desafío central: reducir
las expectativas de inflación antes de que la dinámica de los precios se vuelva
inmanejable por su retroalimentación salarial y su efecto sobre la demanda de
dinero, esto es, la disposición de la gente a mantener algún grado de liquidez.
La huida del dinero es el mayor riesgo que enfrenta el equipo económico,
aquello que debe sí o sí conjurar, como hasta ahora lo hizo mostrando orden
fiscal, más dólares y tasas más altas de interés.
Los desafíos siguen siendo muy importantes. Por caso, el
Tesoro obtuvo financiamiento neto por $34.000 millones en octubre, con un
rollover de 104%, el menor desde junio. “Dado que estimamos que el déficit
primario de este mes se habría ubicado en torno a los AR$ 180.000 millones, el
Tesoro deberá desarmar parte del colchón de pesos que vino acumulando en las
últimas subastas”, señaló al respecto el informe semanal de Equilibra.
Según las cuentas de la consultora, “el Tesoro aún puede
financiarse vendiendo el remanente de DEGs que el FMI permite utilizar como
refuerzo presupuestario ($210.000 millones, pero sería mejor que llegue a fin
de año contando con ese respaldo. Por eso, concluyó, “una buena respuesta del
mercado de deuda en los últimos dos meses de 2022 es necesaria para llegar con
un buen colchón de pesos a 2023″.
No hay comentarios.