Con la épica CFK 2023 como prólogo, Kirchner preparó su bombazo contra Fernández
Tras pedirle al Presidente que se baje del 2023, fue felicitado tras bambalinas del congreso del PJ. Guerra declarada y las PASO que, al final, nadie debatió.
El Congreso del Partido Justicialista (PJ) exprés que
encabezó este sábado Máximo Kirchner en Mar del Plata echó leña al fuego del
clamor por la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, a
horas de que la vicepresidenta dijera que va a hacer “lo que tenga que hacer”
de cara al año electoral. Ese fue el primer golpe. El segundo estuvo a cargo de
su hijo, que buscó cerrarle la puerta a una eventual búsqueda de la reelección
por parte de Alberto Fernández: el diputado le pidió que, como su madre lo hizo
en 2019, el año que viene el Presidente también haga lo que tenga que hacer
para ganar, en vez de emprender “aventuras personales”. De fondo, un globo que
se fue desinflando en la previa, el líder camporista echó por tierra
definitivamente el debate por una posible suspensión de las Primarias Abiertas,
Simultáneas y Obligatorias (PASO) que empujaban amplios sectores del Frente de
Todos.
La dinámica del Congreso se acordó entre los principales
dirigentes del PJ horas antes del cónclave cuando almorzaron Kirchner, el
gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, la anfitriona y
titular de Anses, Fernanda Raverta, junto a alcaldes y parte de la dirigencia
frentetodista en el Hotel NH. El presidente del PJ no quería sorpresas ni
debate, por lo que se planificó un Congreso exprés, una formalidad para dar
luego paso a su discurso como cierre frente a la militancia.
En la previa sí se acordó que la única que pidiera la
palabra fuera una congresal de Quilmes, Eva Torres, que responde a la
intendenta de ese distrito, la camporista, Mayra Mendoza. Micrófono en mano,
pidió el cambio de nombre de la secretaría de la Mujer por el de secretaría de
la Mujer, Géneros y Diversidades, y usó ese momento para repudiar el intento de
magnicidio a la vicepresidenta, que marcó el primer acorde del hit que ya
resuena “Cristina presidenta…”. El coro se replicó con la militancia ya dentro
del gimnasio del Club Once Unidos: bastó que Kirchner enviara al auditorio el
saludo de su madre para que comenzarán a sonar los acordes del operativo
clamor. La escena se repitió fuera del lugar, mientras la militancia
marplatense desconcentraba una vez finalizado el acto.
Mientras tomaba fuerza el operativo por la vuelta de la vicepresidenta
a la Casa Rosada, hacia el final de su monólogo, Kirchner lanzó la bomba
inesperada y le envió un mensaje contundente al Presidente.
"A pesar de que hay compañeros que están interesados en
las aventuras personales, tengo la esperanza de que, como hizo Cristina en 2019
para que el país saliera del oprobio neoliberal macrista, hagan lo mismo y
dejen de jugar a los ofendidos y a los tristes", le dedicó, sin nombrarlo,
a Fernández. “Triste está nuestra gente que no llega a fin de mes. Ofendidos están
los compañeros que quieren un gobierno que trabaje más todos los días",
completó para que no quedaran dudas. En su entorno, más tarde, no negaban el
destinatario del mensaje.
"No nos puede volver a pasar, en un Frente como el
nuestro, amplio, que aquellos que se valen de construcciones colectivas,
inicien una aventura personal. Para aventuras está el turismo. Para eso no está
la política, no para poner cara de víctima y de yo no fui", afirmó el
titular del PJ para reforzar el mensaje, que sorprendió a parte de los
presentes, que esperaban que como Cristina Kirchner ante la Unión Obrera
Metalúrgica (UOM), bajara la espuma de la interna.
Fuentes del entorno de Kirchner aseguraron a Letra P que,
luego del discurso y tras bambalinas, el presidente del PJ fue “felicitado” por
la dirigencia presente, ya que sus palabras respecto del Presidente "no
son una opinión sino una descripción del sentimiento generalizado de gran parte
de la dirigencia peronista". Son palabras, añadieron, que el diputado
recolectó de las últimas reuniones que mantuvo con intendentes y gobernadores.
No meter la discusión sobre la suspensión de las PASO fue
otra de las directivas que dejó Kirchner, pese a que en las reuniones previas,
tanto del PJ como en los almuerzos que se realizan en la residencia de la
gobernación en La Plata, se planificó que esa definición se tomaría en el marco
de este congreso partidario. Hace días que la iniciativa que empujaba un grupo
de gobernadores, intendentes del conurbano, La Cámpora y el Frente Renovador se
comenzó a desinflar ante la postura firme de Fernández y algunos de sus aliados
como los movimientos sociales de mantenerlas. El debate, coinciden fuentes que
participaron del encuentro, quedó definitivamente clausurado.
Sólo asomó el tema en el encuentro partidario cuando se coló
la interna marplatense. Ante la insistencia para tener el uso de la palabra,
Rodolfo Iriart, director nacional del Correo Argentino y rival interno de
Raverta, pidió una PASO al plantear la situación de su distrito. La respuesta
fue que le cantaron encima de sus palabras la marcha peronista para que dejara
de hablar. No había lugar para las disidencias.
El Congreso estuvo marcado, además, por un estricto
operativo de seguridad que, mal organizado, generó quejas y desmanes. Quienes
no podían ingresar porque no estaban en un listado oficial, sumados a la
militancia que esperó afuera durante horas, terminaron irrumpiendo a la fuerza
enfrentándose con personal de seguridad y tirando vallas. La postal caótica se
completó con figuras de peso, como el intendente de La Matanza, Fernando
Espinoza, que tuvo que indicar al personal quienes podían entrar con él.
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