Sin reelección, el trío del PJ Núcleo tiene una certeza y dos dilemas
Schiaretti ya lanzó a Llaryora como candidato a sucederlo. Sus pares de la Región Centro no tienen despejado el horizonte. Tres alertas para Perotti y Bordet.
El peronismo de la Región Centro, ese que tiene su propia
agenda y pretende fortalecerse desde el interior, no pierde de vista 2023. En
ese marco, es el cordobés Juan Schiaretti quien se desmarcó y adelantó a sus
pares al levantarle el brazo como hipotético sucesor al intendente capitalino
Martín Llaryora. El santafesino Omar Perotti y el entrerriano Gustavo Bordet no
tienen, en cambio, un horizonte tan despejado. Sin reelección, al igual que el
Gringo, a ambos los une un escenario de triple alerta pago adentro: sin delfín
definido, con calendario electoral por resolver y una oposición con reales
chances de victoria. Todo eso sin contar la mochila de plomo de la interna
nacional del Frente de Todos (FdT).
Mientras trata de consumar su aventura nacional, Schiaretti
resolvió más temprano que tarde condecorar a Llaryora. Que lo haya hecho con
tanta antelación no significa que vaya a borrarse de la provincia en 2023. Como
adelantó Letra P, el gobernador seguirá acodado al destino político del
intendente.
El cordobés es el que más claro la tiene de los tres pilares
del PJ Núcleo. No tiene compromisos hacia dentro del FdT, juega casi de líbero
en el tablero nacional y, por permanencia en el poder, su Hacemos por Córdoba
es sinónimo de éxito. En cambio, en Santa Fe y Entre Ríos hay muchas más dudas
que certezas en el horizonte electoral.
Qué pasa en la Bota
Perotti no cuenta con reemplazante natural. A principios de
año, puso un póker a correr: el diputado Roberto Mirabella, la ministra de
Gobierno Celia Arena, su par de Ambiente Erika Gonnet y el secretario de
Turismo Alejandro Grandinetti. De dicho cuarteto solo queda el primer par para
la carrera hacia la Casa Gris.
Mirabella tiene el traje puesto, recorre la provincia, hace
medios santafesinos y porteños y se suma a los actos de gobierno de peso. Sus
movimientos exceden su rol de legislador. Arena, por su parte, se planta desde
la gestión y hace base en el centro norte de la provincia. El gobernador les da
rienda suelta a ambos.
No obstante, en el encuestódromo quien encabeza las
preferencias en el peronismo es el senador Marcelo Lewandowski, quien no integra
las filas del perottismo. En rigor, la ventaja del periodista sobre sus
camaradas es sumamente considerable. Es por ese motivo que tanto Mirabella como
Arena precisan tiempo y gestos para mejorar su hándicap.
Si Perotti decide, como se prevé, atrasar el calendario
electoral y llevar el cierre de listas a abril, el diputado y la ministra
tienen algunos meses como para crecer en imagen e intención de voto. Si
finalmente no maduran lo necesario, el gobernador puede verse obligado a
acordar con Lewandowski, si el senador se anima a competir por la Casa Gris.
La oposición santafesina bucea con prisa la conformación de
un frente de frentes, un conglomerado de partidos que va desde el PRO, hasta la
UCR y CREO, el partido del intendente Pablo Javkin. De los pesos pesados de la
provincia solo falta sumar al socialismo, que pretende esperar a marzo para
resolver su salto a dicha construcción. Compartir una alianza con el PRO no es
fácil de tragar para el progresismo.
¿Y al otro lado del río?
Bordet tiene aún más indefiniciones que Perotti. El
peronismo entrerriano se enfrenta seriamente a la posibilidad de perder la
provincia. Rogelio Frigerio sacó 54 por ciento de los votos en 2021 para
ingresar al Congreso. Le sacó 23 puntos de ventaja a Enrique Cresto, el
candidato peronista. Desde ese momento, el exministro del Interior es número
puesto para Juntos por el Cambio (JxC) en la competencia por la gobernación.
Quién avanza y quién retrocede en la carrera para suceder a
Bordet
Bordet todavía no le levantó la mano a nadie. Se desconoce
por el momento el calendario electoral y su heredero o heredera dentro del PJ.
Demasiadas cosas por resolver.
En el camino de la sucesión se anota más de un nombre. Con
extremo perfil bajo, sin estridencias, pero con la necesidad suprema de recibir
el abrazo de Bordet, el gran elector del peronismo provincial, aparecen la
vicegobernadora Laura Stratta, el intendente de Paraná, Adán Bahl; y su par de
Gualeguaychú, Martín Piaggio. A dicho trío se le suma Cresto, quien dejó su
cargo como funcionario nacional y volvió a su Concordia para conducir la
Intendencia. También es de la partida el secretario de Agricultura, Ganadería y
Pesca, Juan José Bahillo.
A nadie le sobra nada y nadie hace una de más. Con mucho
cuidado y sigilo, el listado de potenciales aspirantes mueve sus fichas. Se
viene, se sabe, una competencia muy cuesta arriba. El terreno, por el momento,
no está claro.
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